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La rubia llegó a la mansión Kim con mucha suerte, ya que sufrió un pequeño desmayo justo en el jardín, la ama de llaves la ayudó a entrar y Lisa le pidió que cerrara la puerta, las ventanas y todo lo que dejara entrar luz al cuarto para dormir, luego le dijo que no le dijera a nadie lo de su desmayo para no preocupar a nadie, para luego quedarse dormida como una piedra.

A Jennie le extrañó que Lisa no llegara, tenía ya una hora de retraso, no había llamado, así que se fue con su madre a buscar ropa de bebe, ella estaba molesta con la rubia, casi no ponía atención a lo que su madre le estaba enseñando. Miró molesta su celular y le comentó a su madre lo mal que le había quedado Lisa, con los controles y con eso de no comprar ropa con ellas. Alexa conociendo a su hija, supuso que estaba molesta y probablemente celosa, le dijo que la llamara, que tal vez lo había olvidado.

― Pues será mejor que no lo haya olvidado ― dijo molesta Jennie, marcando el número de la oficina de Lisa ― No hay nada más importante que compartir con la madre de tu hija ― dijo lo último para sí misma. Esperó, hasta que reconoció la voz de la secretaria de Lisa, que saludó amablemente ― Si, bueno, habla Jennie Kim, quisiera saber si Lalisa se encuentra.

― No, estimada señorita ― dijo la secretaria reconociendo a la castaña, ya que algunas veces Lisa hablaba de ella ― La señorita, salió esta mañana de regreso a su casa, no sé, al parecer no se sintió bien con las visitas que tuvo esta mañana.

― ¿Qué visitas? ― preguntó Jennie celosa.

― La señorita So Jung y la Señorita Lee ― dijo ésta un poco dubitativa.

― Hummm ¿Qué hacían ellas ahí?

― Bueno, So Jung vino solo a usted sabe, ella quería salir con Lalisa, pero, pero...

― ¿Pero qué? ― dijo impaciente Jennie.

― La señorita Manoban la mandó directito para la calle ― La castaña rió con mucho gusto.

― ¿Qué pasó con la otra?

― Bueno, ella se encerró con la señorita ― dijo la secretaria metiendo la pata, Jennie palideció ― Ella, bueno salió rápido luego, de unos minutos y parecía muy agitada ― Jennie quería matar a Lalisa Manoban.

― Gracias ― dijo colgando y mirando a su madre llena de rabia, Alexa se quedó esperando algo ― Tengo que regresar a la mansión, ahora mismo ― dijo Jennie seria.

― ¿Qué pasa?

― Lo que pasa es que soy una idiota y Manoban una desgraciada ― dijo tomando furiosa sus cosas y yendo a su auto para regresar a la mansión, en compañía de su madre que parecía extrañada.

Jennie no dijo nada durante unos minutos y aceleró, Lisa iba a saber quién era Jennie Kim, se iba a dar cuenta que con sus sentimientos no se juega, ¿Quién demonios se creía Lisa? Primero jugaba a la dura, pero buena persona con ella, para luego revolcarse con otra en su propia oficina, era una degenerada, era verdad que no se tomaba nada en serio más que su carrera y nada más, la gente era solo para jugar en el mundo de Manoban.

Jennie dejó su Volvo como fuera en el jardín ni siquiera esperó a su madre para nada, corrió a la entrada y preguntó a la de servicio si Lisa estaba, ésta nerviosa, por cómo había visto a la rubia desmayarse dijo que esta no quería que la molestaran.

― Pues resulta que esta es mi casa y si quiero saber en dónde está me dirás...

― En su cuarto ― dijo la chica nerviosa ― Pero no se veía nada bien, creo que es mejor que duerma... ― pero Jennie no la escuchó y caminó al cuarto de Lisa.

You Are The Mother [Jenlisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora