Not Yours. (Stucky)

1.

Bucky miró desde el extremo del salón a su mejor amigo brindar con la mujer que decía amar.

Steve parecía feliz del brazo de la inglesa, sonriendo, besándola de vez en cuando, mirándola con ternura, todo era insoportable para James, pero debía soportarlo, era la fiesta de compromiso de su mejor amigo y la agente Carter y todo el cuerpo de la SSR había asistido.

No podía evitar mirar con odio a todo y todos en ese lugar, ni siquiera recordaba porqué había llegado, quería largarse.

—¿Todo bien, Barnes?

Bucky se acomodó sobre su silla y bebió de su trago al mismo tiempo que se encogía de hombros.

—Por supuesto. ¿Qué tal tú? No tienes buena cara, Daniel.

Dijo el castaño riendo, Sousa se quitó su bastón del codo y lo colocó apoyándose sobre la mesa para después sentarse al lado de Barnes, quien le ofreció una copa.

—Gracias.

—¿Estás bien?

Insistió Bucky.

—¿Tú qué crees?

Bucky suspiró.

—Te entiendo.

—¿Lo haces realmente?

—Sé cómo miras a Peggy, créeme que yo tampoco me esperaba esto...tan pronto.

Sousa bebió y lo miró.

—¿Y tú porque tienes esa cara?

—¿Tú que crees? Mi mejor amigo se está amarrando a una mujer.

Sousa rió.

—¿Los rumores son ciertos?

—Depende. ¿Qué rumores?

Dijo sin importancia, todos conocían a Barnes por su honestidad, su valentía y la poca importancia que le daba a los comentarios de las personas.

—Tú y Steve.

—Explícate.

—Tenían algo...

Bucky rió y dio el último sorbo a su trago.

—Desearía que así hubiera sido, pero no, Daniel. Nunca tuvimos absolutamente nada.

—Pero a ti te gusta.

—Acertaste.

—¿Por qué no se lo dices?

—Porque es mi mejor amigo.

—¿Y? Deberían tener oportunidad, se conocen perfectamente.

—Steve no pensaría eso precisamente, los chicos no son su tipo.

Sousa sonrió.

—Lo lamento.

—Y yo por ti.

Brindaron melancólicos y dejaron que la fiesta llevará su curso, bebieron tanto que reían de cualquier cosa.

—James Barnes.

Susurró el rubio delgado, jefe de la brigada, Jack Thompson.

—Jack.

—¿Te sientes bien, amigo?

—¿Eso te importa? ¿Qué quieres, Jack?

El rubio sonrió y metió sus manos a sus bolsillos, lo miraba de pie con una sonrisa burlona.

—Mírate, estás tan ebrio.

—No es de tu incumbencia, vámonos Daniel, no nos dejan ni beber en paz.