Not Yours. (Stucky)

3.

Dos meses después.

Bucky miró el sobre su escritorio.

"Para: James Barnes."

Molesto lo tomó, odiaba que le dejarán cosas cuando él no estaba, cosas que mayormente eran bromas de sus compañeros de la SSR.

Fastidiado y mirando alrededor para ver quien se reía y encontrar así al bromista, pero nadie lo hacía, todos lo estaban ignorando, abrió el sobre con molestia y se sentó en la silla detrás de su escritorio para leerla.

"Estás invitado a la ceremonia de matrimonio de:
Steve Rogers y Margaret Carter.

Que se llevará a cabo..."

Ni siquiera pudo terminar de leerla, la dobló y guardó nuevamente en el sobre, se quedó en shock unos segundos, no sabía si llorar, golpear a alguien o golpearse a sí mismo. Maldijo internamente y con una cara de pocos amigos se puso de pie, con rapidez caminó entre los pasillos en busca de la oficina de Steve, nadie le habló al verlo tan serio.

Una vez que vio la oficina, no se detuvo, caminó con decisión hacia la puerta y la abrió, Steve estaba tras su escritorio leyendo informes, cuando la puerta se abrió lo miró asustado.

—¡Buck! Me asustaste.

—¿Qué es esto?

Dijo lanzando el sobre en el escritorio.

—¿Pero qué...?

—¡Te dije que no te atrevieras a enviarla! ¿Estás burlándote de mí?

Steve tomó la invitación incrédulo.

—No, no, no. Bucky, yo jamás querría eso, yo...yo no la he enviado.

—Estaba sobre mi escritorio.

—Buck, yo no la envié, y de cualquier manera, si está ahí es por algo, tal vez fue Peggy, yo...en realidad me gustaría que estuvieras conmigo ese día.

Bucky apretó su mandíbula molesto y sabiendo que estaba por llorar se dio la vuelta y salió de la oficina, caminó con valentía a través de todos y llegó a la suya donde sentado delante del escritorio estaba Jack.

—¿Qué haces aquí?

—Uh, deberías quitar esa cara, precioso.

—No estoy para bromas, Thompson, lárgate.

Thompson se acomodó sobre la silla y se acercó al escritorio para poder acercarse también a Bucky.

—¿Mal día, James?

—¡Sólo lárgate!

—¿Qué pasó con Rogers ahora?

—No es tu maldito problema.

—¿Fue él, eh? ¿Hasta cuándo, James?

Bucky pasó sus manos por su rostro con desesperación.

—No estoy de humor para aguantarte hoy, Jack, por favor, vete.

—¿Qué te hizo ese imbécil?

—Nada.

—Mírate, estás alterado, James, por Dios. ¡Dímelo!

Bucky lo miró molesto y se puso de pie para abrir la puerta de su oficina.

—¡LÁRGATE!

Jack se puso de pie con elegancia y se acercó hasta la puerta donde Bucky esperaba tan enojado, Jack se abrochó su saco y se acercó al rostro de Bucky.