Por poco uno cree que carezco de ganas o de fallas, cuando mis defectos siempre incluyeron nunca poder olvidar y nunca siempre terminar perdonando.
Esta noche no quiero escribir, pues en lugar de desahogarme con las letras; lloré.
Pero entre tanto llanto, suplicio y suspiro, comprendí que en realidad mi dolor no provenía de mi tristeza. Tras tantos meses por fin fui capaz de producir el néctar de la vida, tantas cartas que escribí y hasta ahora pude llorarte. Pero entre tanta melancolía me volví a sentir vacío
siento que con cada lágrima platina que remoja mis mejillas, pierdo un minuto más que podrías estar doliéndome. El dudoso y doloroso recuerdo tuyo también trae consigo el pasado— y estoy seguro de que si pudiera volver a escuchar tu risa, al menos eso... Entonces no faltarían pulmones para tanta corrupción generada entre mis pensamientos. Podría reír y vivir a gusto, con tu melodía de despreocupante y saber que sigues gozando de mis chistes. Eso sería vida... nada en sí me faltaría; tan solo quizás. Tú.
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La carta
PoetryEra un escrito que volvía a un hombre alguien mortal. En sus ratos libres pensaba sobre cómo morir, sobre cómo dejar los recuerdos fluir a un pasado tan ajeno como lo eran sus amistades más viejas. Deseaba un mundo a lo utopía donde vivir no fuera t...