Crónicas de una sombra

CAPITULO 2

Todo el día lo sigo, se ha levantado temprano, se baño y cambio con ropa desalineada, no le
o, pero puedo ver que si se esforzara un poco mas, seria muy
apuesto; llega a la escuela, entrega todas sus tareas, es muy listo y eso es bueno para mi, ya
que tiene un perfil bajo; no me despego de él en ningún instante, quiero que sienta mi
presencia y parece que lo logro, en varias ocasiones voltea hacia donde estoy con la sensación
de que alguien o algo lo observa, y es ahí cuando se la manera en la que me presentare, seré
sto lo que él necesita, alguien que lo escuche y lo apoye, ganarme su confianza
para lograr que haga lo que yo quiera, y es que así son la mayoria de los hombres, se dejan
llevar por una chica bonita. Al terminar las clases, lo sigo por todo su camino, es el momento de acercarme a él, estoy a su lado, puedo percibir su aroma, una mezcla de citricos con flores y algo de canela, puedo ver sus ojos rojos por tantas lágrimas que se rehusa a derramar, todos los que lo ven
podrían sentir lástima por él, pero no yo, esa no es mi naturaleza.
Patea una piedra que se encontraba en su camino y se detiene, voltea hacia donde estoy como si pudiera verme, y se pierde en mi mirada por un momento, baja la cabeza y sonrie; parece incluso que me esperaba, mis amigos nos solían acturar así, sin embargo es momento de actuar, tomo la forma que he estado preparando para el, una chica delgada, de
apariencia frágil, ojos muy abiertos y oscuros, pero con una voz autoritaria le digo:

-Hola!- por un momento se sobresalta, como si no supiera que le hablan a él, asi que repito
-He dicho hola!
-Disculpa, ¿Quien eres?-me contesta, percibo un poco de miedo en su hablar
-Soy una amiga, puedes llamarme como prefieras- le sonrió, trato de mostrar empatia con mis ojos, de hacer que sienta confianza y tranquilidad a mi lado.
-Pues mucho gusto, soy lan- dice tartamudeando un poco.
-Eso ya lo sabia-y le guiño un ojo.
-¿Eres como mi ángel de la guarda?
-Eso depende de cual sea tu definición de guardar- acto seguido, baja la cabeza, vuelve a
sonreír, se da vuelta y continúa caminando, de vez en cuando se fija que yo le siga el paso mirándome de reojo.

Fue más sencillo de lo que me imagine, durante todo el transcurso del camino estuvimos hablando de él, se me hace fácil escuchar a las personas y fingir interés; a lan le encantó y me
conto de su madre, que su rutina consiste en trabajar, llegar casa y beber hasta dormirse, por supuesto eso ya lo sabia, el piensa que necesita llevarla con un profesional por ayuda, su vida es un tremendo escándalo, pero aquí estoy yo para ayudarlo.
Se me olvidaba comentarles que ahora mi nombre es Kim, no se de donde lo saco, aunque no esta nada mal y
a él le parece mas cómodo, asi que bien por mi.
También me narra la forma en la que murió su padre, sus ojos aún se llenan de lágrimas al mencionar su nombre, su voz sale en apenas un susurro. Al parecer fue asaltado por un joven, aunque existía un testigo, los detectives aun no lo localizan, según la descripción fue un joven
de unos 25 años, caucásico, cabello castaño, de unos 185 cm de altura y 80 kg, para mi seria fácil localizar a ese sujeto, pero no lo haré, porque es algo que lan tiene que hacer, por la
manera en la que habla de él, se que le tiene un profundo odio, lo veo en sus ojos, en sus manos que se vuelven puños, en la intensidad de su mirada y en el tono rojizo que toma su piel. Seguimos hablando toda la noche,
de sus sueños y esperanzas, es una forma de despedirse de ellos ya que tiene un nuevo sueño, uno que me enorgullece, encontrar al asesino de su padre y hacer que pague.