CAPÍTULO 5

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Como era de esperarse, al llegar a casa lan se encontraba agitado, nervioso, ya que habia pasado ese efecto de la adrenalina, se sentia culpable; lo primero que hice fue mandarlo a
bañar, la camiseta se había manchado de sangre, por lo que le pedi que junto con los pantalones los pusiera en una bolsa de nylon, de esas de basura, para despues quemarla, no puso objecion y es que no tenia mas remedio, una vez que empezó ya no podía parar. Al terminar la ducha tomó asiento en la cama y se quedó observando el piso por mucho tiempo, lo comprendia, era el primer crimen que cometió, era un asesino, cuando volteo a verme, ya no
vio a la chica, me vio realmente a mi, alguien que luce como un chico, solo que seguia teniendo
los mismos ojos oscuros, creí que se asustaria, pero solo comenzó a reir, siempre me asombraba la manera en que los humanos reaccionan al estrés i a li extraño, siempre de manera inesperada.
No me costó mucho trabajo que durmiera tranquilo, sin preocupaciones; honestamente me sorprendi, hacia todo
como yo se lo pedia y sin protestas; lo observé dormir, me pregunte cuando fue la última vez que habia sentido paz, claro que la habia sentido con la muerte de ese chico hace apenas unas horas, pero una verdadera paz, creo que fue con la muerte de Amy, mis pensamientos me llevaban casi siempre hacia ella, y entonces observé a lan, tal vez podria tener ese nivel de
intimidad con él, tal vez.

Crónicas de una sombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora