CAPÍTULO 8

7 0 0
                                    

Tarde o temprano esto iba a pasar, nos atrapan, o mas bien dicho atraparon a lan, la decepción cubrió la vida de su madre, quien se negaba a aceptar los hechos aun cuando las pruebas eran innegables, contrató abogados pero sabia que tenia las de perder.
Cuando los detectives descubrieron que la relación entre todos los asesinatos era el aspecto de las victimas pudieron relacionado con el homicidio del padre de lan, cuyo sospechoso cubría esas
mismas caracteristicas, por lo que visitaron la casa y se percataron de que el hijo actuaba de manera extraña cuando le mencionaron los homicidios, de ahi fue sencillo, solo
montaron guardia una par de noches y siguieron a lan cuando salia entre las sobras, antes de atacar a su victima lo capturaron, lo llevaron a la jefatura para interrogarlo; para ese tiempo ya
habiamos avanzado bastante, lo culparon por 36 homicidios pero él nunca se defendió ni se culpó, estaba tan apegado a mi, que parecia que yo actuaba por él, en los momentos que se
ponia nervioso era peligroso, comenzaba a gritar y atacar a quien estuviera cerca, lo tuvieron
que aislar de los demás prisioneros en lo que se llevaba a cabo el juicio; y aunque este amigo me agradó bastante ya me había aburrido, pero no podia dejarlo solo ahora, teníamos que
terminar esto de manera épica.

El dia que lan Black falleció, la nota estuvo en todos los noticieros, la gente no podia dejar de hablar de él, el asesino en serie más joven del condado y asi fue por varios meses, como lo dije, fue algo épico; ese dia comenzaría el
juicio, por lo cual desde temprano todos daban vueltas para tener todo listo, lan conocia el plan, yo se lo habia susurrado al oido la noche anterior y como respuesta una sonrisa maliciosa se habia dibujado en su rostro; cuando el oficial llego para dejarle comida, lan actuó de manera extraordinaria, justo cuando el oficial llegaba a su lado, en un abrir y cerrar de ojos lan le rompió
el cuello, y gracias a su descuido la puerta de la celda estaba abierta, se apresuro a cambiarse
de ropa, ahora lucia como un oficial y tenia el arma de uno, aunque podiamos escapar y escondernos en otro lugar, ninguno de los dos quería esto, como cualquier buena historia debia
tener un gran final, y así fue, asesinó a los oficiales que encontraba y robaba sus armas para seguir con su camino, solo pudo avanzar unos cuantos pasillos mas cuando estuvo rodeado de
decenas de policias, le daban la opción de rendirse pero no lo haríamos, nos quitamos el pequeño sombrero para que todos pudieran vernos, si ese día moriria, me encargaría de que se llevara a varios con él, comenzamos a disparale a los oficiales y ellos a nosotros, aunque yo no sentia
nada, el cuerpo de lan si, se sacudia con cada impacto de las balas en su cuerpo, con la ultima bala que tenia el arma, lan se quitó la vida, era lo minimo que podia darle, que fuera él mismo
su ejecutor, lo último que pasó por su mente fue su amigo muriendo y todas sus demás víctimas pasaron en un flashaso, también pasó una imagen de su padre, y ahi se fue su último
aliento.

Crónicas de una sombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora