CAPÍTULO 7

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Cuando le dije a lan que tenia a otro sospechoso, no se detuvo a preguntar quien era, y es que no importaba realmente, asi era esto, yo buscaba y él asesinaba. Salimos como siempre, listos
para la acción, nuestra arma esta vez seria un cuchillo, como la primera vez que lo hizo, la diferencia era que ahora no seria tan rápido como cortar la yugular, sino le dije que fuera en el
pecho, y él aceptó.
Seguimos al joven un buen tramo, y cuando estuvo completamente solo, lan salió a su encuentro, pero esta vez no me perdería detalle, asi que lo segui en cada paso, como si fuera
su sombra; puso el cuchillo de cocina de su madre en la espalda para que se detuviera, pude oler el miedo emanar de ese chico, como sus ojos se ampliaron por la sorpresa y de sus labios salió un pequeño quejido; era el momento de actuar y pude ver todo mas lento, lan lo giro para
estar frente a él y sin pensarlo hundió el cuchillo en el pecho, en el lugar que ocupa el corazón lo hundió hasta el mango, y cuando se disponia a sacarlo un poco de sangre le salpicó el
rostro, al mismo tiempo que sacaba el cuchillo levantaba la vista para ver a ese tipo que se habia atrevido a escupirle, pude ver como lo que era ira al principio, se transformó en pánico, al
fin habia reconocido a su victima, era su amigo y pude ver por la expresión de su amigo que también lo reconoció, y pude ver que sus labios se movían para articular una única palabra, su
última palabra "tú".

De vuelta a casa lan estaba mas enfadado, no sabia que hacer, solo daba vueltas por todo la habitación, no me podia provocar otra cosa que no fuera risa; se repetía un montón de cosas a
él mismo, cuando ya no pudo mas, se observó en el espejo, por fin comprendia todo lo que
habia hecho, su ira se mezcló con llanto y comenzó a buscarme con la mirada, pero no podia verme, gritó y gritó preguntando donde me encontraba

-¡Kim!,¡Kim!¿Dónde estas?!

Como no podia mas solté una risa, una verdadera risa, por fin lo tenia donde yo queria, por fin era completamente mio; camino hacia el origen de la risa, se posó frente al espejo pero en
lugar de verme a mi, solo se vio a él, pero sus ojos no eran del color que deblan ser, ya no eran ámbar, ahora eran negros, oscuros como la noche, y pensó estar alucinado cuando su reflejo
comenzó a reir, ahí comprendió que era yo, lo cual significaba que yo era él ahora.

-Por qué me has hecho esto? - preguntó con voz angustiada.
-No entiendo de que hablas-repliqué, con una sonrisa aun dibujada en mi rostro.
-Has hecho que asesine a mi propio amigo.
-No, te equivocas, tú lo hiciste, yo no te obligue, no te he obligado a hacer nada.-dije muy
tranquilo
-Me engañaste, no sabia que fuera él, yo no quería hacerlo- comenzó a sollozar.
-Y no has pensado en las personas que has asesinado, tenian amigos, un padre, una madre, tal vez, y no importó, no te ha importado nada que no seas tu mismo, asi que no me vengas
ahora con el pretexto de que te sientes culpable. O es que ya olvidaste a tu padre? Todo esto era por él, recuerdas...
-No! iNo era esto lo que quería, y lo sabes muy bien!
-¿Y qué harás? Ya están muertos lan, no puedes revivirlos, no puedes hacer nada.

Se quedo callado, sabia que con eso último habia ganado, ya no se podria deshacer de mi, estaba dentro de él, dejó que me adueñare completamente de su mente, de su cuerpo, y cuando
levantó el rostro hacia el espejo imito mi sonrisa y solo dijo:
-¿Quién es el siguiente?

Crónicas de una sombraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora