━━CHAPTER SEVEN

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CAPÍTULO 7 🔮 AGRIA BIENVENIDA

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ISLA DE LOS PERDIDOS
Lady Tremaine: Rizos y Tintes


Mientras una sentía total satisfacción, pues lo que tanto quería se había cumplido, la otra no sabía como reaccionar.
No sabía si el tono perverso que había usado no era real o solo estaba bromeando con ella. Descartó esa suposición cuando se dio cuenta de que Efica no tenía la más mínima intención de darle la bienvenida.

—¿Viniste hasta aquí en tu limusina privada? ¿Fue cómodo el viaje?—preguntó la pelinegra fingiendo preocupación.

—Renuncié a todo eso. Vine en mi motocicleta —respondió la otra gemela.

Efica soltó una risa amarga, negando con la cabeza mientras se mordía el labio inferior.

—Un gran cambio —la señaló guiñándole un ojo para luego volver a reír.

Dizzy, que estaba en medio de ambas, miraba de un lado a otro con incomodidad. La tensión podía sentirse en el aire.
Cuando Efica dejó de ser —sarcásticamente, obvio— soltó un suspiro, mirando a su hermano.

—¿Por qué viniste, Igna?

—Effy-

—No me digas Effy.

Mal quedó levemente boquiabierta, olvidando por un segundo lo que iba a decir.

—Lo arruiné todo en Auradon.

—Si, también aquí lo hiciste.

—Vine porque... vine porque me rendí, ¿si? No soy una chica de Auradon.

—Mmm, los vestidos, el cabello, el maquillaje y los buenos modales no decían lo mismo.

—Voy a ordenar los productos... Si —Dizzy salió corriendo aún con la escoba en mano, dejando a las dos hermanas solas.

Mal se mordía la lengua cuando tuvo el impulso de querer pedirle a Dizzu que se quedara allí.
Sabía perfectamente que Efica no tenía límites.

—Así que dime, hermanita, —pronunció aquella palabra con un poco de desagrado —¿qué te trae por aquí, a este basurero al que le diste la espalda? —cuestionó, tomando asiento y poniendo sus pies sobre la mesa donde estaban algunos de los productos que Dizzy usó para teñirle el pelo—¿Peleaste con tu amado príncipe? ¿No te regaló la tiara que querías? ¿Te dijeron que no?

—Efica, entiendo que estés enojada, que no quieras volver a verme...

Por un instante la pelinegra pensó en interrumpir a su gemela, pero fue más grande su duda por saber como acabaría su inútil discurso. Si su objetivo era hacer las paces con ella, no estaba ni cerca de lograrlo.

—... Pero en serio necesito que me escuches.

Hizo una pausa, observando el rostro inexpresivo de la chica sentada delante suyo.

—Creo que al final pasó lo que tenía que pasar. Fue bueno mientras duró —soltó una risa llena de nostalgia y dolor.

—O sea que viniste a la Isla porque "recapacitaste" y por fin entendiste que no eres una princesa.

—Si.

—Bueno, te diste cuenta muy tarde. El odio que Auradon te tenía al principio no se compara con el que la isla te tiene ahora —le informó Efica, poniéndose de pie.

—¿Me odia la isla o me odias tú?

—Es lo mismo, Mal. Si digo la Isla hablo de todos, porque yo sigo siendo parte de ella, a diferencia de otros —miró a su hermana de arriba hacia abajo soltando un suspiro al final.

—¿No puedes dejar atrás el rencor un momento?

Los ojos de Efica se ensancharon.

—¿Dejar atrás el rencor? —rió—¿¡Dejar atrás el rencor!? —una vez que finalizó se echó a reír, mirando a Mal mientras que la antes mencionada sentía un potente dolor en el pecho—. Sé que no debería estar sorprendida pero- —volvió a reír —¡ES QUE SIMPLEMENTE NO PUEDO!

—¡Ya, Efica! —rogó la ex-villana que ahora trataba de volver a sus comienzos.

—¡Basta tú, Mal! —dejó de reír de un momento a otro, cambiando radicalmente su expresión a una de ira.

La de ojos verdes la miró mal.

—Está bien, quédate en la Isla, pero te digo algo, Igna —se acercó a la chica con lentitud —, te van a comer viva, y cuando eso suceda yo estaré ahí, sin hacer nada.

Mal tragó con fuerza mientras veía a Efica.

—Estás advertida —finalizó dándole al momento un toque sombrío.

Pasó junto a Mal chocando su hombro con el suyo, haciendo que la susodicha cierre los ojos.
Efica caminó hasta la salida no sin antes dejar dinero en el mostrador.
Abrió la puerta, miró de reojo a Mal y forzó una sonrisa.

—Bienvenida a la Isla de los Perdidos, hermanita.

Y salió de allí, cerrando la puerta con fuerte y causando un estruendo.

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author's note: El martes tengo prueba y me preocupa no poder estar al tanto con el maratón.

F por la puta semana que viene.

Maratón 1/?

Oh Sister ⋆ DescendantsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora