Capítulo 6

246 31 7
                                    

Isabella colocó su mano sobre su estómago... Había un niño allí; era una pequeña vida, tan pequeña que incluso cabía en ella... Era tan hermoso, y es que ella apenas y estaba embarazada... Su bebé pronto nacería.

-¡Cariño! — llamó su esposo desde la parte de abajo — ¿Hay leche?.

-¡Creo que en la nevera! — le contesto en el mismo tono meloso la mujer.

Así es, el niño sí tenía padre y eran felices... Felices sin él...

Ding Dog.

Llamaron a la puerta del apartamento, Isabella con una vivacidad no digna de una futura madre corrió a la puerta y la abrió. Desde luego era su amiga morena Krome.

-¡Buen día! — dijo sentándose en el sillón —¡Hola Leslie!.

Saludo pues a la pareja de Isabela cortésmente. Ella era la compañera de habitación del colegio de Isabella, la cual, curiosamente también lo fue en la universidad, así como fue la madrina de su boda.

Seguida de la morena estaba una niña huesuda, incluso parecía un esqueleto, tenía el cabello negro y largo y la piel pálida.

-¿Quién es ella? — preguntó Leslie mientras limpiaba sus manos y se colocaba a la misma altura que ella.

-Susan dile hola al señor — pidió Crone amablemente.

-¡Buño... Buños día —dijo en palabras apenas entendibles y es que ella apenas y podía hablar era increíble observando la edad que podría tener la pequeña.

-... — Isabella se preguntó de donde había sacado a la niña pero a sabiendas de lo que la morena podría responderle no le pregunto nada y guardó silencio adsoluto.

-¿Quieres algo de comer pequeña? — preguntó amablemente el varón.

-iollo — respondió ella.

-¿pollo? — preguntó él en duda de sus propias palabras.

La menor asintió, y con una cálida sonrisa el mayor fue y le buscó algo de pollo frito de anoche en el frigorífico.

-es linda — respondió Isabella.

-Es valiosa querrás decir — dijo la morena.

Isabella la observó de reojo y no creyó que finalmente Krone hubiera logrado su objetivo, era indudablemente espectacular.

-Saluda al hijo de un serafín — le dijo Krone con una sonrisa tenebrosa.

Los meses desde aquel día transcurrieron con mucha tranquilidad y paz, ni había nada que impidiera la felicidad de la pareja.

Sólo su vida se arruinó con el fin del embarazo...

Algo raro ocurría con el clima aquel día, ese día el cielo sería eclipsado y todo quedaría oscuro por al rededor de una hora... Sería un eclipse de Sol muy largo, demaciado. Pero eso no impediría el funcionamiento de los hospitales, definitivamente no.

Y mientras el cielo era cubierto de negro una mujer realizaba trabajo de parto sacando de sus entrañas a pujones parte del cuerpo de su hijo.

-el bebé no llora — dijo el doctor — no importa, está vivo...

Lo que se hizo después de revisarlo fue dárselo a la cansada madre, su esposo cordialmente permanecía a su lado con cariño.

Les dió miedo, mucho miedo... Ese niño estaba tan frío como un tempano de hielo y su mirada era tan estúpidamente escalofriante que casi se le cae de los brazos a la mujer.

No pasó mucho luego de eso, ambos se acostumbraron al bebé, y le dieron todo su cariño... O fingieron eso.

Pasaron 3 años, Ray ya había dicho sus palabras y aprendido a caminar hacia mucho tiempo. Leslie e Isabella habían entonces decidido darle una mascota para tal ves hacerle sonreír.

Isabella se quitó el bolso y los zapatos y los dejo dispersados a en el piso, había recién llegado del trabajo... Estaba cansada.

-¿Qué haces? — le preguntó a su hijo que estaba de espaldas a ella en el suelo.

-hola mamá — dijo volteando hacía ella con su ropa y rostro manchados por la sangre del felino.

-ahhhhhh — la mujer gritó de horror y espanto — ¡¿QUÉ HAS HECHO RAY?!.

-no dejaba de maullar y eso me molestaba así que pensé en sacarle los pulmones para que no lo hiciera.... — respondió sin remordimientos.

La escena era tan grotesca que la mujer vomitó sobre el suelo.

-Mamá ¿Por qué vamos al médico otra vez? — preguntó el niño de 4 años con frialdad.

-es sólo que mamá debe inyectarse — mintió la mujer.

Su esposo le había dicho que ese día iba a trabajar y no podría llevar al niño al médico como ya era costumbre.

-señora su hijo no tiene nada — le recalcó el médico por cuarta vez ese mes.

-¡¿Cómo que nada!? — le gritó furiosa Isabella — Esa cosa no siente nada... NO ES HUMANO.

No lo sabía pero sus gritos fueron tan fuertes que traspasaron la pared y se escucharon fuera.

Fue la primera vez que aquel pequeño de ojos largos y pequeñas pupilas lloro en silencio siendo mezquino con sus aún castas sonrisas...

El tiempo pasó... Pelea tras pelea y otra pelea... Ambos estaban hartos, hartos de fingir amar algo que no podía ser amado y que cada vez que se le preguntaba algo con lo mucho que respondía era con un monosílabo...

Pero un día la mujer sonrió... Y el hombre también, ambos se amaron y amaron a su hijo nuevamente.

-¿Quieres té cariño? — preguntó en dulce todo la mujer.

-sí — respondió Leslie.

-no se traten con cariño, es estúpido — murmuró pero nadie lo entendió.

Ray lo sabía, sabía que ambos se eran infieles y sabía que su padre le sacaba toda su fortuna a su madre de su cuenta bancaria, así que pensando que le haría un bien a su madre, un día se lo dijo.

-mamá... La señorita Yoshida ¿es amiga de papá? — preguntó con segundas intenciones que la mujer notó sin discreción alguna.

Su nariz se arrugó y comenzó a golpear al niño, se desquitaba con él por ser un recuerdo de todo lo que ella sufrió y por qué ella sabía desde hace mucho lo que su esposo hacia a sus espaldas... Odiaba a ese mocoso.

Lo odiaba pero sin embargo no podía separarse de él, era suyo y sólo suyo y talves algún día le serviría de algo, o eso pensó ella para excusarse y no ser separada de lo único que le quedaba...

-----------------------------------------------------__________________ Pasado.

Lamento la tardanza y que sea así de corto xd pero no ando de humor para hacerlo más largo xd

Mi Querida Ángel (Rayema)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora