Capítulo 8

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Fue pues que tanto el cielo como la tierra se juntaron y todo fue un armónico canto desdichado cuando la vela de la vida se apagó. Entonces Azrael se preguntó a sí misma ¿Cómo llegó todo a ese punto? Cuanto no supo porqué pero fue arrastrada del plano celestial de las almas al terrenal de la tierra. Ese fue el día en que ella apareció en el hospital parando el trabajo de Rafael, Oliver y salvando a cierto reencarnado de morir.

¿Alguna decisión del más haya?. ¿Quién sabe?, Ella sólo estaba feliz de volver a verlo.

Ray suspiró pesado¿Por qué demonios debía de acompañar a Susan a hacer comprás?. Emma como siempre, estaba detrás de él, a fin de cuentas ¿Dondé más podía ella ir?, Pero, parecía un poco de mal humor aunque se distraía con todo con gran facilidad.

—Haber quiero estos y unos tacones Leylu talla 36 color carmín—. Dijo Susan a la gerente de la tienda.

—En un segundo señorita—Dijo la dama con aquel uniforme que constaba de camisa blanca y la típica sonrisa de un empleado.

—¡Waaaaaa Eso es sorprendente!—Le dijo Emma a una mujer que vendía enciclopedias en la calle.

—Tu amiga es algo extraña—Dijo Susan disgustado a Ray—. Pero en cierta forma es igual a tí. Ambos son adorables.

Adorable ¿¡Él?!. ¡Ja! Eso era imposible. Sin embargo no pudo evitar su sonrojo notable apartando la mirada.

—Vamos que sólo debes de arreglarte un poco y serás muy guapo—Le confesó Susan peinandole el cabello con los dedos, poniéndose de puntillas para hacerlo.

Emma volteó hacía atrás, creía con Inocencio que él y Susan seguirían allí pero... ¿Dondé estaban?. Entonces Emma entró en pánico...

Emma estaba podída... Demaciado y es que se había perdido por completo y eso era muy malo. Era claro que con su muy mal sentido de la orientación se perdería.

Entonces Ray volteó a sus lados y... ¿Emma no estaba?. Eso era relativamente malo pero, era Emma ¿Qué tan mal le podría ir a 3 calles de la universidad?, Sólo tenía que volver y ya.

—Mmm, Supongo que tu amiga se ha ido ¿Vamos por un café?—Se interrumpió Susan—, Disculpa. Té negro, se que ese te gusta.

Entonces Ray se dijo ¿Por qué no? Y decidió quedarse un rato con ella para matar el rato, después de todo había pasado los últimos 5 años junto a Emma, era tiempo de tener un poco de libertad al menos. Él se lo merecía.

Emma no sabía dónde correr o donde ir, era todo un laberinto... Ella ya no sabía nada, no recordaba si ya había estado allí o no... ¡agh! Era difícil de saber.

entonces cierta rubia sonrió con malicia, 5 malditos años para que todo finalizara, y al fin su gran oportunidad estaba allí.

—¡Emma~!—Canturreó Anna con gracia.

A Emma se le puso la piel de gallina, ella ya no podía volar, no podía hacer nada... Estaba perdida mientras las alas negras que eran del tamaño del dije de un collar colgaban del cuello de una chica, Susan.

Entonces Ray observó aburrido el cielo atraves de la ventana, estaba nublado, un clima típico de los días fríos que últimamente habían.

—¡Oye Ray, vamos a allí!—Dijo Susan tomando a Ray del brazo y entrando a una tienda de antigüedades.

—Oye—La frenó en seco—. ¿En verdad vas a comprar o...

Entonces Susan se sonrojó, parecía muy nerviosa y ¿cómo no estarlo si a ella le gustaba él y estaban solos en una ciudad tan grande?. ¡Era emocionante!.

Susan entonces no le respondió y sólo le dió una cálida sonrisa, de esas que sólo Emma le daba haciéndolo sonrojar un poco mientras ella lo obligaba a caminar y de vez en cuando, a correr.

Emma ya no sabía a donde más correr... Era un callejón sin salida, Ya no había más camino o lugar de escape...

Entonces el tiempo de detuvo y Norman llegó...

—¡Vete de aquí Ana!—Le gritó Norman con aire divino.

Entonces Ana rió por lo bajo roncamente y movió la cabeza un poco observando hacia atrás mientras regresaba la mirada con una cínica sonrisa.

—¡No la puedes cuidar por siempre!—Dijo corriendo hacia ellos transformándose en un enorme perro, el mismo que al inicio de formó el ala de la anaranjada.

Ya no había tiempo... Nada de tiempo y eso Susan lo notó de inmediato. Anna le había explicado de que eso significaba que ella tenía problemas y debía terminar el trabajo ella misma.

Susan beso con gentileza la mejilla de Ray y luego se echó a correr incluso a veces saltando sobre las personas o haciendo algunas piruetas. ¿Estaba genuinamente enamorada?. ¿Quién sabe?.

Tanto Emma como Norman sintieron la putrefacción de la presencia de algo impuro. Era Susan y venía a ¿matar a Emma?.

Las cosas se veían difíciles o al menos para Emma, Norman ya tenía la situación controlada desde que llegó, pero fue, cuando Susan dió su primer paso en el callejón y aquel pequeño dije se hizo mucho más grande y se pegó a su espalda que Norman sintió un fuerte dolor, tan fuerte que Anna pudo derrivarlo como si de una pluma se tratara. Metiendolo en su hocico, masticandolo lenta y cuidadosamente casi como si lo saboreara al escuchar el aterrador sonido de sus huesos crujir.

Emma mientras tanto no tenía fuerzas para nada, sólo estaba ahí, en el suelo, ella estaba inmóvil mientras algo se acercó peligrosamente a ella dejándola expuesta a Susan. Ella se agacho hasta quedar lo más cerca que podía del suelo, Susan se sentía culpable, no había duda de eso pero ella no quería terminar en el lugar de Emma.

Entonces todos los demonios en el infierno empezaron a llamar con furia el nombre del que había armado hacia eones la rebelión del cielo, clamaban con furia pues el planeaba abandonarlos.

—¡No puedes irte!—Dijo Ana pero Lucifer sólo la vió con frialdad—. ¡Si te vas ella morirá!.

Entonces el volteó hacía para con Anna y con una sonrisa socarrona le dijo:—¿Qué te hace pensar que eso ocurrirá?.

____________________Atrapada_____

Bueno, pues ya sólo falta únicamente 1 capítulo y el epílogo xD. Yo ya se los había dicho, sólo haría 10 partes y dado que para mí el epílogo cuenta como una...

Mi Querida Ángel (Rayema)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora