1O 。 ❛ caída en picado. ❜

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— He oído que las del Date dan un miedo terrible, —susurraba Yuzuki, agazapada, caminando detrás de la capitana—. que son más altas que un muro y te congelan de solo mirarte. - un escalofrío recorrió la espalda de la líbero y se escondió un poquito más tras la espalda de su amiga—.

— Venga, no te preocupes... No es para tant... —Kagura no logró acabar su frase, se quedó en silencio y tragó saliva—.

— ¡Claro que me preocupo, Kagura...! Son unos monstruos, van a terminar con nosotr... —la peli-caoba notó unos pequeños golpecitos en su brazo, como si su acompañante tratara de llamar su atención de una forma sutil—. ¿Hm, qué te pasa ahora? —al estar escondida tras su espalda no veía nada—. Oye, ¿es cosa mía o empieza a hacer mucho frío? —no obtuvo respuesta alguna, lo cual la incentivó a abandonar su improvisado escondite para luego encontrarse con un grupito de jugadoras de ducho equipo. Si Yuzuki ya era tan blanca como la misma nieve, ahora estaba tan pálida que parecía un muerto. Sus cables se cruzaron y en su mente se apareció la idea de que aquellas muchachas eran, en verdad, caminantes blancos.

— Nanami. —habló una de las contrarias, clavando sus ojos en la capitana del equipo rival—.

— ¿S-Sí? —la voz de la aludida tembló un poco, cosa que indicaba que el miedo se había apoderado de una parte de ella. Eso era malo, malísimo—.

— Mucha suerte hoy, pues la vais a necesitar. No deberías... excederte. —las dos féminas -también pertenecientes al Date- que acompañaban a la que que llevaba la voz cantante se cubrieron la boca para intentar esconder una risilla maliciosa, cosa que no consiguieron en absoluto-. Y tú, pequeño bichito... -sus gélidos ojos se movieron hacia Yuzuki, quien no dudo en realizar contacto visual con ese rascacielos. Una sonrisa socarrona hizo acto de presencia en la mayor, divertida por ese gesto que tuvo la pelirroja—. Cuidado, no te vayamos a aplastar... —y tal como habían aparecido se fueron—.

Kagura y Yuzuki se quedaron completamente quietas hasta que notaron que volvían a estar sólo ellas dos; estaban a salvo. Un suspiro de alivio se escapó de entre sus finos labios color cereza.

— Nos hacen unas poses y ya parecen los hombres del pilar de JoJo's. —se atrevió a comentar la colocadora. Tras eso, observó a su compañera de equipo, quien tenía una mueca indescifrable en su rostro, ¿era rabia o miedo? No se aclaraba; el embrujo del Date femenino sí que parecía haber hecho mella en la susodicha—. Pero, oye, no te preocupes, siempre hacen lo mismo y nunca consiguen...

— ¡Nos van a... aplastar! Son todas más altas que... Matsu-san, y, y, y... —de verdad, apenas se podía distinguir si eso era un suave sollozo o una maldición entre dientes—.

— Bueno, será mejor que vayamos a la cancha, ¡el calentamiento empieza ya~! —canturreó la capitana, agarrando los brazos de la líbero y arrastrando a ésta hacia las pistas con su renovada sonrisa—.

No tardaron demasiado en llegar a su destino y, por sorpresa, el resto del equipo estaba allí, en la pista, como si estuvieran esperándolas. Kagura pestañeó incrédula, al igual que el pequeño lastre pelirrojo que arrastraba con su mano derecha. ¿Qué les había dado a sus compañeras...?

— Hola, capitana... y Yuzuki. —la primera que se atrevió a saludar fue Aimi, al igual que siempre. Pero hoy había algo diferente en la atmósfera del entreno—.

Ninguna de nuestras protagonistas quiso decir nada sólo asintieron en respuesta; esperaban expectantes a que
Hoshi, quien parecía querer decir algo, y no se atrevía, diese el primer paso.

— Uhm, ¡g-gracias por la victoria de ayer...! —exclamó, realizando una perfecta reverencia de 90 grados justos. El respeto que transmitía su acción llegó al corazón de las demás integrantes, quienes dejaron a un lado su timidez y se reverenciaron igual. Kagura sintió cómo su corazoncito se inundaba de calidez, y no pudo evitar que sus orbes cerúleos se aguasen un poco por la emoción del momento—. Hemos hablado largo y tendido entre todas a petición de Megumi y... sentimos haber jugado con tanta desgana. Prometemos ponernos las pilas a partir de este mismo momento y lograr la victoria para que las de último año podáis iros por la puerta grande en este último torneo, ¡de veras! Yuzuki y tú nos habéis... inspirado mucho, y queremos responderos con las mismas ganas.

AS SIMPLE AS BLACK 。 haikyuu !! ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora