Está totalmente normalizado que la amistad entre un chico y una chica siempre correrá sus riesgos.
Pero, ¿Cómo te explico que te amo sin que te espantes?
Prefiero susurrartelo mientras duermes hasta que consiga deshacerme de lo que llevo dentro.
Tu repentina aparición en el entrenamiento de hoy me tomó por sorpresa.
No dude en recibir tu abrazo y secar las lágrimas que viajaban por tus mejillas.
Me dijiste cuanto lo sentías, que realmente no sabes que te pasa y que me quieres mucho.
Mentiría si no confesara que me sentí malditamente bien en ese momento y sería un mentiroso aún más grande si no dijera que sentí ganas de golpear a William cuando comentó lo bella que eras y se atrevió a preguntar si tenías novio.
Por primera vez sentí unas ganas incontrolables de mantenerte alejada de esos idiotas.
Siento que cada vez se me hace más difícil controlar lo que siento por ti.
Aunque la verdadera interrogante es, ¿Qué siento por ti?
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