Cuando un fax de ruptura llegó a casa de su amigo Changgu, Cho Jinho apenas fue capaz de creer lo que leyó en él. Pero no estaba dispuesto que Mister Alto, Rico y Encantador destrozara la vida de su amigo así como así. Antes pensaba darle algunas le...
Wooseok llegó al Cachafaz en capital cinco minutos antes de la hora. Había dejado la chaqueta y la corbata y se había puesto una cazadora que llevaba en el coche. Eligió una mesa cercana a la enorme barra, que prácticamente dividía el local en dos, separando la zona de restaurante de la pista de baile. Desde allí tenía una buena perspectiva de la entrada. En cualquier momento aparecería un hombre de los que les gustaban a Jung: alto, castaño y deslumbrante.
Mientras las parejas bailaban en la pista el frenético ritmo impuesto por el grupo que amenizaba el local, Wooseok se fijó en un hombre que entró sólo en el club. Alto, castaño y bonito, vestía un pantalón negro apretado y una remera blanca con una campera de jean. Pensó que su espera había terminado, hasta que apareció tras él una mujer que lo besó en el cuello.
Wooseok dio un sorbo a su whisky, sintiendo el inicio de un dolor de cabeza mientras el grupo seguía tocando a todo volumen. La tentación de irse y dejar correr el asunto fue grande, pero sabía que su deber era proteger el buen nombre de la familia Jang.
Miró su reloj y alargó la mano para dar un nuevo sorbo a su bebida justo cuando otro hombre entraba el club. Parecía estar sólo, pero no podía ser Yeo.G. No era castaño, ni alto. Un lindo y lindo pelo gris enmarcaba su delicado rostro. Vestía unos pantalones negros con una camisa de suaves tonos y manga larga. Tenía clase.
Sosteniendo un pequeño abrigo contra el estómago, miró a su alrededor y finalmente se encaminó hacia el bar. Incluso su manera de moverse atrajo la atención de Wooseok. Había un sutil sensual en la forma que se encaminaba hacía uno de los taburetes vacíos de la barra.
A diferencia de su hermano Yang, Jung Wooseok nunca había sido un hombre dado a ligar en aquél tipo de lugares con frases hechas como «¿No nos hemos visto en alguna parte?», o, «¿Cuál es tu signo?». Aunque los hombres iban y venían de su vida con cierta fluidez, una de sus reglas era que la vida era demasiado corta como para ser como Yang. Pero mientras observaba cómo se apartaba aquel hombre el pelo del rostro con una esbelta mano y luego se inclinaba hacia el camarero, comprendió que toda la regla tenía sus expresiones.
Ya que debía esperar a que apareciera el novio de Hongseok y no tenía que estar en el hotel hasta las nueve, no había mejor forma de pasar el rato que sentándose junto a él a beber algo.
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Jinho odiaba los lugares como el Cachafaz. El ambiente estaba cargado de humo y la música asaltó sus oídos nada más entrar, haciéndole que cualquier conversación con Yang en aquél lugar resultaría imposible. Pero también lo sería que se pelearan.
Yang había elegido deliberadamente el lugar para su encuentro. Cada vez le caía peor aquél tipo. Al parecer, le gustaba controlarlo todo. Incluyendo a Changgu. Cruzó el abarrotado local hasta uno de los pocos asientos vacíos que había junto a la barra. El camarero se acercó a él en cuanto se sentó.
Jinho miró al joven, que apenas debía tener la edad permitida para beber, y menos aún para servir alcohol. Vestía pantalones cortos negros y una camiseta fucsia con el logotipo del local. Estaba literalmente macizo. Sonrió brillante.
—¿Qué te gustaría tomar? —preguntó.
Jinho sabía que la respuesta adecuada habría sido «a ti», pero no le pareció el momento adecuado para darla. Se sentía nervioso ante la perspectiva de su cercano encuentro con Yang.
—Agua mineral con toque de limón —contestó, alzando la voz por encima del cacofónico ruido reinante.
La sonrisa del camarero se ensanchó mientras decía:
—Buena elección —alzando el pulgar a la vez que le guiñaba el ojo.
Jinho miró los espejos ahumados que había en la pared , tras la barra. Entre los hombres que se veían reflejados en ellos vio varios rubios, altos y atractivos. Pero ninguno de ellos parecía estar buscando a alguien en particular.
Estaba concentrado en tratar de localizar a Yang cuando fue sorprendido por alguien que habló a su lado.
—Ya podes dejar de buscar, nene. Acabas de encontrar al tipo que querías.
—
Quiero aclarar que wuso y hongseok acá son hermanos de corazón. A woo lo adoptaron y terminó trabajando con su hermano. No lo puse en la historia por que no me gustaba como iba a quedar. Por eso jinho se va a confundir con los apellidos por que son similares al pronunciarlos. listo besIIITOSSSS STREAM HUMPH Y HAPPINESS!!!1
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