one

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Jimin

Sí, bien. Debo admitir que mi nueva casa no está tan mal.

Digo, al menos mi dueña no me separó de todos mis hermanos. Pudo haber sido peor, pero agh, ¿traerse a JungKook?, ¿en serio maldita lisiada?, ¿de entre todos mis ocho hermanos tenías que elegir al culero de JungKook? Al único que desde que tengo memoria —que no es mucha debo agregar, sólo tengo un mes, ya soy todo un adulto hecho y derecho— le gusta abusar de mí.

Sí, abusar.

No entraré en detalles.

Nuestra jaula es más grande que en la que estábamos en la tienda, no lo sé. Quizás se siente más grande porque no somos nueve sino dos. Ojalá hubiera sido sólo yo.

Ya ni me entiendo.

Los primeros cuatro días la pasamos al parecer en la casa de la mejor amiga de mi dueña. No hubiera sido tan malo, si la imbécila de la mejor amiga no tuviera un puto perro.

Había dormido todo el día y un ladrido me hizo estamparme en el techo del susto. A penas y pude dormir aquel día no sólo por lo nervioso que estaba, sino también porque JungKook no paraba de burlarse de mí, siguiéndome a todas partes en la jaula.

A veces creo que se obsesionó conmigo desde que nacimos.

Ojalá él no hubiese nacido.

El resto de los días seguí nervioso y a penas y vi a mi dueña. Al parecer se quedó tijereando con su mejor amiga en la habitación del padre de ella. Yo no sé. Hacían sonidos raros que nos despertaban a mitad de la noche y se escuchaban más voces de fondo.

Quizás estaban haciendo una orgía.

JungKook sólo me miraba lascivamente y yo me hacía el estúpido, fingiendo que él no existía sólo para no tener que encontrarme con su mirada de vato calenturiento incestuoso.

Cuando ya fue tiempo de ir a nuestra casa definitiva, mi dueña se quedó despidiéndose de su mejor amiga como por diez minutos. ¿Qué acaso alguna se iba a ir a la guerra? ¡Nadie se va a morir, hijas de puta! Ya dense pikos en esa qk y adiós, ¡qué está haciendo frío, malparidas!

Y mierda, quién diría que mi dueña vive en la otra puta punta del país. Tardamos como cien años llegando y aquel transcurso en auto nos hizo parecer un tira y afloja. De adelante pa'tras, de atrás pa' delante y no, pervertidos, no en ese sentido.

Y sí, apenas llegamos me dediqué a dormir.

¿Qué más podía hacer?, ¿cagar? Pues sí, pero mejor dejo eso para otra ocasión.

{ }

Este primer cap no es la gran cosa. La verdad no sé si el fic entero valga realmente la pena. Este fic trata sobre mis hámsters, básicamente. Y en las cosas que hacen en mi presencia.

Me inspiré gracias a una historia aquí en Wattpad llamada: "El diario de un gato con cara de orto" que de verdad me gustó y me hizo querer hacer algo de comedia y que al final no si realmente lo logré.

No soy buena en esto de la comedia, así que... asdfghjklñsd, no sé.

pd. El hámster de la multimedia es mi bebé Momo, quien hace aquí el papel de Jimin osiosi.


diario de dos hámsters malhablados ─ kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora