eight

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JungKook

Jimin es una diva.

No se aguanta nada, es severo marica.

Como si nunca lo hubiese mordido y montado antes. ¡Já!

Quizás es porque lo llamé gordo, quién sabe. Pero ya no se la deja meter.

De la frustración lo mordí más fuerte y siguió chillando como por cinco minutos más.

Seguramente se acomplejó por el hecho de que todos en la casa hacen referencia a su peso, ¿pero y qué? Así se ve hermoso. Como una bolita. Podría rebotar y todo.

Hoy quise hacer ejercicio en la rueda para poder sacar todo el estrés, pero al parecer Jimin también quería hacer lo mismo. Ninguno quiso rendirse para obtener el lugar, y a un intenso Mortal Combat le siguió un Fatality dónde mi pene y testículos quedaron justo en la cara de Jimin.

Los detalles me los reservo, pero sí, lo disfruté.

De hecho, entendí su indirecta y lo monté. Porque fue una indirecta, ¿no? Sí, obvio.

¿Y cómo que no, gonorreas? ¡Que sí!

Ahora, cada vez que me le acerco sale huyendo, fingiendo que tiene dignidad cuando es obvio que nació sin ella.

Una diva total.

No me estoy quejando, amo su actitud.

¡Pero me estoy quejando! Cada vez que me le acerco el muy marica huye de mí. ¡De mí! Yo, quién no le he mostrado más que amor —del anal y del bueno, u know what I mean— estoy siendo constantemente rechazado por Jimin, ¡quién incluso comienza a llorar sin que tan siquiera lo toque! Uniéndome al club de los que perdieron la dignidad cuyos miembros son: JooE, la líder, que cuando de dignidad se trata ella cree que es una mosca (mejor no pregunten) y Jimin, la diva.

¡A quién volveré a intentar montar!

Porque el que no es perra, no prospera. 

{ }

Tengo un vídeo donde muestro la situación de esos dos en la ruedita, pero Wattpad no me deja adjuntarlo.'c lo cual es triste porque escribí este cap pensando en mostrárselos. /disappointed but no surprised/

Lo de la mosca, se los explico: Pasa que tengo una crush que estaba conmigo en mi clase de italiano y siempre andaba perdiendo la dignidad cuando interactuaba con ella. Un día, estábamos haciendo una mímica para adivinar qué animal éramos, y luego de que ella actuara haciendo de gato, yo le dije como imbécila: «Yo sé hacer el sonido de una mosca, para que me cazes, grr», y bueno, lo hice para ella y sí. Che vergogna.

diario de dos hámsters malhablados ─ kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora