Capítulo 1 - Una muerte para contar

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*4 años atrás*

- Mamá - la llamé y busqué su mano.

- ¿Dime, cariño?

- ¿Vas a estar bien? - pregunté de manera inocente, sabía que no estaba bien, no en esa camilla.

Ella tomó mi mano con la suya. Estaba fría, no tenía ese calor tan característico en ella, el calor que la hacía que yo me sintiera bien estando junto a ella, un escalofrío me recorrió la espalda al recordar lo que ella hacía para verme bien, me sentí mal por no poder hacer lo mismo por ella.

- Alex - me llamó.

- ¿Dime, mamá? - respondí.

- Eres un chico fuerte y guapo... - dijo, y vi una lágrima rodar por su mejilla. Mi corazón se apretó en mi pecho y una lágrima rodó también por mi mejilla.

Un par de golpes en la puerta nos sacaron de esa mirada melancólica y triste, ella susurró un "adelante" apenas audible, así que yo dije "adelante" con voz firme y de mando. Mi padre apareció tras la puerta, vestido de traje, presentación que usaba para ir a trabajar, y ropa por la que jamás olvidaré por qué lo odio.

*1 año antes*

Llegué a la oficina de mi padre de sorpresa, quería alegrarle el día, pues era su cumpleaños. Tomé el ascensor y empecé a subir hasta la oficina de él. Cada piso que ascendía, me ponía más nervioso. Me sentía grande al ir solo a su oficina, en especial después de haber comprado un regalo para él. Llegué al último piso, y la puerta del ascensor se abrió. Caminé por el largo pasillo que daba a su oficina. Su secretaria no estaba, así que asumí que estaría en su descanso, no tenía cómo anunciarme con él, así que abrí la puerta; sin estar preparado para lo que vería.

La secretaria de mi papá estaba acostada sobre su escritorio, desnuda, mientras mi papá tenía sexo con ella. No era la primera vez que veía eso, ya había visto porno antes, pero jamás lo había visto así de cerca, en vivo y en directo. Y peor aún, jamás pensé que vería a alguno de mis padres en eso, mucho menos en una infidelidad.

Quedé en shock ante la imagen, mi papá seguía en ello, mientras que ella gemía cada vez más y más fuerte. Mi padre levantó la mirada, y al verme, quedó estático, Sam se dio cuenta de ello, y se levantó, me miró, y sus mejillas se tornaron completamente rojas, bajo su blusa rápidamente, cubriendo sus senos, mientras mi padre se arreglaba el pantalón.

Seguí estático, mirando a mi padre en una mezcla de odio, decepción y tristeza. Él se acercó lentamente a mí, trató de tomar mi mano, pero evité la suya con un fuerte manotazo.

- No te preocupes, Josh - lo llamé por su nombre, y no por el "título" que tenía -, mamá no se enterará de esto.

- Alex, yo...

- Cállate - lo interrumpí -, tú, maldito mentiroso, traidor, cerdo, poco hombre, irrespetuoso y patán idiota - escupí con ira.

Josh se quedó mirándome estupefacto, sus ojos eran grandes como platos. Rose estaba detrás de él, viendo la escena con un poco de diversión, me volteé hacia ella.

- No puedo creerlo, señorita Oak, que te hayas prestado para esto - dije con asco.

- Oh, Alex, créeme que lo disfruté mucho - dijo en tono desafiante.

- Agradece que, a diferencia de este bastardo, tengo mis principios intactos - dije y salí de ahí.

Abrí mi mochila, tomé el regalo que tenía para Josh, le quité la envoltura, y contemplé la foto que tenía junto con mis padres y mi hermana, y mis hermanos mayores, y la arrojé al suelo, rompiendo el cristal de paso.

Deadly SecretsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora