Tony POV
Ayer estuve de nuevo en la comisaría, de nuevo por un "asesinato", uno más del que era acusado, y se equivocaban. Ya estaba acostumbrado a ello, sin embargo, seguía con ese sin sabor que me producía siempre estar allá, en especial por ese nuevo oficial; con Mosby siempre me había llevado bien, siempre estaba ahí cuando se trataba de mí, y era un gran amigo de la familia, se llevaba especialmente bien con Louise, y también estaba enamorado de Erika, aunque Erika nunca le ha prestado atención.
Jhonny es joven, dejó la secundaria para enlistarse en la academia, y sorprendió con su gran desempeño, por eso, es uno de los mejores oficiales que han salido de allí, tiene 24 años, y es muy valiente, ha estado en tiroteos, operativos contra narcotráfico, secuestros y robos en bancos, y la lista sigue y sigue en un sinnúmero de operativos a los que nosotros seis escuchamos con gusto cuando viene de visita; generalmente lo hace después de que me llevan, por eso me sorprende que no haya venido aún.
Son las once de la mañana, hoy decidí no ir a estudiar, y Sol y Luna tampoco, y Carolinne decidió quedarse a mi lado. Siempre que estoy allí metido, siento temor, pero ayer no era tan fuerte como otras veces, ver a Jenny en esa silla, me había hecho sentir "poderoso", como si pudiese domar a cualquier dragón proveniente del Inframundo, y su mirada tímida y a la vez aterrada por estar allá, me parecía curiosa y graciosa al mismo tiempo.
Jenny me atraía, y empezó sin darme cuenta, con tan solo unas pocas semanas de verla, y las pocas veces que hemos interactuado, me crearon una atracción por ella. Es linda, bastante, sus ojos marrones combinan muy bien con su cabello castaño, sus mejillas sonrosadas, sus labios delgados, y diablos su sonrisa, esa sonrisa que a cualquier persona hechiza, su voz, dulce pero determinada, es una voz de mando, pero también es una voz de consuelo, es música, es una sinfonía que ni los dioses del Olimpo pueden reproducir, es cautivante.
No puedo estarlo, y si lo estoy, no voy a admitirlo, alguien como yo no puede amar ni ser amado; estoy roto, siempre lo he pensado; Jenna me hace pensar y me ayuda a pensar que no es así, siento que merezco ser querido, además, el estar con mi familia, luego de tres años de terapia después de perder a mi madre, ayudó, en especial Carolinne, que siempre estuvo para mí, que siempre estuvo a mi lado, riendo, o incluso cuando ella estaba mal, estaba ahí, para sonreírme, y siempre sonreía conmigo.
Realmente pienso que no puedo estar enamorado, quizás sea solo una atracción, cómo otra más, alguien con quién nunca voy a pasar más de tres noches, y aunque espero que no sea así, no puede pasar así; no la conozco bien, hay secretos guardados, hay datos, y hay información que no conocemos el uno del otro.
- Realmente eres un idiota - dijo Carolinne mirando hacia el techo.
- ¿Por qué lo dices? - pregunté girando mi rostro hacia ella.
- ¿Por qué no me lo dijiste? - dijo ella girando su rostro hacia mí.
- ¿De qué hablas? - dije confundido.
- De Jenny - dijo ella levantando una ceja a modo acusatorio.
- Sigo sin entender de qué hablas - dije yo girando de nuevo a ver el techo.
- Te gusta - afirmó.
- No - respondí yo.
- Vamos, somos mellizos, y te conozco mejor que nadie, te conozco mejor que tú mismo, y por eso sé que sientes algo por ella, es igual que lo que yo siento por Kamila - dijo ella sonriendo.
- Tienes razón - susurré por lo bajo.
- ¿Perdona?
- ¿Eh? - emití ese sonido confundido.
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Deadly Secrets
Mystery / Thriller¿Qué pasa cuando la locura toca la puerta? ¿La dejas entrar o esperas a que se marche? o, ¿mejor dejas que se adueñe por completo de tu vida, tus acciones y sentimientos? Eso, queridos amigos, es lo que yo hice, invité a la locura a entrar en mí, y...