Juegos Retos y Amor

La Palabra Prohibida (Final)

En la residencia Dragneel por la mañana un muchacho que al parecer solo había dormido unas pocas horas de lo feliz que esta y por la gran experiencia que tuvo, en la misma cama estaba con él una chica de cabellera azul que dormía pegada en el pecho del pelirosa o bien eso aparentaba ella porque al igual que el pelirosa ella no había dormido mucho pero no parecía cansada si no que al contrario parecía que tenía más energía que nunca, aunque esa energía tenía una procedencia un poco libidinosa, pasaron así unos diez minutos más para que…

-"Juvia es una tonta pervertida, porque hiso eso ayer con Natsu…NO, Juvia le robo la virginidad al pobre Natsu y también le echo la culpa a el que no tenía que ver nada, ahora que hará Juvia?"-Se lamentaba la peliazul en su mente y se pregunto que le depararía de ahora en adelante.

-"Se que hice algo tonto y que Juvia me va regañar pero la verdad es que esa es la estupidez mas grande y buena que he hecho en mi vida, ahora tendré que llegar a la parte final de mi plan para poder hacer a Juvia mía, se que debía a ver pasado por todas las fases de mi plan pero ahora por esto solo me queda hacer…"-El pelirosa pensaba como finalizar su gran plan ahora que esto había pasado.

-"Bien Juvia es una dama, así que lo más apto en esta circunstancia es que Juvia debe disculparse con Natsu y regañarlo un poco por a ver seguido, después aclarar que ninguno sintió lo delicioso y placentero de quitarle la pureza al sensual y candente Natsu…NO, Juvia no debe pensar eso, ahora solo tiene que decirle a Natsu que fue un completo error lo de ayer…Natsu?"-Cuando al fin salía de su mundo se dio cuenta de que el pelirosa que tanto la encendía y atormentaba se había ido, ella miro alrededor de la recamar par a ver si aun estaba por ahí pero no lo estaba hasta que…

-Parce que Natsu está haciendo el desayuno-Ella dijo al oler un aroma muy delicioso proveniente de la cocina, ella se puso su ropa interior pero no su ropa si no que tomo la bufanda del pelirosa tapándole los senos pero no por completo lo que cubría eran los sensuales pezones de la peliazul, aunque ella se decía dama lo que inconscientemente quería hacer era "Comerse a Natsu"...

-Espero que esta disculpa sirva…-Antes de poder seguir hablando consigo mismo alguien lo abrazo dejándolo un poco en shock…

Juvia POV:

-Huele muy bien…-Que está haciendo Juvia?...y porque habla tan raro, suena como si lo tratar de excitar.

-Enserio!?...eso me alegra, sabes Juvia quiero discul…-Porque Juvia esta lamiendo a Natsu?

-La comida favorita de Juvia…-

Normal Pov:

-Tu comida favorita?-El pelirosa estaba extrañado mientras ella seguía probando el delicioso cuerpo del pelirosa hasta que…

-Si…la comida favorita de Juvia….Natsu…-Ella le dijo con un tono sensual tanto que hasta pudo derretir al mago que come llamas, ella con una sensualidad y movimiento implacables atrajo al pelirosa a ella, el estaba estático no se movía ni un milímetro, ella aunque en su mente se decía que parara no se hacía caso, el pelirosa solo llevaba un pantalón otra vez el torso estaba desnudo y esta vez sería su perdición, ella se acerco a su abdomen lentamente para empezar a darle unos besos que se encaminaban hacia los labios del pelirosa, a cada beso que ella daba el se estremecía y sentía un enorme placer, cuando llego a su cuello el sentía unas cosquillas que le hacían sentir aun mejor, solo tomo unos pocos besos para llegar a su objetivo los labios de Natsu, el beso que se estaban dando los dos no era uno dulce y torpe si no que en su lugar era uno lleno de pasión, duraron así un buen rato separándose hasta que sus pulmones rogaban por aire pero ella no dejaba de mirar los ojos del pelirosa que tanto adoraba, en su mente ya no se regañaba si no que decía "Natsu es solo de Juvia", con eso en mente y uso de un poco de su magia apago la estufa y jalo Natsu hacia a ella, los dos cayeron en el sofá de la sala, Natsu miro a los ojos de la peliazul para luego recorrer su cuerpo que aun estaba un poco cubierto por su ripa interior y la bufanda que el tanto quería, cuando vio la sensualidad de ella solo una cosa pudo hacer…dejo salir al dragón…su cuerpo la pedía a gritos y el solo quiso saciar su hambre, con fuerza le arranco la ropa interior de ella mientras la besaba con más pasión que el beso anterior que se habían dado, cuando la miro ella lo dejo seguir, sin ningún impedimento el entro en ella otra vez, pero esta vez no empezó lento así como entro el dio con fuerza cada embestida la cual le provocaba un enorme placer a la peliazul pero esta vez ella quería dominar, ella lo aventó para que el que quedara acostado, se subió arriba del para seguir pero esta vez a su ritmo, los dos disfrutaban de ese acto que tanto les daba placer, de tanta intensidad que era los dos estaban a punto de terminar a ella no le importaba nada solo quería llegar al orgasmo, los dos seguían hasta que…