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Al mirarla solo se depremía.

Tratar de caerle bien a todo el mundo era su único defecto, porque en todo lo demás ella era perfecta para él.

Wonpil sabía que ellos solo eran unos interesados.

Con lo timido que era no se atrevía a decirle; "Hey, ¿qué tal?, ¿Sabías que tienes amigos falsos?, ¿por qué no los dejas?"

Crear melodías en su piano inspirandose en sus delicadas curvas, facciones finas y pequeña estatura saciaba su aburrimiento y sus ganas de querer golpearse por no poder acercarse a ella.

¿Por qué yo tenía que ser así?, se custionaba Wonpil.

Desde el otro extremo del corredor veía como en su grupo de amigos hablaban con ella y le pedían favores, después de Murano siempre aceptarlos se iban sin un gracias o un adiós.

Sí él estuviera en su lugar probablemente no se despegaría de su lado. Llevaba hechizado por ella desde ya dos años seguidos y ni una mirada le ha dado. Y eso que van en el mismo curso durante esos años. Simplemente su mirada cayó en la negra cabellera y desde ese momento no se la ha podido sacar de la cabeza.

Nunca ha tenido una ocación para poder hablar con ella. Le frustraba no poder hacerlo, carajo.

—¿Te quedarás mirandola todo el día o qué?.

Dió un pequeño grito acompañado por un brinco. —Dios, Jae, Me asustaste.

Se puso la mano al pecho tratando de calmarse, agachandose un poco y volviendo a incorporarse. Sí que le dió un susto.

—Eres bastante obvio, ¿no lo crees?, Yo creo que hace tiempo ya se debió haber dado cuenta que la has estado mirando. Pensaría que es estúpida si no lo hiciera.

Una vez ya calmado, miró hacia la dirección de ella pero ya no estaba, luego miró a Jae a los ojos con el ceño un poco fruncido.

—¿Tú crees?.

A Wonpil le asustó la idea de que Murano supiera que le gusta, de seguro hace tiempo debe haber practicado como rechazarle el día que se atreva a hablarle. (aunque dudaba demasiado que eso pase). ¿Practicaría por él?, ¿Esperaría que le hablara?, ¿De qué manera lo rechazaría?, Lo único que hacia era custionarse.

Jaehyung rió. —Era broma Won, no pongas esa cara. Vamos a almorzar.

Caminaron por el corredor con no mucha, ni tan poca gente a los alrededores. El rubio teñido hablaba sobre una guitarra que quería comprarse, pero Wonpil estaba en otro mundo pensando en lo que le dijo anteriormente. —¿Estás? —Jae pasó una mano agitando la por la cara de Won, tratando de capturar su atención. El castaño dejó de lado su ensoñación y parpadeo rápido reaccionando y dándole su atención. —Estaba hablandote, idiota.

—¿De verdad crees que ya lo sabe?.

Jaehyung rodó los ojos. —Ya vas a empezar. Era broma, tío. Dudo que siquiera sepa más allá de tu nombre.

Una vez en la cafetería, caminaron hasta la pequeña fila. Jaehyung se formó y Won sólo lo acompañó sin sacar nada. Ya tragó suficientes amargas palabras del rubio.

—¿No comerás?

Dijo Jae, mientras caminaban a una mesa con su bandeja en la mano y Wonpil vacío. Negó con la cabeza.

—¿Seguro?, hoy salimos tarde y serás un muerto viviente. Supe por ahí que a Murano no le gustan los flacuchos pálidos que no duermen, Además un poco más que no comas y desapareceráz, mira lo Delgado que estás. — Rió, a veces Jae lo trataba como su madre y esa era una gran razón por la que se llevaba bien con ella, lo quería y lo aprobaba para su hijo.

Se sentaron en un lugar cerca de la puerta hacía las mesas que estaban al aire libre. Wonpil rodó los ojos y lo pensó mejor. Tenía razón, estaría realmente hambriento a la hora de salida sí no comía algo, porque ni desayuno digerió.

—Iré a buscar una bandeja mejor.

Un poco nervioso caminó hacía la no muy larga fila para el almuerzo por segunda vez. Le daba Vergüenza que alguien llegara a hablar de él o de lo torpe que era, odiaba tener que llamar la atención. "Miren ahí va el tonto de nuevo a hacer la fila". Era realmente muy perseguido.

Una risa. Si, esa risa. La risa de ella se escuchaba cada vez más cerca, hasta que, para confirmar sus sospechas, miró por su hombro a quien estaba detrás de él. Rápidamente se giró hacía delante mirando hacia el piso, agachando un poco la cabeza. Sus sospechas eran ciertas, no quería verla, no estaba listo. Quería el día que ella lo viera el ya tuviera reconstruida la cara con una cirugía plástica.

Miró hacía la dirección de Jae y el sólo estaba sonriendo hacía Wonpil, moviendo los ojos a través de sus anteojos, refiriéndose a la persona detrás de él. Se sonrojó un poco por el nerviosismo, captando lo que Quería decir y miró de nuevo hacía abajo.

—Dios, Murano, Tienes que venir este sábado. Por favor, ¿sí?, hazlo por mí nena.

Era la voz de Young Hyun. Estaba seguro que él estaba detrás de ella en la fila. Wonpil le tenía una envidia tremenda desde que lo vió cerca de Murano. Hace como cinco meses que lo ha estado viendo con ella, Como un grano en el culo ahí el jodiendole la existencia. Era destacado en la escuela por ser uno de los mejores jugando Baloncesto, Y claro era el capitán. Le gustaba molestar a los más debiles, con Wonpil nunca lo había hecho porque él no interfería en su camino, o en sus planes. Pero claro, todo lo que sabía de él era porque lo rumoraban en los pasillos, él no lo conocía pero creía todo lo que comentaban.

—Ya te dije que no, estoy segura que me dejarás tirada como las dos últimas veces. ¿Sabes lo que es irte a tu casa a las cuatro de la mañana sola?.

Con toda la intención de escuchar se quedó quieto tratando de entender lo que hablaban, se sentía un acosador.

—Eso no volverá a pasar, confía en mí, ¿sí, bebé?.

Miró hacía atrás por el rabillo del ojo, dios que envidia. Vió como juntaba sus labios con los de ella en un toque y se separaban al instante. Algo dentro de él se rompía, y no es que sea la primera vez que los veía besandose, Pero simplemente no se acostumbraba, Era tan doloroso como la primera vez que se topó esa escena.

volvió a mirar hacía abajo algo incómodo y triste, estaba perdido en sus pensamientos y no se dió cuenta que la fila seguía avanzando.

Murano y Young hyung se colocaron en donde él estuvo, quedando al frente y siguieron conversando.

El castaño había quedado parado como estúpido pensando. Wonpil Ya no quería saber lo que le decía Young, lo hacía sentir mal, bajaba su optimismo y sólo le entraba en la cabeza que no tenía comparación con él. Pero enseguida se reponía al escuchar la pequeña risa de Murando.

𝘞𝘩𝘦𝘯 𝘠𝘰𝘶 𝘓𝘰𝘷𝘦 𝘚𝘰𝘮𝘦𝘰𝘯𝘦 ➵ 𝙬𝙤𝙣𝙥𝙞𝙡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora