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Claramente un día nuevo de escuela para Wonpil significaba un día de agotamiento nuevo. Ya listo y
acabado de desayunar esperó a su padre dentro del auto, este conducio hacia su escuela y despues se fue al trabajo dejando a Wonpil parado en el estacionamiento.

Hoy no se iría con Jaehyun ya que este se iría con Sungjin, se sentía reemplazado por alguien totalmente ajeno a ellos y disgustado, enojado.

Entró al establecimiento, aún parado en las puerta enseguida sintió una voz conocida llamarlo, era Murano cuando se dio la vuelta, venía con su uniforme bien planchado y el cabello amarrado con una coleta, estaba sonriente timidamente y pudo ver que tenía el estuche de lo que parecía ser un piano, eso lo puso feliz, quizás quería mostrarle su instrumento, le temblaron las piernas.

—¡Kim Wonpil!.

Despertó de su ensoñación con Murano y miró hacía la voz tan conocida del director que lo llamaba, estaba parado a unos metros de el. Le hizo unas señas a Wonpil para que lo siguiera.

Este no pudo ni responder a los llamados de Murano y sólo siguió al director callado.

—Toma asiento por favor, seré breve. — El castaño entró y se sentó en la silla al frente de su escritorio temeroso, a él nunca lo llamaban a la oficina, jamás. Eso lo ponía aún más nervioso de lo que estaba al recordar que Murano lo acaba de llamar. Eso era un progreso para él. Se sentía bien en parte. —Ayer Lunes, pasó algo bastante malo.

Oliver tragó saliva levemente.

— Los pianos de la sala de música están rotos. — su mirada inexpresiva se tornó directo a los ojos del chico —. No pienso ni siquiera preguntar versión alguna, sabemos que fue usted. — explicó con un tono de fastidio mientras movía con su mano un bolígrafo.

Wonpil quiso hablar, pero el hombre sólo necesito poner ambas manos en la mesa, en silencio, así que optó por volver a cerrar la boca.

— Creo que la única persona que ha tenido acceso a esas salas ha sido usted. — señaló —. Y cabe destacar, señor Kim, que fue en un horario fuera de lo estipulado.

Wonpil sólo asintió, y el director notó en su cara un leve rastro de impotencia.

— Aunque no me sirve ninguna de sus explicaciones, supongo que algo le dirá a sus padres, ya que ellos tendrán que correr con el gasto de reparación. — agregó el hombre con un tono firme pero dispuesto.

— No es como que vayan a escucharme, de igual manera. — murmuró Wonpil jugando con sus manos.

El director suspiró.

— Reconozco, Wonpil — se dirigió a él con un gesto de paciencia —. que nunca has sido un muchacho problemático en el tiempo que llevas aquí. — señaló –. Pero, sin duda, este suceso ha sido fuera de lugar e inesperado de tu parte.

Wonpil subió la mirada.

— ¿Hay algo que nosotros como directiva no sepamos sobre tu situación?


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Younghyun yacía en su cama echado en esta despreocupado, hoy no iría al instituto, estaba cansado de verle la cara a tanto idiota que se le cruzara. Admitía que extrañaba a Murano, ya han pasado unos pocos dias desde que lo dejó y eso era bastante triste, era la única luz en su vida en estos momentos, ella sabía sobre la situación con su familia y aún así lo dejó, dijo que lo ayudaría pero ella no está aquí ahora, está con otró allá y eso para el era alta traición.

—Y yo te estaba empezando a quererte, maldita. — Tiró la pelotita de goma hacía la pared y esta rebotó devuelta hacia él por quinta vez consecutiva. Rebotó justo en la foto que tenía pegada en la magullada pared de su pequeña habitación. Era Murano y él cuando estaban recién conociendose.

Él no era de fotos pero aún así decidió sacarla porque le resultó una chica simpatica y atractiva, pudo sacarle una sonrisa al instante. Se sentía feo para una chica tan linda como ella, no solo en fisico, en personalidad tambien. El pensaba que Murano podría atraer a cualquiera.

Llegó a pensar en presentarsela a su mamá, pero no, ella tenía que arruinar todo y terminarle, no se sentía para nada culpable, solo enojado con ese bizco y los otros idiotas que a veces la miran, ¿por qué la miran?, ¿qué no saben que ella es de él?.

—¡Que no está!, ¡Young, ven aquí!.

Los gritos escandalosos de su madre hizo que saliera bruscamente de sus pensamientos y se incorporara rápido haciendo que se mareara un poco poniendo su vista negra por unos segundos. Estaba bajando bastante su cantidad de comida. Cuando se estabilizó no se puso zapatillas ni nada, fue con sus ahorros y polera holgada vieja que tenía puesta descalzo a ayudar a su madre.

Bajó las escaleras y vio otra vez a su papá agrediendo a su mamá, ambos se repartían golpes, aunque era un poco obvio quien ganaba. Younghyun solo venía a ayudar a su madre, que por cierto ya estaba tirada en el suelo siendo pateada.

—¡Chung-Hee! — Gritó Young, hace un tiempo que no lo llamaba padre.

—¿Dónde está el dinero que te pedí que me guardaras, YangMi?. — La atención de Chung-Hee estaba totalmente puesta en la imagen de YangMi en el suelo tratando de cubrirse la cabeza.

—¡Lo tiene Younghyun!, ¡Te juro que yo no lo he tomado!, Lo dejé en el mueble y Young fue el último en entrar a esa habitación.

Mentiras.

Chung-Hee volteó su atención hacía Young. Ya estaba acostumbrado a esta situación, aunque a los golpes de su padre aún no se acomodaba del todo. Él no era agresivo pero necesitaba defenderse si no quería terminar en el suelo pidiendo por favor que lo deje en paz. La situación era que mamá se robaba el dinero de papá y este se enojaba y terminaba golpeándola. Ella trataba de protegerse echándole la culpa a Young. Sabía que el era fuerte y podía resistir la paliza e incluso defenderse, desde pequeño fue criado así y ya pensaba su mamá que debía estar acostumbrado a defenderla sin vergüenza.

El primer golpe fue en la cara seguido de una patada en el estómago dejándole en el suelo. Esto era una rutina.

"Esto es algo de todos los días, debes tomarlo normal, golpeale."

Se reincorporó y le devolvió. Era una constante lucha de va y viene, interminable. Uno de los dos tenía que quedar inconsciente en el suelo, uno de los dos tenía que rendirse y perder por hoy.

Extrañaba sentirse bien, ¿alguna vez lo hizo?, ¿alguna vez se sintió querido y respetado?, ¿sabía que era eso siquiera?.

Ya no quería pelear, ya no quería seguir sufriendo aquí con ellos. Ya no quería tener que meterse en sus asuntos.

Pensó por última vez en Murano, en por qué tuvo que dejarlo ahora, ella solía consolarlo y curarlo.

Recibió un golpe por debajo de la mandíbula y fue el primero en caer inconsciente por unos minutos. Como siempre al despertar la casa estaba en total silencio y sin nadie en ella, hoy no era la excepción.








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⏰ Última actualización: Mar 07, 2020 ⏰

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𝘞𝘩𝘦𝘯 𝘠𝘰𝘶 𝘓𝘰𝘷𝘦 𝘚𝘰𝘮𝘦𝘰𝘯𝘦 ➵ 𝙬𝙤𝙣𝙥𝙞𝙡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora