Un doctor.

2.3K 216 53
                                    

- Seokjin-sshi me alegra que hayas traído contigo la muestra de orina, olvidé decirle a Ken hyung que debías traerla.- Habló Ravi, tenía el cabello negro, usaba una bata blanca larga y poseía un par de tatuajes a la vista, uno por el cuello y uno cerca de la mano derecha.

-He estado muy nervioso desde ayer, así que me puse a investigar un poco sobre lo que se hace durante la primera cita.- Contestó suavemente el castaño.

Llevaba puesto una playera blanca con una alpaca en ella con una singular prenda roja en su esponjosa lana, un gran abrigo café claro muy calientito (que Ken le dió porque hacía mucho frío por la mañana), unos pantalones azul obscuro sueltos y unos converse negros bajos.

- Debiste haberlo visto Ravi, antes de venir Seokjin a cada rato se mordía las uñas o buscaba algo en el refrigerador como loco.- Se agregó Ken a la conversación.

Mientras ambos chicos reían por lo último dicho, Seokjin les observaba en silencio, desde que llegaron había notado las miradas no tan disimuladas que le daba su hyung al doctor.

Cuando Seokjin hablaba con Ravi había notado que su hyung se le quedaba viendo fijamente al chico, casi podía ver en sus ojos corazones. Chanyeol estaba en lo cierto, Ken estaba que se moría por Ravi.

- Voy a necesitar hacerte una prueba de sangre para llevarla junto con la orina al laboratorio.- El alfa se paró de su cómoda silla giratoria y buscó en uno de los cajones del escritorio.

Sacó una jeringa nueva y junto con ella un pequeño tubo transparente que colocó suavemente frente a su paciente. Sacó una liga y un par de guantes, que después se colocó con calma.

- Sería menos doloroso de hacerse si tan sólo Sandeul hyung no hubiera destrozado la única máquina que teníamos para hacer análisis rápidos. Y pensar que me costó tanto dinero ahorrar para tener una máquina tan nueva como esa.- Se quejó el de cabellos negros negando con la cabeza.

Ese día había tenido unas grandes ganas de ahorcar a su hyung, lo bueno fue que Ken llegó en ese momento pidiéndole una consulta urgente, y ver al omega con mal aspecto le había preocupado más a su lobo que golpear a Sandeul.

- Recuerdo que en cuanto acabé de revisar a Ken hyung le llevé a su casa y regresé más tranquilo. De todas formas ni le hice nada a Sandeul hyung, porque faltó toda esa semana a trabajar.- Recordó con una linda sonrisa el menor.

- Pero bueno, será mejor que me apresure.- Dijo sacando la jeringa de su envoltura y preparándola.

Amarró la liga en su brazo derecho, hizo que Seokjin hiciera un puño con su mano y esperó unos segundos antes de poder ver la vena y palparla.

Para ese entonces Seokjin parecía un gato a punto de ser bañado. Sus ojos miraban con horror la aguja (que a sus ojos se veía terriblemente enorme) y su cuerpo estaba totalmente rígido.

Ravi se dió cuenta de eso y le hizo una pequeña señal a Ken para que le tomara de su mano contraria de onde extraería la muestra de sangre para tranquilizarle.

- Seokjin-sshi es sólo un piquete pequeño, si? Sólo voy a meter la aguja unos segundos y ya.

- Maldito mocoso, si hubieras estado así en tu viajecito en el tren no estaríamos aquí batallando para que te dejes sacar sangre- Gruñó Ken. Tenía mucha hambre y "alguien" no le dejó desayunar a gusto.

- Si quieres puedes cerrar los ojos y cantar una canción, sólo debes relajarte te aseguro que va a ser muy rápido.

-E-está bien.- Seokjin suspiró, cerró suavemente los ojos, y empezó a tararear una canción que al inicio ningúno de los dos presentes reconoció, pero después de unos segundos ambos reconocieron.

En el Castillo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora