31 de marzo del 2015

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Todo el fin de semana encerrado en mi habitación si hacer nada, sin levantarme de mi cama, sin ver la luz del sol y sin escuchar a mi madre ni en un solo momento. Mi padre se fue de la casa hoy en la mañana, no se a donde se ira pero lo único que se es que se fue para siempre y que fue lo mejor que pudo haber hecho. Me sentía muy mal por mi madre. No quería hacer nada, ella solo se encerró en su habitación con una botella de alcohol. Creo que nunca lo he dicho pero, mi mamá cuando era adolescente era alcohólica, para no estresarse con los estudios tomaba y eso la llevo a tener muchos problemas con la escuela y con su familia por lo cual la llevaron a rehabilitarse y llevaba harto tiempo sin tomar pero con lo que esta pasando, lo de mi padre y lo de mi escuela entiendo que este muy mal, solo espero que no vuelva a caer en la adicción.

Hoy tengo que ir a la escuela. Aunque no quiera ir, estoy obligado a hacerlo, ademas no quiero que mi madre se moleste así que iré aunque me molesten esos idiotas.

Cuando ya faltaba poco para llegar a la escuela, empece a sentir un miedo. Se me ponían las manos temblorosas y empezaba a sudar. Eso no es normal en mi.

Los inútiles buenos para nada no pararon de reírse de mi en toda la primera clase y yo creo que van a seguir así hasta que termine el año o tal vez, hasta que me vaya a la universidad. En el primer recreo un grupo de chicos de otro curso se me acercaron y empezaron a lanzarme papeles que tenían escrito "marica", "anormal" y muchas mas palabras de las cuales no recuerdo. Me empujaron y me daban unos pequeños golpes en el hombro, al parecer querían que yo me molestara para iniciar una pelea pero al parecer soy bastante marica para empezar una pelea. Tienen razón, soy marica pero no por la razón de que bese a un chico si no por la razón de que no me se defender y que si alguna vez me tocara golpear a alguien no podría porque soy tan cobarde que nunca podría hacer eso, soy un marica. Todos tenían razón.

Cuando llegue a casa, lleno de moretones y con mi nariz sangrando note que mi mamá no ha salido de su habitación, debe estar durmiendo, anoche no durmió nada así que mejor la dejo tranquila. No se que hacer. Me defiendo? no puedo, decido no ir nunca mas a la escuela? a mi madre no le gustaría. Pensé, pensé y pensé y lo único que se me vino a la mente fue ir a hablar con la única persona que me entiende y que me podría ayudar en este momento, Lucas.

Me senté en una banca al lado de su tumba y le conté todo lo que sucedía mientras lloraba y al terminar y esperar una respuesta no recibí nada, porque, porque el esta muerto y ya no puede ayudar como antes, el ya no esta, Lucas ya no esta en este mundo.

Al volver a mi casa, corrí a mi habitación y me encerré con llave. Que hago? que se supone que debo hacer?. Me enoje tanto conmigo mismo que empece a lanzar las cosas de mi habitación y a grita. Esta furia me esta acabando y creo que ya se que debo hacer. Agarre una hoja de afeitar que tenia mi padre guardada y me corte las venas de mis muñecas de lado a lado, al terminar sentí como un gran peso se me quitaba de encima y ahí supe lo que debía hacer para tranquilizarme, mi gran ayuda.

El diario de Simon (en proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora