Maléfica pov's
Apenas llegué al castillo de Bestia, lo primero que vi fue a la reina malvada salir del mismo.
-Siempre tan aduladora, no cambias nunca Grimhilde-susurré con sarcasmo
Caminé con cautela hacia la puerta, para evitar que alguien me viera.
Al llegar frente a la puerta, la abrí lentamente para evitar hacer algún ruido.
-Debe estar las habitaciones de arriba-me dije a mi misma mientras cerraba la puerta tras de mi
Caminé con lentitud hacia las escaleras mirando hacia cada lado para no toparme con nadie que estuviera dentro del lugar.
-No esperaba verte por aquí-cerré mis ojos con fuerza al escuchar la voz de Hades-¿Qué haces aquí?
-Hades-le sonreí forzosamente-¿Cómo estás?
-No trates de persuadirme-me miró con seriedad-¿Qué es lo que quieres?
Suspiré frustrada y quité la sonrisa de mi rostro para cambiarla por una mueca de seriedad.
-Bien, necesitamos hablar-le dije sin rodeos
-Adelante, te escucho-Se apoyó en una de las paredes
-Libera el alma de mi hija-dije sin alejar la mirada de la suya
-¿Y por qué debería?-me preguntó haciendo un ademán con su mano-Ella me sirve más como es ahora que antes
-¡No puedo creer lo que dices!-le espeté con furia-¡No estamos hablando de cualquier cosa! ¡Estamos hablando de nuestra hija, porque si, recuerda que también es tu hija!
-No me grites, recuerda que yo soy superior ti y puedo hacer contigo lo que yo quiera ¿Entiendes?-me habló entre dientes
-¡Es lo que menos me importa!-grité haciendo caso omiso a lo que me dijo-¿Dime donde quedó el Hades que preguntaba por su hija y se preocupaba por ella? ¿Eh? ¿Dime donde quedó aquel hombre que juro jamás hacer daño a su hija? ¡¿Eh, dime donde quedó?!
-Ese hombre no existe-murmuró desviando la mirada
-No me vengas con idioteces, sé que todavía hay algo de ese hombre en ti, así que te pido que liberes a Mal de todo esto-le volví a decir-...No lo hagas por mi, sino que hazlo por ella
-No, no pienso hacerlo-negó volviéndome a mirar-Por fin voy a tener todo lo que un día perdí de nuevo, y no voy a tirar todo por la borda porque tu quieras salvar a Mal
La rabia me recorrió todo el cuerpo, caminé hacia Hades y lo tomé de su camisa para acercarlo a mi.
-No puedo creer que te importe más tu estúpido poder que tu propia hija; me decepcionas Hades-le dije mirándolo con asco
-Yo robó almas ¿Qué esperabas? ¿Flores?-Se apartó de mi bruscamente
-No, esperaba que tratarás de enmendar tu error-le dije antes de dar media vuelta e irme hacia la puerta
-¿A dónde vas?-me preguntó, abrí la puerta y me quedé parada por unos segundos
-A salvar a mi hija-dije y salí del lugar
Hades pov's
Me quedé durante varios minutos parado en el mismo lugar donde me había dejado Maléfica.
Subí las escaleras con lentitud después de reaccionar y me dirigí hacia la habitación donde me había quedado desde que habíamos llegado a Auradon.
Abrí la puerta y la cerré tras de mi luego de entrar al cuarto. Caminé hacia la cama y me senté en ella.
Suspiré y bajé la cabeza con frustración. Metí la mano dentro del bolsillo de mi pantalón y saqué la foto con la que me había quedado durante 16 años, mirándola con nostalgia.
-Mi pequeña Mal-sonreí levemente acariciando su rostro en la foto
Dejé de sonreír dando paso a una expresión de tristeza.
-Perdóname-susurré con la voz quebrada