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Mi princesa (Erick y t/n)

Narra t/n 

Hoy cumplía un año de novio con Erick, aunque mis padres no aceptaban mi relación con él, no me importaba en lo más mínimo, yo soy feliz con Erick. Nos quedamos de juntarnos en el parque que está cerca de su casa. 

—¡Hija! ¿Para dónde vas? — preguntó mi padre, que se encontraba en el living con un amigo.

— Al parque, papá  — respondí apresurándome para salir. 

—De seguro te vas a juntar con ese bueno para nada — dijo mi padre un tanto enojado. 

— Ese bueno para nada es mi novio y ¡Lo Amo! ¿te guste o no? — dije saliendo de la casa. 

—¡Hija, espera! — escuche a mi padre que venía detrás de mí. 

—¿Qué quieres? — dije rodando los ojos, porque me hacía perder mi tiempo y vería menos a mi princeso. 

— Hija... Te vas a casar con mi amigo ¿Te guste o no? —dijo mi padre con una sonrisa, pero a la vez con un poco de enojo.

—¿Tu estas loco o te pegaste en la cabeza? — dije oponiéndome a su propuesta.

— Si no lo haces, mandaré a alguien que se encargue de tu noviecito — dijo mi padre antes mi rechazo a su proposición. 

Lo menos que quería era que le pasara algo a mi Erickin, muy triste acepte su proposición, pero con una condición que me dejara ver por última vez a Erick, él se negó rotundamente, porque me podía escapar con él.  

Entre a la casa a la fuerza, me resistía a casarme con ese veterano, pero mi padre había planeado esto hace tiempo, intente llamar a Erick, él no me contestó. Creo que esta enojado porque no llegue a nuestra cita, al ver que trate de comunicarme con mi novio, mi padre me quitó todo con lo que me podría contactar con Erick.

Mi padre se encontraba organizando la boda, me casaría hoy mismo, estaba todo organizado. Después de un rato, oficialmente estaba casada con ese decrépito. Mi madre no se opuso a nada, es más que claro que ella está cegada por el dinero. Ella arreglo mis cosas, porque el anciano me llevaría a vivir a otra ciudad. La condición que puse para irme a vivir con él, era que tuviera mi propia habitación, no se como, pero el acepto. 

(...)

Han pasado seis meses, no se nada de Erick, creo que ya me olvido, tampoco me puedo contactarme con él, porque me tienen incomunicada. Cada vez que salgo, tengo que ir con un guardaespaldas, estoy viviendo en una cárcel. Hoy vienen mis padres a verme, no estoy de animo, nunca estoy de ánimo cuando vienen. Estuvimos un rato juntos, hasta que me anunciaron que se iban de viaje al caribe y no vendrían por un buen tiempo, se fueron. 

Me encerré en mi habitación, con seguro como siempre, asome por el balcón y miraba hacia fuera, justo una pareja de enamorados iba pasando, me puse muy triste y entre. Me recosté en la cama, cerré por un segundo mis ojos cuando siento que alguien tapa mi boca, abrí mis ojos. 

Al verlo, me sorprendí y sonreí inmediatamente, él quitó su mano de mi boca y sonrió. Me levanté de la cama y lo abrace fuerte. 

—¡No sabes, Lo mucho, mucho, mucho que te extrañe, Amor! — dije separándome de él.

— ¡Yo también, Te extrañe mucho, mi princesa! — dijo Erick acercándose a mis labios.

Esa extraña sensación que recorre mi cuerpo cuando él está tan cerca de mí, volvió. Erick se inclinó hacia mí y beso con suavidad, era como volver a ese tiempo que estábamos de novios, o haber encontrado la mitad que había perdido en un tiempo atrás. Sentí que mi pecho estallaba, sus manos se posaron en mis mejillas y las mías en su cuello, sus labios eran tibios y suaves, y cuando se separo de mi, nos quedamos viéndonos unos segundo.