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La mejor amiga (Zabdiel y T/n)

Narra Zabdiel

Era la tarde más aburrida, Sara mi novia se enojó conmigo porque una de sus amigas me estaba coqueteando. Además estoy seguro de que ella le dice a sus amigas que me seduzcan, ya estoy arto de esta situación, nunca pensé que Sara fuese así. Cuando me puse de novio con ella no era tan celosa, a parte de que nunca he estado enamorado de ella.

Escuche que tocaron en timbre del apartamento, fui abrir y me encontré con t/n, era una de las mejores amigas de Sara y no se porque la mando ella averiguar si estaba o no con otra chica.

— No estoy con otra chica, ya te puedes ir — dije fastidiado.
— ¿Quién dijo que venía a eso? — pregunto t/n pasando al apartamento.
— Solo lo supuse porque eres la mejor amiga de Sara — respondi cerrando la puerta.
—Ya ves que no vengo a eso — dijo sentándose en un sofá.
—¿A qué viene, entonces?— pregunte curioso y sentandome a su lado.
—¿Quería saber como estabas? Después de la pelea que tuvieron en la fiesta de mi cumpleaños — dijo ella acomodando para quedar mirando así donde estaba yo.
—¡Gracias por tu preocupación! Estoy mejor y ¡Perdón por arruinarte la fiesta! — exclame y sonreí.

Ella también sonrió, me tomó de las manos, nos quedamos mirándonos por un momento, t/n se acercó lentamente a mi.

—Esto no esta bien — murmure cerca de sus labios.
—Lo se, pero no sabes cuánto me gustas Zabdiel — murmuró ella, mirándome a los ojos.

Quedé muy sorprendido ante la confesión de t/n, ahora entendía porque casi nunca pasaba tiempo con nuestro grupo de amigos. Hay algo que t/n no sabe de mi, y es que ella también me gusta del primer día que hablamos, solo que lo nuestro no se dio porque ella se encontraba en una relación.

—T/n, tu también me gustas, desde mucho antes que estuviera con Sara y no quería confesartelo porque tu estabas en una relación — dije sonriendo y algo nervioso.

La tensión entre nosotros era grande, me incliné para besarla, ella correspondió mi beso, los labios de t/n eran suaves y besaba con una ternura que me daban ganas de nunca terminar ese beso, ella se sentó con las piernas abiertas una cada lado de mis caderas, el beso se fue intensificando.

— ¡Zabdiel, te deseo! — murmuró en mis labios.

Sonrei, metí mis manos debajo de su blusa y arañe su espalda suavemente, soltó un leve gemido, ella quitó mi camisa, y comenzó a darleme pequeño beso en el cuello, acción que hizo que mi amigote  despertará al instante.

Quite su blusa y su brasier enseguida, acarisie uno de sus senos y el otro me lo lleve a la boca, tiro su cabeza hacia atrás, dándome a entender que le gustaba lo que hacía con mi boca y su pezón.

Me pare con ella en brazos, la lleve a mi cama, la recoste delicadamente quedando encima de ella, subí mi manos lentamente por su pierna deteniéndome ante de levantar su falda. Detuve mi beso y la miré detenidamente, ella sonreí y pude notar que su mirada me deseaba con desesperación.

Le di un beso nuevamente con mucha pasion, en un movimiento ella me posicionó debajo, desabrocho mi pantalón y lo quitó, quedé en boxer ella los quitó de inmediato y comenzó a masajear al amigote, mordí mi labio, ella sonreía con un poco de maldad y lujuria.

—Ahhhh.....— gemí.

De pronto se lo llevó a la boca, era el mejor sexo oral que me hacían, sus manadas eran más rápidas y ricas. Después de un rato me corrí en su cara, ella lo disfrutaba y reia, era mi turno de hacerle sentir placer.

Hice que se recostará en la cama con sus pierna abiertas de par en par, hundi mi cabeza en su intimidad, empeze a jugar con mi legua en su húmeda entrada.

—Mmmm... — gimio ahogado.
—¡Estas muy exquisita! — dije mirándola.

Ella sonrió y con mi lengua comencé a hacer movimiento aún más rápidos, sentía como su intimidad palpitaba con cada unos de los ajetreos de mi lengua.

—¡Zabdi, Que rico! — exclamó entre gemidos.

Curvo su espalda agarrándose fuertemente de las cobijas de la cama, supe de inmediato que estaba sintiendo los primeros espasmos del orgasmos. De pronto percibí que se estaba corriendo y gemio más fuerte.

Subi hasta su boca, dando pequeños besos por todo su cuerpo. Al llegar a sus labios deposite un corto beso, posicione entre sus piernas, ella sujetó mi miembro y lo colocó en su mojada entrada, mordio sutilmente su labio inferior.

Con un suave movimiento introduje mi amigote a su femineidad, dio un corto gemido, mis desplazamiento era lentos y suaves, posicionó sus manos en mis muslos para acelarar las embestidas, ambos gemiamos de placer.

—¡Te Amo, Zabdiel! — dijo t/n entre gemidos ahogados.

Sonrei antes sus palabras, le di un beso sin para mis embestidas,.

— ¡Y Yo Te Amo a ti t/n! — dije mirándola y sonriendo.

Una sonrisa se formó en su rostro, sentí como se corría y atrás de ella me corrí yo.  Cai rendido a su lado, tratamos de regular nuestras respiraciones, t/n colocó su cabeza en mi pecho, acaricie su cabello, esta acción hizo que se quedara placidamente dormida, y al instante dormí yo.

(...)

Desperté porque sentí que t/n estaba despierta, ella se estaba vistiendo.

—¿Qué haces hermosa? — pregunte.
—Me tengo que ir, Zabdi — dijo ella colocándose los zapatos.
—Quédate otro ratito, para regalonear — dije poniéndome mi boxer.
—Z-Zabdiel, e‐es q-que me voy del país — dijo t/n titubiando.

No creía lo que me dijo, pero en su mirada vi que era verdad, t/n tenía sus ojos humedecidos. La abracé fuerte, y rompió en llanto. Ahora entendía porque me confesó que ella estaba enamorada de mi, no quería irse con ese sentimiento de que nunca intento decirme lo que siente.

Me acerqué a sus labios, podía sentir como el corazón de t/n latir muy acelerado, sus mejillas tomaban un color rojizo, sentí una extraña sensación recorrer mi cuerpo, los labios de t/n acariciaron los míos con ternura, y cuando me separé de ella, me abrazo fuerte.

— ¡Te extrañaré! — susurro t/n en mi oído.
— ¡Yo te extrañaré más! — dije dándole un beso en la frente.

No quería que se fuera, porque por fin sabía que la chica que siempre he amado siente lo mismo por mi. Ella abrió la puerta del departamento para irse, cuando vi que Sara esta parada justo fuera de este.

T/n quedó petrificada, Sara la ignoró y corrió a mis brazos, beso desesperadamente, y me pedía perdón, miraba de reojo a t/n, ella hizo un gesto con la mano de adiós y se fue.