No [Omegaverse}

13

- Mateo, yo soy tú destinado-

-el destino nos eligió a ambos para estar juntos-

-no me puedes dejar por él, yo soy tu Omega , a mi me corresponde ese título-

...

-no...no... Por favor...Noah...No Noah...¡Noah!- grito parándose de inmediato de la cama.

Mateo suspiro viendo su pecho subir y bajar sin control, pero un aroma amargo en la habitación lo hizo voltear a un sofá frente a la cama, ahí con una expresión seria y mirando por la ventana, permanecía Temo con los brazos cruzados, con solo una bata blanca cubriendo su cuerpo.

-¿Temo?- pregunto poniéndose de pie y colocandose una bata.

-Mateo, hay algo que siempre te he querido preguntar, pero no lo veía necesario ya que tú siempre me has dicho y mostrado el amor que me tienes...pero esta noche ya no lo puedo contener más- Temo cerro los ojos suavizando levemente su aroma.

-amor, ¿Que ocurre?- se arrodilló frente a él tomando sus manos- sabes que me puedes preguntar lo que sea- trato de mirarlo a los ojos pero no estaba listo para ver estos de una forma cristalina.

-¿Ya te has encontrado con tu destinado?- pregunto Temo con determinación.

Mateo Paso saliva ante esa incógnita.

-¿Porque lo preguntas amor?-

-hablo enserio Mateo, tú ya conoces a mi destinado, tú sabes bien mi historia, y sabes que de entre todos yo siempre te elegiría a ti- suspiro evitando que su voz se entrecortara, algo que tenía era que después de tener intimidad de volvía algo sensible- pero hoy pasó algo ... Yo desperté por un vaso con agua, y al regresar tu estabas soñando con alguien llamado Noah, y diciendo "tú eres mi destinado"-

Mateo se congelo y bajo la mirada, él sabía que debía decirlo todo, antes de que fuera demasiado tarde.

-si...yo ya he conocido a mi destinado- confesó- fue...en el viaje que hice a Suiza...- no se atrevió a mirar a su amado esposo, pero sintió la tensión apoderarse del ambiente- pero antes de que pienses otra cosa, déjame contarte cómo pasó todo-

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El frío azotaba contra las ventanas de aquel departamento en Suiza, Mateo se levantaba con una sonrisa al ver el sol salir por detrás de las montañas.

Habían pasado ya dos años desde que el ojiverde había contraído nupcias con su amado Cuauhtémoc, a pesar de que el castaño no era su destinado, el lo amaba con todo su ser, y ahora estaban ambos en espera de su segundo hijo.

Lamentablemente por un viaje de negocios, Symanski tuvo que dejar a su familia en México para ir hasta otro continente, donde no sabría que las cosas podrían tornarse algo raras.

-bienvenido señor Symanski- un hombre de unos cuarenta años lo saludo al verlo ingresar a la oficina.

-gracias señor Lambiel, estoy agradecido por su hospitalidad- dijo un tanto incomodo, ya que un aroma a claveles inundó el lugar poniéndolo nervioso.

-bien, ahora déjeme presentarle a mi hijo- extendió su mano señalando la puerta- Noah Lambiel- pronunció.

El corazón de Mateo latió con fuerza ante la presencia de aquel Omega nivel S+, con ojos de un tono azul intenso, una piel blanca como la nieve que caía, de un cabello negro y una figuta trabajada.

-hijo, te presento a Mateo Symanski, con el trabajaras en este tiempo para cerrar el negocio- indicó el hombre.

Ambos se miraron, Noah con una sonrisa deslumbrante ya que después de tanta espera finalmente su alfa destinado estaba ahí, y Mateo con una expresión neutra, miles de emociones a flor de piel y su lobo aullando en confusión.

...

La semana pasaba de forma incómoda por parte de Mateo, no podía controlar a su lobo cada vez que Noah pasaba cerca de él, el ya sabía que eso significaba una cosa.

-tu eres mi destinado- hablo en voz alta, mirando al ojiazul.

Solo eran ellos dos en la oficina. Noah sonrió complacido y sin importar nada se lanzó a los brazos del Alfa quien sin sabes el porque, le correspondió.

-espere tanto este momento, en que tú y yo estemos juntos, en que nadie nos separe, mi padre estará contento de que seas mi alfa, hay que decirle y comenzar a organizar la boda de inmediatamente- hablo con emoción en su voz.

Pero lo último trajo de regreso la cordura de Mateo, separó el cuerpo de Noah y lo miro a los ojos.

-Noah, no me puedo casar contigo- dijo firme.

El ambiente se volvió tenso, y la sonrisa alegre del Omega se volvió una forzada, como si le hubieran contado el peor de los chistes.

-¿De que hablas?, Mateo, yo soy tu destinado- hablo con dolor en sus palabras- el destino nos eligió a ambos para estar juntos- negó con la cabeza- ¡No puedes ignorar a la naturaleza!- grito envuelto en un mar de lágrimas.

-Noah, yo ya estoy casado- confesó mostrando su mano donde aquella sortija dorada adornaba su dedo- estoy casado con un Omega que me ha hecho el hombre más feliz, y que ambos estamos esperando a nuestro segundo hijo, no te puedo corresponder- explicó.

-¿¡Y eso que!?- se separó de golpe - ¡¡Márcame a mi y en él tu mordida desaparecerá!!- grito en frustración.

Mateo lo miro con enojo, él no haría eso, si lo hacía significa la sentencia para morir de Temo, y el lo amaba con todos su ser, el no mataría al amor de su vida, mi por su propia pareja destinada.

-¡¡No lo haré nunca!!- grito usando su voz alfa- ¡¡ Yo lo amo por sobre todas las cosas, sobre ti, él es mi Omega!!-

-¡¡No me puedes dejar por él, yo soy tú Omega!!- golpeó la mesa con fuerza- ¡¡A mí me corresponde ese título!!- sollozo con fuerza.

-¡¡Yo lo elegí a él y lo haría una h mil veces!!- grito con furia, camino hasta la salida, por suerte ya habían terminado el contrato y ahora era el momento de regresar a México, salió dando un portazo.

-me la pagarás Mateo, como no tienes idea- susurro Noah con la mirada pérdida.

...

A la mañana siguiente Mateo desperto en su habitación con un dolor de cabeza incontrolable, después de todo la discusión de anoche había sido intensa, pero él había elegido lo que dictaba su corazón, y su corazón decir un solo nombre "Temo".

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-...y eso ocurrió- Mateo termino de relatar.

-¿Porqué no me lo dijiste?- preguntó Temo en un susurro.

-no lo vi importante y yo...-

-¡Era importante! ¿Donde estaba la confianza entre los dos, he?- se colocó de pie- ¡Contesta!- exigió.

-Temo, no te quería alterar, estabas en los primeros meses de embarazo, no te podis dar una noticia así- se justificó.

-¡Me lo pudiste haber dicho después de! ¡Esperaste hasta que yo preguntara para poder decirme todo!- sollozo con una ira interna que crecía s cada minuto- estoy tan decepciónado...- bajo la mirada y camino a la puerta- cuando amanezca bien me quiero ir- proclamó el Omega saliendo de la habitación.

Mateo sabía que la había regado y horrible, ahora tenía que hacer algo para recuperar la confianza del amor de su vida.