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Nota: en mi fanfic los "Celos" no son como en otros, aquí es algo más normal:

Celos de Omegas hembras: ellas por lo regular es igual que el periodo menstrual, con la única diferencia de que sus hormonas se descontrolan provocando haya dolores de cabeza muy regulares y cambios de humor habituales, Durán entre 3 a 5 días y son semestrales (cada seis meses)

Celos en omegas macho: ellos a diferencia suelen tener dolores fuertes en el vientre, dolores punzantes en la cabeza y en el ano por el cual en muy pocas ocasiones suele salir un poco de sangre, de igual manera vienen los cambios de humor. Durán entre 2 a 4 días y son semestrales (cada seis meses).

Celo en Alfas (Hembra y macho): Para ellos es un tanto más complicado ya que sus instintos más primitivos toman posesión de sus cuerpos y acciones, sus hormonas pierden el control a tal grado de que con cada roce que tenga alguna superficie con su cuerpo entran de un estado de excitación, para prevenir esto se pueden tomar medicamentos que los controlan. Durán de 2 a 4 días y son cuatrimestrales (cada 4 meses). (Muchos atan a los alfas con cadenas de gran ancho y peso para retenerlos).

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-¿irte a Veracruz?- pregunto Nadia algo confundida.

-si, quiero aléjarme de aquí, estar en paz por unos días en lo inicia el trámite...yo...quiero que todos nos preparemos para lo que se viene- Temo miro a ambos.

Entre Nadia y Aristoteles se miraron y asintieron.

-claro que te apoyamos, Temo, en estos momentos es mejor que todos se despejan y tranquilicen- el rizado sonrio levemente.

-¿y a donde irán?- pregunto Nadia.

-lo he estado pensando y creo de los lugares que he conocido Orizaba es un buen lugar donde pasar un tiempo- respondió.

-entonces no se hable más, te ayudaremos a mudarte a Orizaba- Aristoteles se colocó de pie.

Y así es como empezaron los planes de irse, por obvias razones Temo no se podía ir solo con todos sus hijos, así que Pancho de forma algo extraña le pidio al rizado que acompañará a su hijo, su estado ya era algo que toda la familia sabía, según las cuentas del Omega ya tenía dos meses y medio de gestación, su vientre levemente había crecido y ahora desprendía aroma combinado con uno muy dulce, casi al que desprende la miel.

-vamonos- Temo llamo a todos su hijos quienes corriendo bajaron del segundo piso con mochilas y maletas en mano.

-se cuidan mucho, pronto me van a ver por haya- Nadia abrazo al Omega y paso dándole un beso a cada uno de los menores.

-no te preocupes tía, nuestro papá nos va a cuidar- José miro al rizado quien fatallaba bajando algunas (muchas) maletas de Cuahutemoc y de Atenea.

-Ari es chido- Octavio sonrió.

-No se dice chido, se dice es genial o es agradable- Laura y Ariadne le dieron un sape al niño, acción que causó una risa por parte de todos.

....

-Debes dejar de tomar- la Omega hizo una mueca al percibir el asqueroso olor del alcohol dentro de aquella habitación.

-me vale una mierda- el alfa estaba sentado en el piso con la mirada perdida y en una mano una botella de tequila a más abajo de la mitad.

-ya me di cuenta- Belén hizo a un lado unas cosas de la cama mal hecha y se sentó mirando a su amigo- eres un idiota por lo que le dijiste a Temo- le reclamo.

-si solo viniste a decirme eso te pido que te larges- se colocó de pie Dando un trago a la bebida.

-vine para ver cómo estabas y porque Temo me pidió que te entregará esto- se colocó de pie.

La mención del Omega castaño fue suficiente para que la atención de Mateo se dirigiera al sobre que llevaba en manos la chica.

De forma brusca el mayor lo tomo y lo abrió a prisas, su corazón se rompió aún más al ver que era.

-sigue con la estúpida idea del divorcio- dijo con amargura- no lo voy a dar, nunca me divorciare de él, es mi Omega, ¡Mío!- grito estrellando la botella en el suelo.

-pues tendrás que hacerlo, quieras o no, él ya una vez tuvo que pasar por un alfa idiota, no merece volver a repetir eso- la bajita mantuvo su mirada firme.

-hay una diferencia, ¡Yo soy su esposo! ¡El padre de sus hijos!- sus pupilas se dilataron y sus iris se tornaron de un color rojizo oscuro, eso solo atinaba a decir peligro.

-¡Aristóteles es su destinado por ley y es padre de sus primogénitos!- atacó.

La sola mención del rizado provocó que la ira creciera dentro de Mateo, se sintió de cierto modo traicionado por la que se decía su mejor amiga, su mente estaba hecha un revoltijo y no pensaba con claridad, no pensó con claridad y por eso llegó a esa situación, donde sus instintos primitivos hablaron sobre sus acciones.

-su...suelta...- la voz entrecortada y lastimera de Belén lo regreso a la realidad.

En el punto de vista de la chica de lentes todo paso de una forma rápida, en un dos por tres su cuello estaba siendo apretado por las manos del Alfa y su cuerpo estrellado en la dura pared de concreto creando un cráter, a pesar de que ella era una Omega de gran poder no podía hacer mucho en esos momentos, acaba de salir de su celo y sus fuerzas aún estaban algo debilitadas.

-Be... Belén yo...- Mateo se acercó y ayudo a la chica a ponerse de pie.

-No digas nada, en estos momentos no estoy para hablar y...te digo algo luego nos vemos- sin nada más que decir la chica notablemente molesta y decepcionada salió de la habitación y a su vez del departamento dando un portazo.

-¿Ahora como le hago?- se pregunto la chica mirando su cuello en el espejo del elevador, el cual tenía una gran marca rojiza.

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Las luces de la carretera inundaban su visión, si talvez había sido mala idea manejar de noche hasta el lugar que sería su ciudad durante un tiempo, pero la desición de aquel castaño fue tomada, miro a los asientos de atrás como todos sus pequeños dormían plácidamente, como Atenea dormía en su regazo.

-Ya casi llegamos- Aristoteles no quitaba la mirada del camino.

-gracias, por todo- el castaño miro al rizado.

-,no tienes nada que agradecer, sabes que lo hago con todo el placer del mundo, así sirve que siga formando un lazo con los mellizos- sonrió .

-se han encariñado mucho contigo, aunque creo que es normal, eres su padre después de todo- Temo miro a la pequeña que se removía entre sus brazos.

-si...¿Mateo ya sabe que ...estás en cinta?- pregunto algo temeroso.

-si...pero aún así, y aunque pase todo lo del divorcio no le quitaré a mi hijo el derecho de un apellido- explicó.

Esa respuesta parecía ser el final de la conversación ya que nadie hablo, hasta pasados unos minutos en que el rizado volvió a emitir palabra.

-¿Y ya pensaste en algún nombre?- pregunto curioso.

Temo sonrió ante aquel pensamiento, y si, en efecto el ya había planeado todo para el recibimiento del pequeño o pequeña que llegaría a sus vidas.

-si es niña se llamará Silvia, y si es niño Caín- respondió con una sonrisa de ilusión.

Aristóteles desvío un poco la mirada para ver el rostro del castaño, pudo ver la emoción palpable en aquellas bellas facciones que poseía el López, vio como sus ojos brillaban con anheló ante el pensamiento de vivir nuevamente el nacimiento de un ser, jura que casi escuchó los latidos emocionados del corazón del Omega....y el mismo sintió una lágrima traicionara bajando por su mejilla.

No [Omegaverse}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora