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El salón de eventos "La Realeza" estaba hasta el tope de luces y decoración, la gente que llegaba tomaba lugar en sus asientos correspondientes tal como lo indicaba su invitación, y ahora la espera por los mellizos López era lo único que faltaba.

-recuerden, nadie sin invitación o que su nombre no esté en la lista tiene permitido el paso, mucho menos medios de comunicación- Belén dio la última indicacion a la gente que contrato para que recibieran a los invitados.

-entendido señorita- respondieron al unísono los empleados.

-ustedes vayan sirviendo las bebidas para la espera, la cena se servirá justo 10 minutos después de que los mellizos dejen de bailar el vals principal, recuerden estar atentos a lo que necesiten los imvitados- dio las últimas indicaciones.

-eres muy controladora ¿Lo sabías?- Nadia quien recién llegaba se cruzó de brazos.

-se llama hacer bien el trabajo- respondió la bajita- además...-

-¿Además, qué?- la chica de quedó mirando a su amiga que parecía ida, miro la dirección en que veía ella y quedó de igual manera.

Alex y Alan venían ambos de forma muy apuesta, vestían trajes ajustados de color rojo y negro respectivamente, con el cabello hacia un lado y con sonrisas encantadoras, lo único que los diferenciaba era los tres centímetros de diferencia, ya que Álex era más alto que su gemelo.

-hola hermosa- Alex tomo la mano de Belén depositando un suave beso en ella.

-hola guapo, te ves maravilloso- Belén sonrió sonrojandose.

-ho... hola- Alan de forma nerviosa y adorable miro a la alfa que parecía en estado de shock.

Nadia nunca había visto a un chico más tierno y hermoso, pero que a la vez fuera sexy, sin duda estaba tan metida en sus pensamientos que no oía que la llamaban.

-¡Nadia!- el grito de Temo quien recién llegaba la hizo salir de su ensoñación.

-¿¡Qué!?- grito asustada.

-te fuiste a la nubes- Alex sonrió mirando a su hermano y a la que esperaba fuera su futura cuñada.

-ha si sí, este bueno nos vemos a sentó yo haaa adios- y después de casi tropezar con unos invitados salió corriendo hasta perderse en el pasillo.

-eso fue muy raro- Temo soltó una leve risa.

-yo creo que fue adorable- Alan se sonrojo.

-bueno locos enamorados, será mejor que entremos- Belén sonrió.

Dicho esto prosiguieron a ir a sus respectivos lugares.

-todo quedó hermoso- una voz hizo que Temo diera un brinco del susto.

-Aristoteles me asustaste- el castaño volteó a ver al rizado pero se desconcertó al verlo con Atenea en brazos.

-perdona, casi se te sale el corazón- soltó una risa arrullando a la niña quien parecía muy a gusto en los brazos del Córcega.

-¿Y Mateo?- pregunto Temo mirando a la bebé.

-dijo que volvía en un momento- contesto.

-ho bueno- murmuró de forma seria, pero un mareo lo hizo aferrarse del hombro del rizado.

-hey, ¿Estás bien?- pregunto asustado.

-si, solo...solo fue un mareo, nada de que preocuparse- trato de sonreír.