Narrado » 0 4

4.6K 499 5
                                    










0 4

Respira profundo mientras el tweet de TaeHyung le da la sensación de que parpadea frente a sus ojos. Los lentes caen con gracia por su tabique pero YoonGi se encuentra lo suficientemente concentrado como para no prestarle atención al hecho de que la parte quebrada del cristal izquierdo, le impide mirar bien las letras. Es más, sus dedos incluso deslizan la pantalla una y otra vez con el fin de no hacer caso a las notificaciones que caen una y otra vez sobre la parte superior, en comentarios tanto negativos como positivos, unos extraños y otros más normales… con los años aprendió solo a mirarlos una vez y no prestarles más atención, siempre y cuando no le llamasen tanto, por supuesto.

Y quizás sí, jodidamente sí. Está loco por el hecho de que él alberga a un omega en su propia casa, uno a quien no conoce y que se comporta como un loco siempre que lo tiene de frente puesto que cada reacción es parecida a un omega salvaje o a un cachorro asustado. La última suena mejor, ya que sea-como-sea-que-se-llame-ese-omega nunca salió de esa habitación desde que despertó la primera vez; incluso el primer día en que sus ojos se abrieron después de encontrarlo todo herido, el chico solo se escondió bajo las sábanas mientras un temblor exagerado en ellas delataba lo aterrado que se encontraba. YoonGi, ese día, prefirió no preguntarle nada, a sabiendas de que los rasguños en sus piernas —por lo poco que se atrevió a revisarle con el fin de inspeccionar su estado unas horas antes de eso—, se encontraban limpios y vendados, además de la normalidad (supone) el terror en esos ojos claros.

Por lo tanto, así fue en las veces siguientes: con él intentando ayudar y el pobre chico encogiéndose aterrado contra el rincón del colchón; siempre creando una barrera carente de contacto visual debido al rostro bajo del omega, debido a las lágrimas amontonadas siempre en sus ojitos y tupidas pestañas y sus manitas haciendo un nudo la tela de su abrigo a la altura de su pecho. Así que, cuando volvió, siquiera lo intentó más de una vez debido al almohadazo que recibió a la cara en la última.

El colmo.

Pero por alguna extraña razón se ve incapaz de enojarse, incapaz de no sentir más allá que preocupación por un completo desconocido; no cuando cada noche sus oídos son torturados por los amargos llantos que él no se atreve siquiera a cortar porque quiere comprenderlo, porque el sentirse despechado no debe de ser nada bonito y porque su alfa se sumerge en un estado de alerta en son hacia el lobo ajeno.

«¿Y si está perdido?» se dice, cuando sus pasos comienzan a llevarlo a su propia habitación. Luces apagadas y un pasillo solitario lo recibe; cuenta mentalmente cada segundo antes de que el chico comience con su triste melodía. «Pero es que es imposible… lleva un estado avanzado, y su cuello... mierda, su cuello no…»

Las preguntabas están para después, se dice a sí mismo mientras el agarre en su celular pierde fuerza con los segundos. Sus nudillos blancos solo son una sutil señal de cuán disconforme se siente y YoonGi no puede más que quedarse quieto porque un omega en ese estado de vulnerabilidad y sentido alterado tampoco es muy buena idea el molestarlo.

Sin embargo, vamos, es su casa, y está en todo su derecho de insistir... al menos una vez más, a riesgo de ser reconocido por más llanto y ojitos hinchados y rojizos.

Pero no puede. Quiere, pero su pecho se comprime y no puede.

La duda lo carcome, pero la pena es un poco más grande

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La duda lo carcome, pero la pena es un poco más grande. La pena y la impotencia de saber que es muy poco probable el hecho de que ese embarazo salga bien. A YoonGi, obvio, no le incumbe, no importa que le dé asilo aunque el chico no haga nada más que llorar por las noches mientras gime de dolor; porque él sabe muy bien que eso se debe a la falta de marca, a la vulnerabilidad haciéndose presente y a un lobo sufriendo el sentirse abandonado.

YoonGi solo sabe que, tarde o temprano, algo negativo va a ocurrir.

HIATUS | Entre los latidos de un corazón marchito. » YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora