—Mira ese niño —escuche decir a una persona no tan lejos susurrando a la que tenía a un lado— tiene esos tiene eso pegado a sus piernas, ¿será que no puede caminar sin ellos?
Las personas siempre hacían ese tipo de comentarios, siempre lo hacían, personas que solo se dedicaban a mirar mi forma de caminar y más cuando no estaba mi madre cerca, especialmente cuando empecé la primaria, muchos niños de mi edad en la escuela solo se dedicaban a mirarme, esas miradas podrían expresar más que las palabras y me hacían sentir bastante incomodo pero como ya había hecho a mis primeros amigos allí siempre intentaba, hablar lo suficientemente con ellos para olvidarme de lo incomodo que me sentía algunas veces cuando por mi aparato ortopédico y mi forma de caminar era el centro de atención para todos en ese lugar, había hasta adultos, muchos de ellos de seguro pensaría que no estudiaba en una escuela ordinaria, que de seguro estudiaba en una especial por mi condición.
La mirada de todo aquel que me observaba y no me conocía a fondo o no conocía a mi madre era de lastima, realmente no me gustaba en ningún momento ese tipo de miradas, yo solo quería ser una persona ordinaria, como mis amigos y quería que los niños de mi edad o todo aquel que tratara conmigo, me tratara como su igual, mi madre se esforzó también para demostrarlo y supo hacerlo como debía a personas cuyas mentes eran cerradas o ya me habían dado la premonición de que mi destino era triste y totalmente dependiente, incluso algunos llegaban a pensar que era una enfermedad genética y que de seguro mi descendencia padecería de lo mismo o de algo peor, yo no había decidido nacer con esto, llegue a tener el apodo de el niño de los tubos, ese era yo, que trataba de alejarse apenas veía esa mirada e alguien, es por eso que atesore la acción e mis primeros amigos y siempre me las pase con ellos, nunca me despegue de JMA y él nunca quiso que yo lo hiciera, era el primer chico de mi edad que no era ninguno de mis vecinos o algún familiar que estuvo conmigo y en términos sencillos fue mi primer amigo, mi primer lazo que yo recordaba haber formado bajo mis propios méritos, ese fue mi primer logro. RS era la niña que yo siempre dije que me gustaba y para él y para las posteriores amistades que hice en primaria fue mi primer amor, para ella siempre fue agradable tratarme y de algún manera me hacía sentir un niño interesante más allá de mi apariencia externa, hice mi amistad con ella tal y como quería, era también como JMA, y en los primeros años de primaria eran mis primeros e inseparables amigos, una de la razones que pude soportar las miradas frías en la escuela eran por ellos y claro, mi madre, que siempre llevo mi merienda en los primeros años, y se notaba que era feliz con ellos, estaba empezando a volar, a salir, mis amigos se habían vuelto mis protectores y yo de alguna u otra forma quería ser el de ellos.
Hacíamos competencias de carreras los días que nos veíamos la materia de educación física o deporte, y empecé a relacionarme más con mis otros compañeros de clases, en el primer año había tocado en una sección diferente a la de JMA y recuerdo que cada vez que mi maestra no venía podía ir a su salón y ver ese día clase ahí, la maestra de ese salón lo permitía. Y muchas otras cortas experiencias con RS que me hacían notar su dulzura inocente en las cosas y que siempre trataba que viera y diera lo mejor de mí, por eso también admiraba que corriera junto a JMA por toda la escuela o la cancha, ya la mayoría de los que me conocían sabía que era un chico bastante animado y muchas veces reservado ya que siempre me ponía nervioso al principio en entablar conversaciones con personas nuevas, fue ahí con esos primeros años mamá sabia como me sentía por llevar casi a todos lados esos aparatos ortopédicos así que con ayuda del traumatólogo que siempre me veía en las consultas regulares para revisar mi avance, entre el, su asistente y mi madre me había dicho que como los tubos eran de una marca reconocida de neumáticos a nivel mundial seguramente, esos tubos podían hacerme correr más rápido, y como todo niño entusiasmado con esas palabras empecé a creer que podía y si me había convertido en ese niño de los tubos que siempre corría más y más sin pensar que con el tiempo mi crecimiento y evolución serian extraordinariamente satisfactorios, después de todo corría como una persona normal con eso tubos, corría más rápido.
En ese tiempo decidi que las personas debían mirarme para que ellos mismos se dieran cuenta cuanto una persona como yo podría crecer y correr.
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Persona Ordinaria
Cerita Pendekhistorias, relatos y cuentos sobre mi vida dedicadas a las personas que hicieron mi vida ordinaria en algo mas que algo extraordinario, basado enteramente desde mi punto de vista. Créditos: Portada: @esmermel88 edición y propaganda: @heniaagn