【Metrópoli: Everything will be ok - 1ra Parte】
『Todos creen que el mundo es perfecto.
Todos creen que su realidad es la mejor.
Todos creen que están bien.
Todos necesitan ayuda.』
❝-Todos somos iguales... ¡Seamos amigos!❞
✦Nct dream OT7
✦Tragedia/ Th...
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La feliz pareja al llegar de comprar sus anillos de compromiso se pusieron a hacer la cena, pero Chenle al notar que faltaba pimienta, le dijo al otro que iría a comprar. Jisung por su lado se dirigió al living, se acostó en el sofá y se puso a ver películas. Necesitaba relajarse, si bien sería por fin su maravillosa unión en la cual estarían juntos de por vida, pero aún así le ponía nervioso el como es que reaccionaría Chenle.
Estaba pensado en ponerle anestesia para que no sintiera nada, a parte si lo descuartizaba así como así, él gritaría producto del dolor y pues, eso despertaría a los vecinos. Eso no es lo que quería Jisung, lo que menos quería era problemas. Se las tenía que ingeniar.
Una buena idea sería ponérsela cuando le abrace o cuando el otro le proponga que hicieran el amor. Sonaba muy mata-pasiones, pero si su chico estaba dispuesto a alimentar sus oscuros deseos, tenía que aprovechar. Se estaba lanzando a la piscina y pues debía hacerlo bien, cuidando cada detalle, todo prolijo y correcto.
—¡Amor, ya llegué! —Oyó a lo lejos.
—Sigamos preparando la cena, Chenle. —contestó parándose del sofá—. No puedo esperar a saborear esa carne a la cacerola tan buena que haces. —Pues claro... era una pequeña indirecta, a la cual su novio sonrió de oreja a oreja. Al parece no la había entendido.
La preparación transcurrió bien, Chenle estaba feliz, cortaba la carne al son de la música que se escuchaba de fondo. Mientras que Jisung como siempre era torpe con sus manos, su actitud nerviosa y ansiosa pasaba desapercibida para su novio, que le miraba con burla cuando se le caía el cuchillo o botaba la cuchara al basurero y el pocillo al lavaplatos.
"Jisung es un caso" Pensaba Chenle, mientras le veía con una tierna sonrisa y ojitos brillosos.
Al terminar, ambos se sentaron en la mesa. Jisung se puso la servilleta en los muslos, mientras que Chenle servía vino copa por copa.
—Brindo por nosotros.
—Brindo por nuestro matrimonio y unión, amado Jisung. —Le siguió Chenle, para luego ambos beber de sus elegantes copas.
Jisung se irguió de su asiento y se acercó al contrario, era ahora o nunca. Se arrodilló—. Zhong ChenLe, ¿Quieres casarte conmigo? —el castaño miraba con profundo amor al otro, que se notaba que quería llorar. Le sonreía con ternura y brillo.
