【Metrópoli: Everything will be ok - 1ra Parte】
『Todos creen que el mundo es perfecto.
Todos creen que su realidad es la mejor.
Todos creen que están bien.
Todos necesitan ayuda.』
❝-Todos somos iguales... ¡Seamos amigos!❞
✦Nct dream OT7
✦Tragedia/ Th...
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Avisos de las fuerzas policiales nos avisan que un asesino anda suelto, se cree que sea el mismo que le dió muerte a Zhong Chenle, Park Jisung, Na Jaemin, Lee Taeyong, Qian Kun, Liu Yangyang y un sin fin de personas más...
La sonrisa en aquel rostro se ensanchó y sus ojos brillaron cuales perlas blancas a la luz. Sus fechorías serían conocidas por todo el mundo, tendrían miedo de hacer el mal, tendrían miedo a la muerte, la misma que dieron a sus parejas, pero que es obvio, sólo él lo sabía.
Apretó la grabación en su celular, amaba oír las últimas palabras de sus víctimas antes de morir. Eran como las cantatas del cura antes de recibir la santa hostia, masa divina como esos cuerpos, pero putrefactos, aquellos no merecían vivir por sus acciones.
Toda acción tiene su consecuencia, el karma le dicen unos y otros sólo "así es la vida".
Es como el supuesto karma que esta cobrando la Tierra en contra la humanidad. Humanidad podrida que sólo le importa el dinero y nada más. Ya es la cuenta regresiva, cualquier acción o esfuerzo que hagan, no valdrá la pena. Firmaron su contrato con la muerte desde la primera revolución industrial. El ser humano es el peor ser que pudo existir en la Tierra.
—Bueno... ¿y por qué estas acá?
—M-maté a mi esposo en mi ataque de locura... Oooh Dios, mi c-cabeza sólo hizo lo que... pudo para protegerse —Oyó un sollozo grave, acompañado de una risa histérica.
—¿Eres gay?.... Oh no me lo esperaba de tal aspecto tan masculino. ¡Qué desperdicio de hombre que eres! —Rió aquella voz angelical aún más fuerte que antes—. Eres una escoria como Jaeno. ¡Oooh cómo merecía la muerte ese marica!. Pero nos parecemos, hyung. Ambos matamos a una persona, ambos seres que murieron eran asquerosos chupa-penes.
—¡No digas esas cosas!, ¡Te ruego que te calles! —interrumpió alterado el pelirrojo—. ¡Callate! ¡Callate! ¡Callate! ¡Callate! ¡Callate! —cubría sus orejas y cerraba sus ojos con gran presión.
—¡Sólo digo la verdad, marica!
—¡Oye!, no digas esas cosas horribles de las personas homosexuales —Una voz aguda interrumpió aquella risa que paró en seco.
—DongHyuck hyung, ¿qué haces aquí?
—Terapia... o bueno, mhh... —pensó, rascándose su nuca con nerviosismo— Q-quiero quitarme esas pesadillas de... M-mark.
Aquel silencio sepulcral y algo tenso donde sólo se oían sollozos del pelirrojo, fue otra vez cortado con un filoso cuchillo por la risa del chino—. Al parecer todos somos iguales, queridos. ¡Seamos amigos!—Se reincorporó en su asiento y suspiró. Los otros dos lo miraron con asombro y un toque de duda—. Cierto que tu también mataste a un pederasta homosexual, pedófilo y drogadicto. Pero no puedo decirte que hiciste algo malo, te protegiste y a parte, mataste a un ser no digno de vivir por gustar de hombres y niños pequeños. ¡Te felicito Donghyuck! —Aplaudió con una sonrisa de lo más hipócrita en su rostro, mientras el peligris le oía cabizbajo.