IX

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Narrador Omnisciente:

Myung caminaba por los pasillos de la empresa. Ensimismado en sus pensamientos y emociones. 

Las yemas de sus dedos tocaban sus labios, aquellos que había pegado con los de JinWoo. Aquello le sacó una sonrisa y un gran dolor en su pecho. 

JinWoo declaró que no le gustaban los hombre y que jamás le gustarían. ¿Era cierto? 

¡Por supuesto que no! Myung se encargaría que JinWoo se enamore de un hombre, de él. JinWoo no tendría retroceso. Se vería encarcelado por Myung y no lo dejaría escapar. JinWoo se enamoraría de él aunque fuera lo último que haga.

Bin, que se encontraba deambulando por aquí y por allá en busca de su hyung, lo encontró cerca del baño. Parecía perdido y fuera de sí. Una sonrisa se dibujó en su rostro.

Acercándose lentamente a su hyung, ubicó sus dedos en las costillas invisibles de su hyung y comenzó a hacerle cosquillas. 

Una estruendosa risa se instaló en los pasillos de la empresa. Ambos no paraban de reír. Uno por las cosquillas y el otro por la contagiosa risa de su mayor. Luego de un par de minutos se detuvo. Ambos jadean en busca de aire y se apoyaban en una de las paredes. 

-Hyung -comenzó Bin una vez estuvo recuperado -¿Sucedió algo? -Myung lo observó unos segundos sin hablar -Cuando lo encontré estaba perdido, así que ¿Pasó algo malo? - los ojos de Bin mostraban curiosidad y preocupación. Su hyung usualmente desbordaba energía por lo que no había tiempo para encerrarse y pensar. Saltaba de aquí para allá sin parar. Y el que este caminando sin una sonrisa o riendo era extraño.

-Emm sí pasó algo, pero por ahora prefiero no comentarlo - se excusó el mayor con una sonrisa penosa - Ahora ¿regresamos a casa? Quiero ir a casa y planear el próximo movimiento para JinWoo -y otra vez esa sonrisa típica de su hyung salió a flote.

Aquello hizo que el corazón del menor se tranquilizara. Nadie le haría daño a su hyung, a su omma, a MyungJun hyung.

Ambos se fueron al departamento mientras preparaban la cena para los demás mientras hablaban de un próximo movimiento. Que sería mañana, en su día libre.

El plan seguiría en curso. El cual era que Myung haría intentos diarios. No importaba cuanto demoraría, enamoraría a JinWoo aunque fuera lo último que haga. Eso lo tenía presente.

Unas horas más tarde, todos se encontraban en la mesa, comiendo algo tan raro como el hyung que lo había preparado.

-Eh, hyung - habló DongMin en medio de la cena. El mayor lo miró -¿Cómo se llama esta comida? -preguntó con cuidado. No haría nada para que su hyung no se molestara y le pegara de nuevo. Myung por otra parte sonrió. ¿Cómo les diría que el había inventado esa comida?

-Se llama Pollo Rojo -interrumpió Bin con una sonrisa burlona - MyungJun hyung dijo que era su especialidad y que lo haría para nosotros - una sonrisa más grande se hizo presente - Pero más para SanHa y para mí -todos los presentes fruncieron el ceño. Hasta el mismo MyungJun 

-¿Por qué para ustedes dos? - se quejó MinHyuk con molestia reflejado en su rostro. Miro a su hyung -Hyung, por qué. -El mayor solo le sonrió.

-Porque dijo que era una recompensa -siguió Bin junto con una gran sonrisa - La última vez JinWoo hyung le dio la tarjeta que nadie toca a Mj hyung - los dos menores no enterados del tema observaron a sus mayores 

-¿JinWoo hyung le dio la tarjeta roja a Mj hyung? ¿Esa que JinWoo no deja que nadie toque? -indagó MinHyuk sorprendido de lo que Bin narraba 

-Sí, esa misma - se cruzó de brazos Bin -Es por eso que Mj hyung preparó esta comida. Es pollo, pero lo del rojo viene por la tarjeta que JinWoo jamás deja que utilicemos pero Mj hyung sí.

Ambos mayores fueron observados por los ceños fruncidos de sus menores. Lentamente Myung sacó la tan afamada tarjeta de su bolsillo y la mostró ante los demás. Todos fruncieron más el ceño.

Observó brevemente a JinWoo que se encontraba mirándolo sin expresión. Le sonrió y regresó su mirada a los demás.

-Lo siento chicos, esta tarjeta es solo para los hyung, ustedes no lo son, por lo que no pueden usarlo -esta era su venganza por lo de la pijamada. Todos los miraban con curiosidad - Así como su pijamada fue solo de menores, esta tarjeta es solo de mayores. Ustedes no pueden usarla - Una sonrisa burlona salió de sus labios. Todos los menores lo miraban rencorosos.

-¡No es junto! -sentenció SanHa -Teníamos una competencia con Bin sobre esa tarjeta y nadie ganó. No es justo - los dos mayores sonrieron.

-¡Entonces esta comida no es una recompensa, es para restregarnos en la cara que no somos dignos de esa tarjeta! - exclamó DongMin con molestia. 

-Por supuesto - dijeron al unísono los dos mayores.

-¡Hmm! - todos se cruzaron de brazos.

Todo permaneció en silencio por unos segundos hasta que Bin no soportó más y tomó su cubierto y comió de la comida.

-No puedo negar que esta comida inventada por hyung este muy buena.

Y todos, menos Bin y Myung, cayeron en cuenta de la verdad.

Al finalizar de la cena, los menores se encontraban en sus respectivas habitaciones, menos los mayores, ellos terminaban con los servicios.

-Así que ¿"La tarjeta que nadie toca"? - indagó MyungJun en el silencio que se había formado.

-Sí, bueno.. No dejo que nadie la toque -respondió con tranquilidad JinWoo secando el último plato y colocándolo en el estante.

-Bueno, me dí cuenta de eso, pero ¿por qué? Sueles dármela con frecuencia - una pequeña esperanza creció dentro de Myung.

-Yo..

Un silencio nació de nuevo en la cocina.

-¿Entonces realmente soy tu favorito? - sonrió Myung con inocencia. JinWoo no respondió nada. Myung se acercó a su menor y le habló -Eso es halagador, JinWoo - se acercó a su rostro y sonrió -Buenas noches - más no apartó su rostro, sino que, en un movimiento rápido volvió a sellar sus labios con los de su menor .

Pudo sentir esas famosas mariposas revolotear en su estómago. Sus mejillas estaban rojas y sus manos sudaban. Los labios de su menor eran suaves y cálidos. Rápidamente se separó. Pudo observar el rostro shockeado de su JinWoo,  sonrió para sí mismo. 

-Buenas noches - volvió a repetir y se marchó a su habitación compartida.

Mientras tanto JinWoo observó como su mayor se iba y lo dejaba en la cocina. Lentamente tocó sus labios sintiendo la sensación de los labios de su mayor aún presentes. Su corazón palpitaba con fuerza y una sensación de felicidad lo invadió.

Rápidamente volvió a la realidad y se golpeó. No debía dejarse llevar por su hyung. Estaba prohibido, literalmente.

Apagó todo y fue a su habitación a dormir.

No podía ser tan malo esto de que su hyung intente enamorarlo ¿verdad? Tal vez solo disfrutaría de aquello lo que durara. No debía dejarse llevar por sus sentimientos. 

No cuando el jefe estaba en contra de los homosexuales. 


TRY [myungjun/jinwoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora