Despertó del largo sueño con un semblante lleno de preocupación. Sus ojos ardían ante el recuerdo de ese enorme resplandor esmeralda que se presentaba en el cielo, hacia miles de años atrás, convirtiendo a la humanidad en simples estatuas de piedra.
Se incorporó, angustiado, mientras veía como la fina capa de piedra se despedía de su piel. Seguía vivo, pero apenas podía saber el por qué.
Solo recordaba estar en su instituto, observando a través de la ventana. Luego de que el resplandor tocara su cuerpo, solo pudo desesperarse y entrar en un oscuro y misterioso letargo que sintió interminable.
No salió de su asombro cuando salió de una cueva, encontrándose con salvajes imágenes de la naturaleza, la cual se había adueñado del lugar completamente. No habían estructuras, ni personas.
Estaba completamente perdido entre la salvaje flora y fauna.
Le gustó pensar que era una broma, que se trataba de algún programa de cámaras ocultas, pero no dudó en despojarse de la idea cuando observó el gigantesco árbol de Alicanflor. Lo conocía, sabía que se trataba del mismo que yacía en su instituto.
Se paralizó al ver la grisácea silueta de Yuzuriha, petrificada y de rostro pacífico entre las ramas y hojas del árbol.
Entonces, allí fue cuando Senkuu Ishigami supo que la humanidad fue petrificada, y ante esto, la naturaleza nuevamente reclamó su antiguo reinado. La duda de cuántos años habían pasado lo consumía completamente, pero ante la desesperación, solo pudo derramar algunas lágrimas.
Estaba indefenso en un mundo desconocido.
Siempre se interesó en la Física y la Química, aunque no solía ser alguien excepcional llevando los experimentos a cabo. Le hubiera gustado ser un genio, un superdotado, el próximo Albert Einstein.
Pero la verdad era que Senkuu Ishigami era un chico común y corriente.
Como pudo, buscó refugio entre algunas ramas y hojas que él mismo apiló, recordando varios documentales de supervivencia. Sin embargo, el insistente frío y los insectos no lo dejaban descansar en su primera noche dentro del mundo salvaje.
Pero lo que más le aterraba, era escuchar. Oír aquellos sonidos que las bestias formulaban, en donde le aullaban a la luna o iban en busca de presas. Tembló ante la idea de considerarse una presa, y cuando el Sol comenzó a salir del horizonte, fue capaz de descansar.
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Hola gente, acá Chori. Estamos festejando los 100 Me gusta de la pagina con este texto. Espero que lo disfruten, porque sinceramente, escribir y hacer memes es lo único que puedo ofrecerles (?)
En fin, seguiré subiendo el resto, gracias por leer.
-Choriflan Enlatado.
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𝔼𝕩𝕥𝕣𝕒 𝒐𝒓𝒅𝒊𝒏𝒂𝒓𝒊𝒐
Fanfiction¿Qué hubiera sucedido si Ishigami Senkuu no fuera un genio? ¿Y si se hubiera tratado de un ordinario adolescente? Mini-fic de ocho capítulos que relatan la vida de un joven que, por obra de la naturaleza, se despetrifica 3700 años después de que aqu...