Después de terminar de comer nos fuimos a acostar. O mi cama era re cómoda o yo tenía mucho sueño. Cuando me acosté al minuto empecé a sentir que entraba en el sueño.
“Corre, corre- me decía mi mente- viene detrás de ti, apresúrate- corrí a toda velocidad, mis pies no daban más, sabía que en cualquier momento me caería.
Seguía corriendo a toda velocidad. Detrás de mí escuche un aullido. Él estaba cerca. Él me atraparía. Él era más rápido que yo.
Seguí corriendo, en un momento deje de escuchar sus pasos. Quise mirar atrás mío para ver si estaba, pero me tropecé con la rama de un árbol.
Vi como una nube negra pasaba por delante de mis ojos.
Era el, me había encontrado.
Vi que sus ojos negros como la noche me observaban. Intente levantarme, pero mis pies no respondían, sentía como si estuvieran pegados al piso. Mire hacia mis pies, pero no veía nada, todo estaba muy oscuro.
Empecé a oír pasos a mi lado. Él se paró al lado de mi cara, en el lado derecho. Se agacho y acaricio mi mejilla con su mano, yo aleje mi cara de su toque.
-¿Quién eres?- le pregunte.
-Tu peor pesadilla- me dijo y pude sentir una sonrisa cuando contesto.
-¿Qué quieres?
-A ti- fue lo único que me dijo. Luego sentí sus manos en mi cuello y lo empezó a apretar. Me estaba ahorcando. Empecé a gritar y a retorcerme, agarre sus manos para sacármelas de mi cuello, pero no podía. Él era más fuerte que yo. Él iba a matarme. Seguí intentando e intente, pero nada de lo que hacía tenia éxito…
Me desperté sobresaltada. Había sido una pesadilla. Todo había sido una pesadilla.
-¿Estas bien?- oí que alguien dijo. Empecé a mirar alrededor de la habitación para ver de dónde provenía esa voz. Al lado mío estaba Kohl. En su cara se podía ver claramente la preocupación.
-¿Estas bien Lucy?- volvió a preguntar.
-Eh… eh… si..., estoy bien-le respondí en un susurro.
Él se sentó a mi lado y me abrazo. No me di cuenta que había comenzado a llorar.
-Solo fue una pesadilla.
-Eh… sí. Una horrible y espantosa… pesadilla- le respondí entre sollozos.
Mire hacia la ventana. Todavía era de noche. Mire al reloj que estaba en la mesita de luz y se leía las 4:30 am. ¿Cuánto tiempo estuve en esa pesadilla? Si me dormía, ¿volvería esa fea criatura a perseguirme? No quería volver a dormirme. No quería que me vuelva a atrapar.
-¿Quieres contarme que paso en tu pesadilla, Lucy?- me pregunto.
-Mañana- al fin había recuperado mi voz- ¿Lucy?- pregunte mirándole. No me había dado cuenta que me había llamado así. Como cuando éramos chicos- ¿Te acuerdas?
-Sí, claro que me acuerdo de: la pequeña Lucy- me eche a reír. Había usado las mismas palabras que cuando éramos unos niños.
-Enzo- le dije riéndome- el insoportable y terrible Enzo.
-Si- me dijo-, bueno me voy así seguís durmiendo.
-Si- le dije-, lo vi levantarse y que se dirigía a la puerta. Se iba. Me dejaba. Tenía miedo de volver a tener esa pesadilla y entonces dije:-¿Kohl?