Al entrar a la casa, vi que era grande y hermosa, al lado de la entrada a la izquierda había una escalera que llevaba a dos habitaciones y un baño, en frente de la entrada hay un living, detrás del living hay una puerta corrediza grande que da paso al comedor, detrás del comedor hay otra puerta corrediza, pero esta es más chica, esta puerta da paso a dos habitaciones, un baño y al final del pasillo hay una puerta en donde sale al patio trasero.
Mi habitación está arriba junto a la de Kohl. La habitación es grande, adentro a la derecha hay un placar grande, en frente de él está la cama, a su lado hay una mesita de luz y una ventana, esta es alta y corrediza, la ventana da vista a unos árboles.
Deje los bolsos arriba de mi cama, me saque la chaqueta, la sudadera y me dirigí al baño que está a la derecha de mi habitación, entre en él y me lave el brazo que me había cortado, me seguía saliendo algo de sangre, hace que cogí una venda. Al terminar de colocarla en mi brazo abro la puerta y veo un par de pies, levanto mi mirada y veo a Kohl en la mano echa un puño para golpear la puerta.
-Hola- me dice.
-Hola- le respondo.
-¿Esta bien el brazo?- me pregunto mirándolo.
-Si- le respondí-, todavía sigue sangrando un poco- le dije mirándome el brazo con la venda puesta- bueno me voy así entras al baño.
-¿Eh? A si, bueno chau- me dijo y entro, yo me dirigí hacia las escaleras y empecé a bajarlas. Mi tía estaba preparando torta.
-Te ayudo- le pregunte, ella se gira para verme y sonríe.
-No, gracias- dijo mientras se secaba las manos con el repasador- ya termine.
-Bueno- le dije asintiendo con la cabeza.
. . .
Era la hora del almuerzo, estábamos todos sentados comiendo en un silencio incómodo. Estoy pensando en que preguntar ero no se me ocurre nada. Estoy a punto de rendirme cuando tío Mario rompe el silencio.
-¿Cómo estaba todo en West Virginia?
-Todo bien- le respondí mientras mordía un pedacito de mi empanada.
-¿Y en el colegio como te iba?- me pregunto mi tía.
-Me iba re bien, era muy bueno el cole… al igual que los chicos.
-¿Los chicos?- dijo Kohl, luego empezó a reír.
-Ja- le dije.
