Mensajes sutiles

Tu primera noche conmigo.2

En la habitación se podía sentir el calor de dos cuerpos, no era una habitación muy amplia, pero suficiente para dos personas. Una única luz que iluminaba el cuarto que era de una lámpara en la mesita de noche.
El mayor tomo a Miles, y lo cargo para acomodarlo acostado en el centro de la cama. Esa acción fue algo repentina para Miles pero trataba de estar lo más relajado que pudiera. -(Me siento tan pequeño como un niño)- pensó Miles viendo la proporción de ambos.

-Necesito que estés tranquilo, niño- escuchó de Peter mientras esté bajaba la única prenda que tenía, pero no la bajo por completo, solo lo suficiente para que su pene se liberará y Miles de inmediato noto la diferencia entre ambos.
Peter estaba impaciente y muy excitado. Era un lobo acorralando a un conejito. Miles era consiente de lo que estaba por hacer, pero su cuerpo le decía algo más, ese algo que le daba vergüenza pedir.
Peter se dio cuenta que el más pequeño no dejaba de verlo, pero era una mirada diferente -quieres intentarlo tu?- le alentó el mayor y Miles con las mejillas rojas le dijo que si con la cabeza.

Peter seguía sentado pero con ambas piernas abiertas y Miles se agachaba hasta quedar de frente con el miembro de Peter que tomo con la mano derecha moviendola suavemente de arriba a abajo y los labios húmedos del más pequeño besaron con ternura  lo que tenía entre manos.

Peter sintió un cosquilleo de su cintura hasta el pecho y sin querer hizo que su pene brincara un poco.
-Hehe es más divertido de lo que pensé- decía Miles mirándolo con mucha pasión en sus ojos y metiéndose el pene de Peter a la boca.
-Ay dios, Miles~...- decía Peter entre dientes y poniendo la mano sobre la cabeza de Miles. Aquel niño dedico su boca entera para eso, lamía de abajo hacia arriba y succionaba al meterse todo el pene en la boca, no lo había tan profundo, sentía que se ahogaba, pero lo intentaba.
Miles gemía de la excitación del momento, pero con la boca llena.
Todo en ese momento era instinto.
Peter no resistió el impulso y empujó la cabeza de Miles hacia el haciendo que entrara más de lo que permitía. Eso ocasionó que el más pequeño se quitará bruscamente y comenzará a toser.
-Perdona Miles, no pude resistirme- levantó su carita -Lo haces tan bien~- Miles se ponía rojo totalmente y regreso a su instinto.
Se puso sobre Peter con las piernas abiertas e inclinó al mayor hacia atrás. Tomo el pene de Peter con la mano izquierda desde atrás y con la derecha se apoyaba del pecho del mayor.
Peter se dio cuenta de que estaba muy indeciso así que lo ayudo un poco poniendo una mano sobre la cadera de Miles.

Comenzó de a poco pero era difícil para Miles, el pobre chico tenia una sensación extraña a pesar de que su instinto animal, por llamarlo así, le pedía más de lo que pudiera tomar, pero la lógica actuó junto con Peter. Al ver a alguien con dificultades lo primero que piensas es en ayudar, pero tu cuerpo a veces responde diferente a como tu deseas. Eso experimentaba Peter, quería que la primera vez de Miles fuera dulce, pero su cuerpo respondía como un animal, sentía la excitación de ver al pobre chico con la cara mas dulce, sintiendo el dolor mas placentero.

Calmar el ritmo cardíaco es difícil y ocultar los bufidos aún mas. Pero Peter logro hacerlo, calmar los impulsos bestiales, excepto uno. Con la mano en la cadera del mas pequeño y este aun intentando de bajar despacio, fue interrumpido por una fuerza que de un solo centón logro tocar el abdomen de Peter con sus muslos. El movimiento fue rápido y con fuerza.

-Peter!!- gritó.

Miles abrió los ojos a proporciones enormes y no solo por la sorpresa, sino que había una sensación extraña y nueva en el, una que llego profundo...literalmente. El chico comenzó a lagrimear y ni si quiera sabia la razón exacta. Puedo ser dolor, vergüenza, miedo, excitación, o todo lo anterior junto. Lo que estaba claro es que Miles no quería moverse en ese momento y Peter estaba algo apenado. Decidió compensarlo con un par de lindos besos, unos en la mejilla otros en los labios.