Boku no Hero Academia - Pseudo-héroes

9. Esto es Niigata.

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Nota del autor: Las conversaciones que estén en cursivaidentifican una conversación que no esté en español. Por otro lado, las frases que estén entre comillas ( " " ) fuera de un diálogo indican un pensamiento del protagonista.

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Las turbinas del avión estaban sonando con gran potencia a la vez que nos despegábamos del suelo. La sensación de agitación que me causa eso no me gusta para nada.

Eran las 8:30 PM, hora local, y estábamos tomando otro vuelo; pero esta vez era para ir directamente a la Academia Hiroki.

-... Señor Kenji. ¿Está seguro que la academia estará abierta en la noche? –pregunté con algo de cansancio.

-Sí. La academia va a estar muy ocupada en estos días. Es muy común que haya profesores gestionando trabajos en la noche. –respondió Kenji.

-Señor, el chico se ve demasiado agotado. No considero conveniente que lo mantenga despierto durante todo el viaje. –Sugirió Hiroshi.

-Tienes razón. -­murmuró Kenji.

-... ¿Qué pasa? –pregunté con total extrañez.

-El viaje va a durar un par de horas. Si te sientes muy cansado, puedes dormir un poco. –dijo Kenji.

"No se diga más."

Y tal como Kenji lo mencionó, se hizo. Dos horas después, el avión aterrizó en el aeropuerto de la prefectura de Niigata.

Este aeropuerto no era tan grande como el de Tokio, pero también era impresionante.

No tuvimos que esperar casi nada, ya que cerca de la salida del aeropuerto estaban unos taxis sin laborar.

Kenji me advirtió en ese momento que el viaje en taxi sería más largo de lo que aparentaría. Con eso, se inició una de las conversaciones con aire de tortura que Kenji aparentemente hace a menudo.

-Fabio, escuché tu conversación con tu padre en el primer avión. –dijo Kenji con total naturalidad.

-¿Lo escuchaste? Pero si estábamos casi que susurrando. –comenté por el asombro.

-Dijiste que querías ser un héroe porque quieres ponerte en los zapatos de la víctima, cargar con su peso y ayudarlo a salir de sus problemas.

-... Pues sí. Es la primera vez que veo a un héroe que trabaja así. Todo el tiempo he visto en televisión a un hombre con una sonrisa que parece ponerlo todo fácil cuando hay un problema.

-Hay héroes conocidos que hacen eso para que la gente confíe en ellos. Puede que eso ayude a mejorar las cosas en un rescate... Pero eso no es así con nosotros.

-... ¿Por qué?

-... Fabio, mira por la ventana. Mira las casas de campo que tienen las grandes familias. Mira las espectaculares luces que las casas muestran en la tranquilidad de la noche. Mira cómo la luz de la luna refleja sobre los árboles que están alejados de los postes y del tendido eléctrico.

"Ya se que si Kenji no fuera psicólogo, sería poeta."

-... Ajá. –dije.

-Ahora piensa. En tal entorno de confianza que les proporciona la tranquilidad y "seguridad" de este lugar tan puro y hermoso, ¿crees que no habrá villanos haciendo de las suyas a escondidas?

"¿Cómo no lo pensé antes? Era algo tan simple y evidente y no me di cuenta de eso."

-Tenías razón cuando dijiste "No creo que un héroe solo sea el que le pega a los que hacen alboroto en las calles". El mundo del heroísmo comprende algo mucho más amplio que eso. Y lo vas a ver cuando inicies tus estudios. –argumentó Kenji.

-... Ya veo. –murmuré.

El silencio nos acompaño en el resto del viaje. Parece que Kenji me había dicho todo lo que tenía que decirme, así que me quedé asomándome por la ventana.

Era increíble ver toda la vegetación que nos rodeaba mientras el taxi circulaba por la avenida. Valles, bosques, pequeñas quebradas y ciertos grupos de animales se veían a lo lejos. A simple vista, Niigata era una provincia muy hermosa.

Lo otro que vi es que, a medida que el auto seguía andando, el camino se veía con más nieve en el suelo. Y el frío que hacía también era algo fuertemente característico de la zona. No era algo comparable al "Pacheco" decembrino de Caracas.

Ese frio se estaba haciendo tan insoportable que tuve que sacar mis sábanas de dormir para poder abrigarme. Kenji y Hiroshi me vieron como si yo fuera un marginal.

-Señor, ¿podría subir un poco la calefacción? –pidió Kenji, sin yo entender nada.

-En seguida. –respondió el chofer.

Antes de yo preguntar algo, vi que el taxista ajustó algo mientras conducía y el frío comenzó a ceder dentro del auto.

"Perfecto. Pasé pena innecesariamente", pensé mirando el suelo del auto. "Tengo que conversar de algo para disimular".

-Señor Kenji, ¿todos los que son profesores en la academia Kiroki también son héroes profesionales? –pregunté.

-Así es. –respondió Kenji.

-¿Y cómo hacen para controlar a la fanaticada?

-... Nosotros no tenemos admiradores.

-... ¿Eh?

-La academia Hiroki carece de todo tipo de fama. Allí no hay héroes famosos, ni eventos, ni nada por el estilo. La discreción es lo que nos caracteriza.

-... Bueno, seguro es porque es recién fundada la academia. –comenté.

-No es solo por eso. Es más, eso no tiene casi nada que ver.

-... ¿No?

-... Fabio, has visto en televisión noticias sobre héroes atrapando villanos, ¿verdad?

-Sí.

-¿A quienes has visto en esas noticias?

-Vi a AllMight, a un hombre que controla la tela y a un hombre que echa fuego. También he visto a otros, pero no me acuerdo de mucho.

-... Ya se a quienes te refieres... ¿Sabes por qué ellos son los que más intervienen en los problemas a gran escala?

-... Porque son fuertes, ¿no?

-Sí. ¿Y sabes por qué son tan famosos?

-... Porque son fuertes.

-Sí... ¿Y no te has puesto a pensar que hay héroes débiles que trabajan para mantener el orden?

-... No, no he pensado en eso.

-... Para muchas personas, un héroe débil es poco interesante y una pérdida de tiempo. Y eso hace que ése héroe sea ignorado y denigrado con el calificativo de "Pseudo-héroe".

-... ¿Está diciendo que en la academia Hiroki hay héroes débiles? –pregunté.

-... Estoy diciendo que todos los que formamos parte de la academia Hiroki somos débiles.

Tenía que estar bromeando. ¿Cómo el señor Kenji se puede considerar débil? Esto no tiene ningún sentido.

-Prepárate. –ordenó Kenji.

-¿Prepararme? ¿Para qué? –pregunté.

-Para que conozcas la academia.