3. Oportunidades

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-... ¿Por qué hay un chino con traje hablando con mi hijo como si lo conociera? –preguntó mi mamá.

-De hecho, él es japonés.

Ellos dos estaban hablando a solas en la cocina sin dejar de observar al asiático, quien se quedó hablando conmigo en la sala.

Resulta que, luego de lo que pasó en el mercado, el asiático se ofreció a acompañarnos por protección.

Pero yo estaba tan nervioso y emocionado por lo que ocurrió que empecé a hacerle preguntas de todo tipo hasta el punto de llevarlo a mi casa para que cenara con nosotros.

Mi papá nos dejó hablando en la sala para explicarle lo sucedido a mi mamá a solas, pero terminó despertando su curiosidad. Ella tomó unas naranjas y se acercó con mi papá a la mesa en la que nos sentamos.

-¿De verdad? Eso es inhumano. –comenté animado.

-¿Qué sucede? –preguntó mi mamá.

-Ah, mamá, el señor Kenji es un héroe.

-¿Ah?

-¿Usted es la madre de Fabio? –preguntó el asiático- Mi nombre es Kenji Makoto. Mucho gusto.

-Fabiana Pérez, mucho gusto. Aquí tiene una naranja... ¿Me pueden explicar eso de que usted es un héroe?

-Por supuesto. Soy un médico psicólogo y un profesor de la academia Hiroki.

-... ¿Cuál es esa academia? –preguntó mi papá.

-Es una academia inaugurada en Japón este año con el fin de preparar a estudiantes que poseen algún kosei o habilidad especial. –explicaba Kenji.

-Pero... ¿Qué tiene que ver eso con nosotros? –preguntó mi mamá.

Manteniendo el silencio, Kenji saca su Smartphone y lo comenzó a revisar. Nos sorprendió lo caro que se veía el teléfono.

Kenji solo se limitó a reproducir un video y mostrárnoslo a los tres.

-Esto fue publicado en internet ayer –explicaba Kenji-. Allí se ve a Fabio empujando con mucha fuerza a los otros chicos.

-... Pero eso no es muy raro –dijo mi papá-. Fabio practicaba fútbol.

-¿Fútbol americano?

-... No. Fútbol norman, balompié.

-Entonces sí es raro. En ese vídeo, Fabio empuja al primer chico a tres o cuatro metros hacia atrás, y esa fuerza no se la pudo dar el balompié.

-¿Está diciendo que mi hijo tiene poderes especiales? –preguntó mi mamá.

-Al parecer, sí. Por eso vengo a darle la oportunidad de que se inscriba a la academia Hiroki.

-... Siento que usted me está engañando. Yo conozco a mi hijo y se que eso de los poderes es mentira.

-Fabiana –intervino mi papá-, creo que el señor está diciendo la verdad. Yo mismo vi cuando Fabio empujó a un malandro al otro lado del pasillo.

-Carlos, ¿de verdad vas a defenderlo? Ni siquiera se si el señor es un héroe de verdad o un estafador.

-... Señora, su comentario me ofende. –comentó Kenji.

-¡Lo siento señor, pero es así! ¿¡Cómo se que usted no quiere aprovecharse de mi hijo!?

Con ese grito de mi mamá, Kenji se quedó el silencio por un momento. Él observó fijamente a mi mamá mientras apagaba su Smartphone.

-... Señora, entiendo su miedo. Pero entienda también que yo no tengo malas intenciones.

Boku no Hero Academia - Pseudo-héroesWhere stories live. Discover now