Boku no Hero Academia - Pseudo-héroes

8. Gusto en conocerte, Japón

----------------------------------------

Nota del autor: Las conversaciones que estén en cursivaidentifican una conversación que no esté en español. Por otro lado, los diálogos que estén en cursiva y negrita a la vez indican una mala pronunciación de ese lenguaje.

----------------------------------------

La nostalgia nos acompañó en el trayecto hacia Japón. No importaba qué tanto durmiéramos, habláramos o navegáramos en internet, nos sentíamos un poco decaídos.

... Bueno, los que estábamos decaídos eran mi mamá y yo. Mi papá estaba durmiendo como un tronco durante el viaje.

Aunque hay que ser sincero. En un viaje de 13 horas volando casi que al otro lado del planeta ¿deberíamos juzgar a alguien que quiera dormir?

----------------------------------------

Nota del autor: A esta fecha (miércoles 7 de agosto de 2019 la fecha de creación del capítulo) Venezuela no cuenta con alguna aerolínea que realice viajes a Japón. Se recomienda no tomar como verídica la información que se da del viaje realizado por el protagonista de esta irreal historia.

----------------------------------------

Así, llegamos al Aeropuerto Internacional de Haneda, en la ciudad de Tokio.

Mi opinión más realista y discreta sobre el aeropuerto... ¡ESA VERGA SE VE ARRECHÍSIMA!

Es como si hubiesen agarrado 15 aeropuertos de Maiquetía, los fusionaran en uno solo y los limpiaran con miedo a que éste tome vida propia y empiece a matar gente por no hacerle mantenimiento.

Lo malo es que no podíamos admirar la visibilidad del aeropuerto por mucho tiempo ya que debíamos tomar un taxi hacia un centro comercial.

Lo que se había planeado antes de comenzar el viaje era que mis papás revisarían las tiendas del lugar para ver los trabajos disponibles, así como grabar el lugar al mejor estilo del reportaje.

Me pareció raro que Kenji se negara rotundamente a ser grabado por mis papás.

En el centro comercial, contrario a lo que se planeó, nos quedamos en el primer puesto de comida barata. Es lo que haría cualquiera que llegara a Japón a las 7:00 PM.

Como nosotros éramos unos turistas primerizos, Kenji pagó por la comida de todos a la vez que nosotros elegíamos una mesa cerca de la acera.

Lo que sucedió después... habla por sí mismo.

-Cónchale, esto se ve bien. –dije apenas nos acercaron las tazas de comida.

-¿Y dónde están los cubiertos?¡Chino! ¡Tráeme una cucharilla! –ordenó mi mamá.

-Mamá, aquí no se usan cubiertos. –le comenté a mi mamá en voz baja.

-¡Naguará! ¿Y cómo se come aquí? ¿Con la mano?

-Aquí se usan palillos. Toma estos, que ya los separé. –respondí, pasándole un par de palillos.

-¡Cónchale! –se alteró mi papá.

-¿Qué pasó? –pregunté.

-Se me olvidó darle las gracias al vendedor... Hey. Thank you, mister chino. Your mondongo isincredible.

-Papá, esto no es mondongo. Esto es ramen.

-No si. Me vas a decir que esta sopa con este caldo tan sabroso no es mondongo. Lo que si no se es quién les enseñó a estos chinos a cocinarlo.