Seis meses habían pasado desde aquel día.
A Taehyung le costó trabajo volver a su rutina con normalidad.
Atravesó todas las etapas post-corazón roto.
Perdió mucho peso y había optado por una actitud deplorable, miserable.
Pero las cosas luego de un tiempo comenzaron a mejorar para él.
Había adoptado a un cachorro, odiaba la soledad que rodeaba aquella grande casa.
Un pequeño Pomerania, Yeontan.
El cual parecía de lo más cómodo sobre las piernas de Bogum quién le acariciaba en medio de las orejas.
Claro, Bogum soportó todas sus etapas, fue su pañuelo de lágrimas la mayoría de los días y puso todo su empeño en ganarse su confianza.
Taehyung estaba tan agradecido con él y quizás ilusionado con lo que estaba dando inicio entre ellos.
Bogum le había confesado sus sentimientos días atrás y aunque al principio estuvo al borde de un ataque de pánico, se calmó cuando Bogum no exigió respuesta alguna, no quería presionarlo. Con un apretón en su mejilla sonrojada le dio a entender que no tenían porque apresurarse. Tenían tiempo de sobra.
Taehyung no volvió a ver a Jungkook luego de aquella tarde, es como si la tierra se lo hubiese tragado, Taehyung esperaba que fuera así.
Sacó las palomitas del microondas y las colocó en un bowl, Bogum había pensado que una agradable tarde de películas en domingo resultaba bien para disfrutar su día libre juntos.
En la mesa del centro tenían la cena puesta, una caja de pizza, frituras, helado y las palomitas recién horneadas.
El castaño se sentó juntó a Bogum recostándose en su pecho mientras este le tomaba por la cintura y daba play a la película.
En algún punto Yeontan había saltado fuera de las piernas del mayor y corrió en busca de comida. Taehyung aprovechó la oportunidad para montarse en su regazo.
—Hey, ¿Por qué tan mimoso?—Taehyung se sonrojó y escondió su rostro en el pecho del hombre quien dejó ir una carcajada.
—La película es muy aburrida—murmuró —He visto Titanic muchas veces, no puedo creer que dejará morir a Jack cuando ambos entraban en aquella tabla, fue tan tonta. —Taehyung se quejó, sus labios frunciéndose en un puchero y sus brazos cruzados sobre su pecho exasperado.
—Vaya, me haz dado spoiler.
Taehyung abrió sus ojos asombrado. —¡¿Nunca haz visto Titanic?!—Bogum negó. —Lo siento.
—¿Entonces que deberíamos hacer?, ya te has terminado el bote de helado, te has comido la mitad de la pizza y gran parte de las palomitas. —Colocó sus manos en la cintura del chico, sobando su abdomen hinchado por todo lo que había ingerido por encima de la camiseta.
Taehyung lloriqueó. —Debería comenzar a ir al gimnasio.
—Para nada, estoy tan feliz de que hayas recuperado tu apetito y tu masa corporal, antes me daba miedo romperte al abrazarte por lo pequeño que estabas.
—¿Y ahora?
—¿Ahora?—El ahora pelirojo asintió—Ahora solo quiero apachurrarte por lo adorable que luces—Pellizcó una de sus mejillas, sonrojándolo. —Tú pequeña pancita luce tan preciosa en ti, tus piernas rellenitas y tu...—Se paró a si mismo, Taehyung ladeó la cabeza en un gesto curioso.
—¿Y mi?
—Tu trasero se marca de una manera sensacional en la ropa ajustada que sueles usar, joder tengo que mirar a otras direcciones para no hacer un caos en público—9Taehyung dejó escapar una risita tímida, encontrando nuevamente los ojos de Bogum.—Eres precioso, Taehyung. —Dijo con total sinceridad.
Taehyung no necesitaba esperar más, lo besó.
Pero las cosas no llegaron más lejos cuando tocaron el timbre, incluso aunque el pelirojo intentara ignorarlo y disfrutar así de la lengua de Bogum en sus pezones sensibles, el ruido le irritó. Sin embargo, Bogum sólo le mandó a la habitación mientras él atendía al intruso. Taehyung le hizo caso totalmente inmerso en su libido despierto.
Bogum no encontró a nadie fuera, molesto y con intención de subir hasta la habitación del menor estuvo a punto de cerrar nuevamente pero entonces miró aquel sobre tirado en el suelo, lo tomó y entró a la casa.
Taehyung ya estaba tirado en la cama cuando regresó, su pecho pegado al colchón y las rodillas doblegadas elevando su trasero al aire, penetrándose con dos de sus dígitos.
—¿Quíén era? —Gimió cuando su dedo encontró su punto.
—Nadie, soló dejaron esto—Bogum le mostró el sobre sin mirarle, realmente fijo en su trasero sonrojado, ¿Taehyung se había azotado?
—Lo revisaré después, ahora ven aquí Bogumie—Lloriqueo aferrándose a las mantas con su mano libre.
No tuvo que pedirlo dos veces.
Había despertado de su siesta sobre el pecho del hombre castaño que dormía junto a él, su reloj digital marcaba media noche y junto a este estaba el sobre que Bogum recogió.
Con cuidado de no despertar al contrario salió de la cama y lo tomó junto a su bata de dormir para cubrir su desnudez y salió al balcón de su habitación para leer con la luz de la luna, la brisa fresca le alborotaba los cabellos.
El invierno estaba cerca y la temperatura comenzaba a reducirse.
Rompió el sobre y comenzó a leer.
Al instante sus ojos se llenaron de lágrimas.
Una invitación de bodas.
Jungkook iba a casarse.
Y pesé al dolor que aquello le generaba, sabía que esa era la señal que necesitaba para dar el siguiente paso.
Taehyung también debía avanzar.