Capítulo 3

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Y ahí estaba ella. Karla me observaba des de la distancia.

— ¿Cuánto tiempo más va a durar vuestro duelo de miradas?

— No te metas Jade, me estás desconcentrando.

— Madre mía... —se dio media vuelta y se fue.

Karla me hizo una señal antes de irse con sus amigas. Pasó su dedo pulgar por su cuello, sentenciando mi perdición.

— Sí claro. Que se lo ha creído —decido irme hacia clase para no llegar tarde. Cierro de un portazo mi taquilla y al darme la vuelta para emprender mi camino veo algo en el suelo—. ¿Esto no es de Lisa? —efectivamente era su pulsera, se la vi cuando cogió el papel con mi número.

Saqué mi móvil rápidamente y le mandé un mensaje a Lisa:

"Lis, tengo tu pulsera. Estaba en el suelo, no pienses que te la he robado. Te la doy en la hora de la comida, nos vemos."

Ahora sí, me dirigí a clase.

***


— ¿A que estamos esperando exactamente?

— Pues a Lis. Debo devolverle la pulsera —se la mostré.

— Ella de verdad te gusta...

— Sí. Me gusta, y mucho —afirmo.

— ¿Quien te gusta y mucho?

— L-lis —mi cara palidece por si ha llegado a escuchar más de la cuenta—. Na-nadie

— Ya, seguro. Bueno, ¿mi pulsera? —extiende su brazo.

— Sí. Toma —se la doy y nuestras manos rozan. Me apuesto lo que sea a que mis mejillas están rojas.

— Sof, ¿estás bien? —pregunta Jade.

— Sí. ¿Porque?

— Porque estás roja —susurra acercándose a mí.

— Bueno, yo me voy. Iré a comer al pasillo o algo por el estilo.

— ¿Porque no te quedas?

— No quiero molestar. Siento que sobro.

— Tú no sobras Lis. Pero no te obligaré a quedarte, si quieres irte no te lo impediré —en el fondo quería que se sentara con nosotras, me hubiera gustado mucho.

— Bien, tal vez mañana. Adiós —sin más se fue y yo golpeé mi frente contra la mesa.

— ¿Porque soy tan idiota? Me he sonrojado por un simple roce entre nuestras manos. Me siento patética... —me recosté sobre la mesa y escondí mi cabeza con mis brazos.

— Shhh, tranquila. No creo que se haya dado cuenta, tiene pinta de tardar en pillar ese tipo de cosas —acarició lentamente mi espalda y yo levanté levemente la cabeza.

— ¿De verdad lo crees? —intenté hacer puchero pero creo que di más pena que otra cosa.

— Por supuesto.

***


Terminé comiendo en el pasillo de primero, era el único que estaba vacío.

No comí prácticamente nada porque estuve pensando todo el rato en Sofía. No me malinterpretéis, me quedé pensando en porque se había sonrojado. Tal vez había pasado por ahí la persona la cual "le gusta, y mucho". Sea por lo que sea no es asunto mío, tanto ella como su vida personal me dan igual.

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⏰ Última actualización: Oct 18, 2019 ⏰

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