Nuestro Omega [BTSxJiMin] {Omegaverse}

Capítulo 2

No era un secreto que era invisible para la manada, tenía que atender sus propias necesidades, las necesidades del círculo del alfa; la limpieza y alimento era hecho por otras personas de la manada, pero ninguno interactuaba con JiMin, y eso dolía, dolía no poder hablar con nadie; ninguna persona le interesaban sus sentimientos, como decía el alfa Raksha, los omegas no tienen que pensar, sólo abrir las piernas.

Colocó su collar alrededor de su garganta, decidió no usar la cadena, no tenía nadie que la sostuviera. Acomodó el atuendo sobre su cuerpo. La fina tela iridesente sobre su cuerpo cubría sus caderas con una falda larga, al igual que su pecho dejando su abdomen descubierto, además la tela caía sobre sus brazos; siempre poseía ropa de ese estilo dentro de la casa, sólo conjuntos traslucidos o de encaje tenía en su guardarropa, aunque quisiera usar otra cosa no podría.

Caminó fuera de la habitación, cada paso por los pasillos lo hacían sentir más nervioso, pero cuando las voces del vestíbulo llegaron a sus oídos sus piernas comenzaron a temblar, ya no quería caminar más.

—Soy Baldev alfa, el segundo al mando de la manada de Raksha—. Escuchó la voz de Baldev, sabía que si giraba por el pasillo podría ver al nuevo alfa, pero el vació en su estómago no lo dejaban seguir. Apretó sus puños, clavando sus uñas en la palma de su mano. No sólo Raksha lo había tomado a la fuerza, ahora tendría otro alfa que tendría que complacer.

Escuchó un gruñido como respuesta. El gruñido más grave e intimidante que había escuchado jamas. Mordió su labio con fuerza.

—No me importa quien hayas sido, si estas en mi manada no serás parte de mi circulo a menos que lo ganes—. La voz profunda, llena de autoridad y liderazgo le hizo soltar un suave quejido, las feromonas que rodeaba la habitación lo hizo marearse; si bien era sensible a los aromas, Raksha no tenía un aroma así de fuerte, por lo que fue difícil respirar al principio, y en contra de sus pensamientos su cuerpo estaba lleno de temor, y si no se hubiese sujetado de la pared probablemente habría caído de rodillas.

Raksha no tenía ni la mitad de autoridad que tenía esa voz.

JungKook no creyó que la manada estaría tan rota, apenas había pisado el suelo de la manada pudo notar que algo estaba mal. Cada miembro que lo veía exudaba temor, sabía que era intimidante, pero aquellas miradas eran terror puro. NamJoon tenía razón.

Los lugares en donde vivían no era acogedor, notaba la pobreza, la falta de recurso e inversión a el lugar, claro que la casa del alfa parecía oro en medio de un montón de piedras, y entonces comprendió en que se iban los impuestos de la manada. Con la actitud que había tenido el alfa en su territorio debió entenderlo, no fue un buen alfa para todas estas personas.

La mirada que tenía Baldev sobre él lo estaba enfermado, esa falsa fidelidad y admiración, era simplemente repugnante. Miró la mansión a su alrededor, mirando la decoración, las cosas bañadas en oro, incluso joyas, el mármol y las decoraciones caras, si fuesen vendidos definitivamente podrían pagar una calidad de vida mayor para la manada que poseía el antiguo alfa.

—HoSeok, trae a nuestros administradores y a la gente necesaria para valorar estas pertenencias, será todo vendido—. JungKook anunció, la mirada de Baldev fue de sorpresa, interrumpiendo inmediatamente al nuevo alfa. —Pero alfa... las cosas que están aquí han estado desde hace años, son un legado familiar...—.

—Silencio—. Decretó, gruñendo un poco para calmar al hombre, no era idiota, toda la decoración era moderna, las decoraciones parecían de diseñadores renombrados, definitivamente nada de ello estaba ahí desde hace años. —Soy tu alfa, yo digo que se hace y que no, quiero vender todo aquí, así obtendremos dinero para hacer inversiones, así que quítate y déjame ver la casa—.