¿Ceguera?

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–– Asi que jefe... ¿Es posible el saber porque me trajo aqui o tendre que esperar a que vuelvan a meterme en un auto negro a la fuerza? Digo, no es que me queje de su estilo, pero quiero vivir por lo menos hasta los 50 sin sufrir un paro cardiaco.

La de colores limones se sentó en una de las sillas que estaba al otro lado del escritorio de su jefe, da una vuelta mientras que suelta una risa, la mirada de fastidio del japones hace que se detenga y lo mire.

–– ¡Vamos Kubo! Nos conocemos desde antes de la secundaria, se que estas estresado porque el plan no avanza, pero relajate un poco.

–– Me relajare cuando la mitad de la población no peligre -fue la corta respuesta que dio el pelinegro a lo que la de colores limones asintió––, ¿Ha habido algun avance?

–– Sere completamente sincera contigo... Ni un avance ––fue la respuesta––, nada desde que perdimos al paciente 0, por lo menos ahora tenemos a una persona experta en el área medica en el equipo.

–– No encontre a alguna persona lo suficientemente calificada y que estuviera dispuesta a ayudarnos, fue una suerte el que Isabela nos ayudara desde los laboratorios de México.

–– Correcto, ¿Qué haremos cuando el recuperé la memoria? ––pregunto la de colores limones a lo que Kubo lo miro confundido.

–– ¿Cuando el paciente de Isabela recupere la memoria? ––pregunto a lo que la rubia asintió––, devolverlo a su vida, con su verdadera familia y amigos.

Cierto, se le había olvido el que solo eran un reemplazo temporal, Isabela era el reemplazo de un hermano menor, mientras que ella era sólo un reemplazo de la persona que le gustó en el pasado, antes de perder la memoria.

–– Vamos Cecile... ya te habia dicho sobre esto, incluso tu misma sabías que pronto pasaría, porqué...

–– Son conceptos básicos de sicología ––Interrumpió Cecile mientras que daba vueltas lentas en la silla giratoria––, me siento estupida.

–– Lo eres ––fue la respuesta, por lo que Cecile le lanzo un cojín que a saber de donde habia conseguido––, no reacciones así cuando solo dije la verdad, cambiaste tu forma de vestir y actuar sólo por un chico que te trata como un remplazo de otra persona.

–– Si... hice algo completamente estúpido, ¿Alguna idea de como solucionar esto? ––pregunto a lo que Kubo asintió.

–– Es simple, solo debes terminar con el y volver a actuar como tú, ¡Listo! Un problema resuelto ahora pasemos al siguiente, necesito que tomes el siguiente vuelo a San Fransokyo sin que el otro se enteré.

–– ¿Porque no quieres que vaya?

–– Aun no es el momento ––Fue la respuesta––, por ahora es sólo... un obstaculo, mandaremos a Leo.

–– Espera... ¿Es tan grande este problema que hasta El Equipo de Cazafantasmas participa? Espera... ¡Esto tiene que ver con algo sobrenatural! Si es asi lo lamento Kubo, pero en mi contrato no decía nada de eso.

–– No participa El Equipo de Cazafantasmas, Leo esta con nosotros porque me debe un favor.

–– ¿Que tipo de favor? ––Pregunto la rubia sonriendo algo pícara.

A Kubo le costo entender a lo que se refería, pero cuando lo hizo saco a Cecile de la oficina en menos de 5.3 segundos.

–– ¡Tu pediste que volviera la antigua yo! ¡Pues volvera y a lo grande! ––grito desde el otro lado de la puerta riendo.

Ahora solo tenia que deshacer de los molestos tacones, de la ropa de colores limones y amarillos, ¿Cuanto pasaba desde que no usaba su chaqueta negra o sus zapatillas deportivas?

Problemas De FamiliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora