Capítulo 13: El enano herido (R)

315 23 0
                                    

Retomamos nuestro camino con los primeros rayos del alba. Cuanto más ascendiera el sol, más fácil seríamos localizados por la guardia elfa. Tomábamos la ruta que indicaba Legolas por aquel escarpado camino y aunque la marcha de los caballos era lenta e insegura, íbamos poniendo distancia con nuestros perseguidores.

Dastan y Legolas iban en la cabeza de la comitiva, Danarís y Valerie iban en el centro, y yo cerraba el grupo. No era porque me hubieran destinado ahí, pero me sentía algo deprimida aquella mañana y necesitaba tiempo para estar sola. Mi vida había cambiado bruscamente y necesitaba tiempo para procesarlo. En pocos días había pasado de ser la princesa huida del reino del Sur, a una fugitiva en el Bosque Negro y una desgraciada joven que tenía que destruir un anillo que el mismísimo demonio había creado... Tal vez haber contraído matrimonio con Bortmir no hubiera sido tan mala idea después de todo.

A pesar de haber abandonado el Bosque Negro, aún seguíamos en las tierras del reino del Oeste. Cuando cruzamos ese paisaje rocoso llegamos a las lindes del territorio, dirigiéndonos a la meseta central del continente. Legolas echó la vista atrás en un último intento por divisar a los guardias reales, pero éstos no habían conseguido dar con nosotros. Debería estar tranquilo, si bien esos guardias eran expertos en rastreo dentro de su reino, él era quien los dirigía. No podía tener rival en conocimientos ni recursos para escabullirse. Una vez llegamos a campo abierto, azuzamos a nuestras monturas y emprendimos el galope para adentrarnos en la zona virgen, sin corona ni reyes, que constituía el centro de la Tierra Media. En su centro se erguía el Volcán Decisivo, nuestro destino. Nos cubrimos con las capuchas para disminuir las posibilidades de ser reconocidos, a pesar del brillante sol que nos sofocaba desde el cielo.

A medio día llegamos a las montañas Azules, un paisaje que nos ayudaría a seguir disimulando nuestro rastro en caso de que la guardia consiguiera localizarnos con posterioridad. Su nombre se debía a su extraordinaria altura, tanto que se podría jurar que sus cimas más altas podían tocar el cielo. 

—Las montañas Azules son peligrosas —informó Legolas, deteniendo a su caballo y dirigiéndose al resto del grupo—. El camino es duro y es difícil encontrar comida aquí. Sin embargo, nos ayudarán a escondernos de la vista de la guardia de mi padre. Podemos seguir por aquí o escoger un camino más seguro por el que seguro nos encontrarán. Si hay algo que define a mis guardias es su constancia y tenacidad. No se darán por vencidos hasta que nos localicen.

—En ese caso, continuemos por aquí—opinó Dastan—. Somos pocos y podremos ocultarnos fácilmente. Si atravesamos la montaña, en dos días llegaremos a las Minas de Moria.

—¿Qué hay en las Minas de Moria? —preguntó Valerie.

—Debemos atravesarlas para llegar al Monte Decisivo. Están escondidas en el corazón de estas montañas. Cuando las crucemos, estaremos más cerca de nuestro destino —respondió Dastan.

—He oído hablar de las Minas de Moria —intervine yo—. ¿No fueron construidas por los enanos?

—Exacto —dijo Dastan—. Es más, constituye el refugio actual de los enanos. Es una ruta llena de adversidades, como cabe esperar.

—Un camino duro y difícil... —solté con pesar—. No vaya a ser que contemos con alguna ayuda que nos facilite algo en todo esto.

—Estabais advertida de los peligros y complicaciones de la misión —replicó Legolas mirándome con severidad y alzando una ceja—. Podéis sentiros afortunada de que contáis con un equipo especializado preparado para cubrir cualquiera de las necesidades que puedan surgiros durante el viaje.

Ag, ahí estaba de nuevo. El príncipe desconsiderado había vuelto, y lo peor de todo era que cualquier cosa que dijera podría delatar ante Danarís que Valerie no era la sanadora que le prometí. Inspiré aire y forcé una sonrisa irónica que borré con brusquedad, dejando clara mi repulsa a sus palabras.

Memorias de la última princesa. 1º Tomo. *REEDICIÓN 10º ANIVERSARIO*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora