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Sus ojos seguían fijos en cualquier movimiento que la omega hiciese.

Los supresores habían camuflado el olor pero para alguien con buen olfato como ella le era difícil ignorar el olor embriagante de la omega.

La rubia le había entregado el móvil y le agradeció, más Lisa solamente asintió. No sabía nada de ella, ni su familia, ni su dirección, ni su número telefónico, mucho menos sabia el nombre de la chica

—hey — llamó, la rubia giró sobre sus talones —¿cómo te llamas?

— Chaeyoung... P-Park Chae...young — su rostro se adorno de un hermoso color carmesí. Nuevamente hizo un vago asentimiento, le sonrió a la rubia dándole a entender que se podía retirar. Y así fue, pero antes hizo muchas venias en agradecimiento a todo lo que le ayudó la alfa sin juzgarle.

°°°°°

Por lo mínimo unas 3 horas habían pasado desde que la rubia se fue a dormir.

Lisa tenía impregnado el olor de aquella chica en su chaqueta, el pequeño malestar que tenía se lo debía a su pequeño amiguito, este se levantó cual guerrero contra la batalla.

Sabía que estaba mal, pero ya no podía esperar. Así que tomó su chaqueta y fue directo al baño. Rápidamente se bajó el pantalón y la ropa interior, y ahí su amigo se levantó triunfante, le tomó por el falo y comenzó moverle mientras su propia chaqueta estaba ubicada en su nariz.

El líquido pre-seminal comenzó a brotar así que lo expandió sobre el glande. Los gruñido salían fluidos de su garganta pero estos se morían en la chaqueta.

Sin darse cuenta comenzó a embestir su propia mano, un consquiilleo apareció en su vientre y con un último gruñido terminó manchando su mano.

Su respiración agitada era todo lo que se podía escuchar en aquellas cuatro paredes.

Al ver lo que hizo se sintió tan mal, una por haberlo hecho pensando en la rubia que estaba en su casa, dos; había deshonrado su honor como alfa, tres ¿estaba tan necesitada?.

Sin esperar nada más se enjuago y lavó sus manos para luego ingresar a la ducha y permanecer ahí como 45 minutos.

Al salir se dio cuenta que no tenía ropa para usar, así que pensó: "esta haciendo calor, creo que dormir solamente con un top estará bien" y así lo hizo se acomodo bien y con una toalla seca se cubrió la parte inferior y se durmió.

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Se puede decir que no durmió, lindas ojeras aparecieron en sus almendrados ojos, a su lado Eunha dormía plácidamente.

Se levantó y caminó hacia el baño, se enjuago la cara luego cepillo sus dientes y cabello, caminó hacia la sala y se puso a pensar, cuando se dio cuenta que Chaeyoung no tenía amigos aparte de ella, porque en el trabajo había más empleados pero nunca intercambiaron palabras a menos que sean del mismo trabajo, y de lo que sabía tampoco cuando estudio tenía amigos.

Entonces con que amiga estaba, nuevamente la preocupación le invadió y fue directo a su móvil y se percato que eran las 3:45, a esta hora seguramente no estaría despierta.

Suspiro pesadamente para luego decir — ¿en que te metiste Chaeyoung? — luego se acomodo en el sillón, su cabeza cayó en los laterales del sofá, cerró sus ojos y el sueño se apodero de ella.

°°°°°

Al abrir sus ojos unos pequeños rayitos del majestuoso sol se colaban por aquellas cortinas, con las manga de la pijama restrego sus ojos, pero al tener la manga tan cerca de su rostro pudo percibir un olor muy diferente al suyo. Parpadeó muchas veces para intentar de enfocarse y se dio cuenta, que esa no era su habitación, esa no esa su cama, ese no era su lugar seguro. Se levantó presipitadamente importandole poco el no tener zapatos. Corrió hacia la puerta de aquella habitación como si su vida dependiera de ella.

Paró en seco al ver ese cuerpo frente al refrigerador, como si una bomba hubiera estallado en su cabeza, la fuerte punzada de dolor la hizo gritar mientras sujetaba su cabeza con fuerza al mismo tiempo que el fuerte dolor que emitió su marca "podrida" la inundaba. Su mente se nubló y esto le hizo tambalearse, y casi caer contra la pared, pero unos brazos la sujetaron.

Su fuerza iba disminuyendo, sus párpados pesaban. No sintió ni vió nada luego de que su vista se tornará negra.

°°°°°

Su cuello dolía por haberse dormido en el sofá, al levantarse se estiró y caminó hacia el cuarto de visitas para ver si Eunha todavía seguía durmiendo. Y la pequeña niña estaba tal y como le dejó.

Su estómago rugia en busca de comida, así que camino hacia la almacena y saco un paquete de galletas.

Se sentó a comer galletas con leche hasta que en su cabeza hicieron un click, cierto ¿donde estaba Chaeyoung?.

Caminó apresuradamente hacia la habitación central y su vista se enfocó especialmente en el pequeño calendario que adornaba la mesita de noche.

"5 de septiembre, día que inicia el celo" sus ojos se abrieron y se dio cuenta el porqué Chaeyoung probablemente no estaba en casa. Pensó que se quedó con Jennie así que decidio llamarle.

—Unnie — se sentía rara y feliz llamarla  pero ahora no había tiempo de estar feliz.

¿si? — contestó, su voz denotaba la curilsidad

— soy Jisoo...— sujetaba con fuerza el teléfono, ya que tenia un presentimiento muy feo en su pecho, agregando los nervios que sentía —Tenía una pregunta que hacerle 

claro, hazla

—¿Unnie se quedó con usted anoche? — esperaba ansiosa por una respuesta que fuese afirmativa, porque si no era cierto se moriría de la angustia

¿Chaeyoung? — se tomó su tiempo para acordarse a que horas se había retirado la rubia — ella salió a las 10:00 ¿porque lo preguntas?

—no, por nada Unnie. Gracias — cortó la llamada. Ahora si que estaba preocupada. 

Comenzó a dar vueltas alrededor de la sala. Sentía que se moría en ese instante, ella se había propuesto proteger a la Unnie que la protegió a ella
Solo deseaba que nada malo le haya pasado a su Unnie.

Amense y cuiden su salud🖤

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Amense y cuiden su salud🖤

Les amo

"cambio y fuera"  <3

TE AMO «CHAELISA»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora