Verla ahi tan frágil como si con cualquier movimiento fuera a romperse, le producía una sensación rara de protección en el pecho.
La rubia volvió a abrir sus ojos y se sentó en el sillón, frotó sus ojos y fijó su vista en aquella chica alfa.
Aquella chica le veía con una preocupación mezclada con dulzura, rápidamente sintió su pecho estrujarse y se preguntó, cuando había sido la última vez que alquien le vio así.
Sus ojos se llenaron de lágrimas y se lanzó a los brazos de aquella castaña, y lloró desconsoladamente, lloró por lo dañada que estaba, lloró por su situación, lloró y se odio tanto por ser Omega, por estar aferrándose tanto con una desconocida que ni siquiera sabía su nombre.
El que la rubia se le haya tirado encima le sorprendió pero de inmediato comprendió lo dañada que estaba la pequeña Omega, los ojos avellanas de esta le demostraban el dolor y l as amargura. Y por primera vez en su vida el instinto de protección salió a flote
Le abrazó y acarició su cabeza pegandola más a su pecho, no podía susurrarle que todo estaría bien porque no sabía que era del pasado de la pequeña omega.
Sabía que estaba mal pero se sentiría mal al no callar ese llanto, no porque le molestase más bien le partía el alma. Tomo la barbilla de Park y la levantó, sus ojos se conectaron en un click; poco a poco fue acercando su rostro al de la rubia, esta paralizada por la acción. Y en menos de un segundo se unieron en un beso, no habían doble intención en ello.
El beso era suave y cálido, Chaeyoung pese a estar sorprendida le correspondió el beso. Al separarse Lisa junto sus frentes y beso la punta de la nariz contraria para luego sonreirle.
Lisa siempre había pensado que para enamorarte tendrías que conocer todo de esa persona; su madre siempre le había dicho que eso no era necesario porque aveces solo con una mirada o presencia tu corazón quedaría cautivado; incluyendo el instinto de protección que evolucionaba. Ademas que en el pecho sintieras un calorcito acogedor y que tus latidos saltaran de alegría sería más que suficiente para caer ante el enamoramiento.
Y justo como si su madre hubiese sabido lo correcto que estaban sus palabras. Se sentía llena con tener a la rubia justo al frente.
Ya la conocía, tantas veces ir por un café y verle caminar de un lado a otro mientras sonreía ampliamente. Había supuesto que detrás de esa sonrisa había algo más.
La rubia al separarse también sonrió pero de inmediatamente se sonrojo y cubrió su rostro sonrojado. Lisa soltó una leve risita, Chaeyoung sonrió dentro de sus manos.
Parecían como pequeñas niñas que acababan de hacer alguna travesura vergonzosa, pero estaban muy felices.
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Se había negado cuando Lisa le dijo que irían a comprar ropa ya que la suya no estaba en buenas condiciones.
Ahora mismo vestía una polera grande y unos pantalones que sentía que ya se le caían.
Entraron a la primera tienda, donde Lisa sugiero vestidos claros por su tono de piel, hubo uno exactamente que le llamo la atención a Lisa. Era de color azul cielo, arriba de las rodillas, pequeños tirantes adornaban el lugar de los hombros, incluyendo los dos bolsillos de los costados, y él pequeño bordado de flores que adornaban el lado derecho justo en el corazón.
Y así probaron distintas prendas, habían dejado de un lado las preocupaciones y se dedicaron a disfrutar inconscientemente el momento.
— te iré a dejar a casa — Chaeyoung podría decir que el perfil de la menor era algo realmente raro y hermoso
—no te preocupes déjame en la parada de autobúses.
— estas en peligro ahora, dime tu dirección y te dejaré allá — Lisa tenia razón pero no quería ser una molestia para la menor. Pero si lobo aullo en protesta para que le obedeciera a la alfa.
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La pequeña Eunha comía tranquilamente en la mesita mientras tarareaba una canción infantil.
Jisoo seguia preocupada pero tendría que confiar en la palabras de su Unnie.
El timbre sonó y como si le hubiese llamado la pequeña niña corrió y olfateo — ¡mami! ¡mami! — Jisoo salio corriendo hacia la puerta y sin más la abrió encontrándose con una apenada Chaeyoung, le abrazo; de sus hombros se quito un gran peso, el alivio la inundó al verla ahi. Pero al separarse se percató de otra presencia, su rostro se puso serio, sintió la esencia de esa chica alfa.
La mirada de Jisoo intentaba tener la de Lisa, pero al ser esta de alfa mayor demostraba la autoridad y superioridad ante ella.
Chaeyoung se dio cuenta de la lucha de miradas que tenían, se golpeó mentalmente por no hacer algo antes — este... Jisoo ella es Lisa, la que me ayudo muchísimo ayer — Jisoo le vio de pies a cabeza a la chica alfa — Lisa ella es Jisoo una amiga.
Lisa podía oler el poco terror que Jisoo daba, así que le extendió la mano y a los Seguidos la pelimorada se la estrecho también.
— ¡mami! ¡mami! — corrió lo que sus cortitos piernas le permitían.
Eso hizo que Lisa al fin cortara la mirada con Jisoo para enfocarse en la pequeña niña que la rubia abrazaba
Tiene una niña pensó, se sintió estúpida al no saberlo, se había percatado de la marca que Chaeyoung tenía pero nunca se imagino que también tuviese una niña.
La niña notó su existencia, se zafó de los brazos de su madre y caminó a pasos lentos hacia la castaña. Esta a verla acercarse se acuclillo para quedar a su altura.
Chaeyoung de verdad le había llamado la atención aquella castaña y no, no sólo por el celo más bien por como le trato, que la hizo sentir amada, deseada – de buena manera –, protegida y sobre todo la hizo sentir como la primera opción. Necesitaba ver su reacción al enterarse de que no solamente era ella sino que eran dos.
La pequeña Euhna se paró frente a la alfa y esta le sonrió, le acarició la cabeza. Giró su mano hacia atrás y cuando la regreso hacia delante tenía una paleta roja y se la entregó a la pequeña niña, esta con alegría la recibió y se la mostró a Chaeyoung.
Está sonrió y vió a Lisa, sus sonrisas se conectaron. Ese bonito sentimiento se apoderaba de ellas si que se dieran cuenta.
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