hangover

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-Nicole !!! Nicole!!! Despierta !!! Despierta!!!
Por amor a dios, ¿A que hora llegaste? Mamá ha estado llamando toda la mañana. Me he hecho pasar por ti, pero llegarán a las tres de la tarde y tenemos que ir a recogerlos al aeropuerto.- Escuche la chillona voz de mi dulce hermana dándome golpes en la cabeza, me frote los ojos frenéticamente antes de abrirlos y justo cuando los abrí, los molestos rayos de luz que entraban por las persianas me pegaron en los ojos, dejándome enceguecida.

-¿Es enserio? Se fueron de vacaciones y lo único que se les ocurre es llegar un sábado? No ha pasado ni un mes.

-¿Querías que se quedarán a vivir allá para siempre? Además solo era por dos semanas.

-No, solo quería descasar de ellos.- reproche  indignada quitándome la almohada de la cabeza, para luego tirarla al suelo.

-Aghh, ¿Que hora es?- pregunté

-Son las dos de la tarde, báñate rápido hueles a camionero.- Dijo cruzándose de brazos, ladeando su peso de un pie a otro.

-Hey beth !! Toma esta!!- Vacile tirándole la almohada en la cara, haciendo que se cayera sobre su trasero. parándose inmediatamente Bethany abrió por completo las persianas a propósito, haciendo que toda luz entrara, y el ruido de los autos entraba en eco para ir directo al orto de mi cabeza. riendo con malicia acomodo su cabello y salió por la puerta de mi habitación, quedándome con cara de idiota.

-Será Zorra!- Espete levantándome de mala gana de la cama con un dolor inmenso de cabeza y un malestar estomacal profundo, tambaleándome sentí como se me devolvía el estomago y sin poder esperar un momento mas, salí corriendo hacia el baño, agarrándome de los lados del excusado devolviendo  todo lo que no se me había ocurrido tomar nunca en la vida.

Juro por mi vida que nunca volveré ha tomar.

Lavando mis manos con asco mire mi terrible aspecto en el espejo. El maquillaje corrido que era ahora solo una mancha negra en cada ojo y todo el cabello enmarañado, solo me faltaba el vestido de novia para completar el disfraz.

¿pero que pasó ayer?

Tirando en el cesto la ropa que tenía puesta entre a la ducha, relaje mis músculos debajo de el agua fría, quitándome poco a poco el sudor y el aroma a antro que había adquirido anoche, salí directamente del baño hacia el armario, poniéndome  unos jeans con una blusa blanca y por encima una camisa roja de cuadros, junto con unos converse que me hacían sentir cómoda, desenrede el cabello para luego bajar lentamente por las escaleras sosteniéndome de las barandas con cuidado de no dar un paso en falso y rodarme narices abajo por las escaleras. Hundí suavemente mi tabique con mis dedos tratando de alivianar el dolor de cabeza pero no funcionó, sentía como si cada sentido de mi cuerpo se hubiera agudizado, mientras miraba hacia el suelo enfocando cada baldosa que encaminaba hacia la cocina.

Abrí el refrigerador para sacar la botella de sumo de naranja de dos litros, y en menos de un santiament lo bebí todo, sentía el líquido bajar por mi garganta, refrescándola volviendo a la normalidad lo que quedaba de mi desgasta garganta, De inmediato mi cerebro conecto con mi cuerpo de nuevo, como si todo el alcohol que ingerí en la noche hubiera quemado todo por dentro, y ahora hubiera hidratando el quemado bosque que era mi cuerpo, con más sumó puse un pan en la tostadora.

-Toma esto, son aspirinas para el dolor de cabeza.- Bethany puso el tarrito de aspirinas encima de la mesa, mientras que ella se sentaba a desayunar al lado mío.

Untando de mermelada la lonja de pan, esforcé mi labios para vocalizar y lograr que me saliera la vos.
-gracias -dije a secas, dándole un mordisco a mi tostada.

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