Malas Intenciones

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Ayudando a Nicole a bajar uno de los carriles abandonados, nos agazapamos dentro del bosque trepando unas cercas para caminar, por uno de los matorrales que daban cerca a donde estaba Burton y su gente. me agaché para poder ver a través de los helechos a los policías que le ayudaban y a unos cuantos pelagatos tomándole fotos a las escenas del crimen, fingiendo hacer su trabajo.agudice mi oído y puse atención en la interesante charla respecto al cuerpo que se encontraba yacido muerto en una camilla cubierto por una de esas bolsas gigantes negras para llevarlo directo a la morgue. 

Franck Burton Miraba a el hombre inerte en la camilla y apuntaba unas cuantas cosas en su libreta a la vez que negaba con su cabeza en modo de desaprobación. Vi como una mujer morena que al parecer era la ayudante de Burton se bajaba de un ruidoso helicóptero junto con un tío, que al juzgar por su aspecto también era uno de los detectives.

Acercándose al fallecido, empozo la charla interesante. Espiando por un hueco de  la frondosidad, visualice a aquella mujer, que se me hacia tan recocida y que en algún momento la había visto.

Santa Mierda. es la madre de Billy.

No lo podía creer, ¿como es que su hijo hace negocios ilícitos y no se a dado cuenta?

Eres mi ídolo Billy

-Sin duda es el hijo de Martín- su secuaz novato se acerca y le dice a Burton con asombro como si se acabara de dar cuenta de que el agua moja.
-Vine directo hacia aquí, apenas me entere de que habían asesinado a uno de los matones de Kozlob. Estuvimos siguiendo todas las pistas que dejaban los matones a partir de la estación, dos de ellos fueron aniquilados igualmente. No se como lo logran hacer.- siguió la madre de Billy.

-¿Y donde están? -No los hemos encontramos aún señor... hemos estado durante tres horas en el aire buscando a Adam y a su chica pero es como si se hubieran esfumado.

-Como que no los encuentran!!?... Son un par de mocosos!! aseguren el perímetro!!-
El pobre de Burton gritaba mientras nos buscaba como drogadicto buscando su droga. Energías desperdiciadas, por que lo que soy yo me piro de acá.   Es increíble como no les hemos pasado por la galleta a la policía, a la supuesta y respetada ley, aunque tengo que aceptar que ser prófugo de la justicia no es nada fácil.

-Prendan las sirenas!! -volvió a gritar el viejo.

¿Es que no tiene vida?

Me levante de un salto, al escuchar los ruidos de las sirenas, recogí la mochila y me la puse al hombro, Nicole y yo nos miramos con cautela y nos agarramos las manos con brío y sin decir nada salimos a correr sigilosos dentro del cubierto bosque.

Escuchando los molestos ruidos del helicóptero que estaba por ahí revoloteando en nuestras cabezas, no pude evitar rodar los ojos maldiciendo al inepto de Frank Burton. Subimos una pequeña montaña rocosa cubierta por maleza para pasar al otro lado de un bosque y pasar una carretera que daba a otro bosque, estábamos ya en el centro muy adentrados del bosque y muy alejados de los ruidos de los helicópteros, pues significaba que ya se habían dado a la pena que nos perdieron de vista.

Una vez mas

-cuidado-le advertí a Nicole antes de que se tropezara ante una roca, lo que hizo que se aferrarse a mi brazo derecho justo a tiempo, deslizando sus manos por todo mi brazo, para entrelazar una con la mía. Nos bajamos deslizándonos poco a poco por la pequeña montaña por un lado de Los árboles.
El clima estaba perfecto, el sol calentaba pero el viento se hacia presente, digno de un cómodo verano. Los animalejos estaban cantando y de ves en cuando se veían ardillas corriendo por los troncos.
Estoy seguro de que cuando todo esto acabe, nunca voy a volver a querer pisar un jodido bosque, estoy hasta el culo de la maldita vegetación y la tierra húmeda y lo bichos zumbando en mis oídos y la..

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